Vhagar voló sobre Dragonstone pero parecía estar totalmente en penumbras, ni un alma caminaba por ahí, no había ningún dragón a la vista pero cuando estuvo a punto de dejar la isla, Aemond escuchó un chillido bastante familiar y dirigió a su dragón a uno de las montañas cercanas a Dragonstone, ahí estaban Sunfyre y Dreamfyre, Aemond frunció el ceño ¿que hacían en Monte dragón? Se suponía que habían ido a una de las ciudades libres.
Vhagar decendió aplastando algunos árboles a su paso y Aemond se bajó de inmediato con la espada desenvainada en su mano por si sus hermanos eran prisioneros.
- ¡Aemond! - Heleana se tiró a sus brazos llorando - Creí que te había ocurrido algo.
- ¿Que hacen aquí? - Preguntó aturdido guardando su espada y devolviéndole el abrazo a su hermana.
- Cuando llegamos a Dragon Pit los guardias nos acorralaron y ordenaron que fuéramos con la reina, Rhaenyra...
Aemond suspiró pesadamente - Me traicionaron, pero no moriré hasta ver a Rhaenyra muerta. Heleana necesito que vayas a buscar a Daeron y Tessarion, los necesitamos.
Heleana asintió - ¿Dónde quedarán mis hijos? No quiero que mueran en ésta guerra.
- Llévalos contigo, déjalos con alguien a quien Daeron confíe y luego volveremos con ellos, si no volvemos, me aseguraré que el pequeño Aegon los traiga de vuelta.
Heleana asintió dudando - Me tengo que ir hermanos, no hay tiempo que perder. - Ella tomó a los dos niños, los subió a Dreamfyre y pronto emprendió vuelo lejos de Dragonstone.
- Sólo tenemos a Sunfyre, Dreamfyre, Vhagar y Tessarion - dijo Aegon rodando los ojos - Es imposible ganar, ellos tienen a Syrax, Vermax, Caraxes y Meleys, dragones adultos y fuertes.
- Bruma, Vermithor, Cannibal, Sheepstealer, Grayghost y Silverwing viven en Monte dragón, ninguno permitirá que ellos destruyan su hogar.
- Si hermano, pero ellos querrán más dragones, Lucerys no tiene uno y cuando lo hagan vendrán aquí por ellos. - dijo Aegon.
- Lo sé, ahí atacamos nosotros - dijo Aemond encogiéndose se hombros. - Verminthor no dejaría que nada le pase a Vhagar, son muy unidos ahora.
Aegon suspiró - Estamos en guerra, la guerra que quisimos evitar.
Tal como Aegon había dicho, al siguiente día por la noche un dragón aterrizó lejos de Dragonstone, a los pies de Monte dragón, era Vermax y llevaba a Jacaerys y Lucerys. Aemond supuso que era para que el menor reclamara un dragón pero Aemond tenía un plan.
- Sobrinos... que sorpresa - dijo Aegon, tras él Sunfyre rugió.
En el cielo, un dragón negro se alzaba volando libremente sin jinete, Aemond sonrió, todo iba deacuerdo al plan.
- Lord Strong, es gracioso que te salvara la vida y ahora yo mismo te mataré - Aemond desenvaionó su espada.
Lucerys tembló.
Jacaerys se interpuso en su camino. - Rindete Aemond, ya no te queda nada.
- Al contrario, sobrino... Mis tropas están llendo a Kings Landing justo ahora - Aemond sonrió feliz - En cuanto a tu familia, será ejecutada por traición, usurparon mi trono.
- Tú y tú familia son los únicos usurpadores - Jacaerys gritó.
- Ciertamente no, solo ayer todos se declararon leales a mi y a mi heredero, esto que están haciendo, es traición sobrino.
Jacaerys se acercó y dio el primero golpe con su espada siendo detenido por Darkfire bloqueando el golpe.
- No digo que se rindan, sobrino. Porque ya no habrá perdón para ustedes - Dijo Aemond suficientemente alto para que ambos Velaryon escucharan.
Lucerys atacó y fue retenido por Aegon con demasiada facilidad.
- Quieto - Aegon le susurró al oído desarmando al menor.
Aegon manipuló algunas cuerdas y las amarró en las manos de Lucerys. Vermax chillaba mientras intentaba golpear con su cola. - Sunfyre - Aegon dijo y el dragón de inmediato detuvo al dragón más pequeño contra la arena mordiendo su cuello haciéndolo sangrar rápidamente.
- Tengo a tu dragón y a tu hermano - Dijo Aemond y golpeó con fuerza a Jacaerys derribandolo al suelo. Pateó su costado y lo alejó de su espada. - ¿No debieron aprender algo de Ser Harwin Strong?, Porque son terribles con la espada.
- Estúpido de Rhaenyra para enviar a dos niños solos sin que puedan defenderse - Aegon se burló haciendo que Lucerys cayera de rodillas a la arena.
Aemond tomó el cabello de Jacaerys y lo golpeó en el rostro derramado sangre de su nariz y labio partido, por un momento quedó aturdido y Aemond aprobechó tomando las cuerdas y de igual forma lo amarró para que no puedese hacer más, lo empujó hasta su hermano y golpeó de nuevo para que se arrodillara a lado de Lucerys.
Aemond se permitió mirar a Lucerys por primera vez desde que habían llegado a la isla y sonrió - Tienes el mismo rostro de puta que Rhaenyra. Quizás te abría tomado a ti en vez de a Daemon, seguro abrías abierto las piernas mucho más rápido.
Lucerys se quejó cuando las uñas se cernieron contra su barbilla lastimandolo. Con su dedo pulgar acarició suavemente su mentón y luego se retiró como si su piel quemara.
- Yo no quería esto, les di todo para que vivieran una vida llena de lujos y placeres dignos de príncipes y princesas - Aemond envainó su espada. - Me traicionaron y su castigo será la muerte.
Ambos Velaryon temblaron sabiendo que sería su fin.
- Sunfyre. Dracarys - dijo Aegon.
El dragón dorado escupió fue sobre sus cuerpos y pronto los cuerpos quedaron completamente quemados y sin vida, el dragón aún estaba moribuendo desde hace minutos mientras se desangraba por la enorme mordida en su cuello, no pudiendo salvar a su jinete.
Un fuerte rugido se escuchó en los cielos y el batir de las alas mucho más cerca.
- Hay que irnos, es el turno de Cannibal de hacer su parte - dijo Aemond. Aegon le tendió la mano y ambos montaron al dragón dorado escapando de la escena.
Cannibal aterrizó en la arena cerca de los cuerpos cocinados, rugió gustoso y quemó al dragón terminando con su vida, luego comenzó a comer su cena gustosamente.
Al día siguiente, una de las pocas personas que aún residía en Dragonstone envío un cuervo a Rhaenyra para decir que habían encontrado los cuerpos de sus hijos medio quemados y Vermax hecho pedazos, aún eran un reconocibles ya que el dragón no había quemado por completo su carne y no se los había comido, solo el dragón había sido su cena, todo se lo atribuyeron a Cannibal ya que por la noche pudieron visualizar desde Dragonstone como el dragón bajaba a la playa.
Rhaenyra estaba de luto y fue perfecto para atacar Kings Landing, las tropas de Invernalia y Harrenhal se abrieron paso hasta la capital y el derramamiento de sangre comenzó, hombres contra hombres, espada contra espada.
- ¡Él mató a mis hijos! - chilló Rhaenyra histérica mientras lloraba.
- Fue Cannibal ¡Sabes que ese dragón vive ahí y aun les permitiste ir! - dijo Daemon mientras apretaba la empuñadura se Darksister, una manía que había adquirido con los años cuando estaba molesto. - Ahora están muertos y la guerra sobre nosotros.
- Las tropas de Cregan están atacando nuestra ciudad mientras discutimos, nos ha traicionado ¡el norte nos traicionó! - dijo enterrando sus uñas en su vestido. - ¿Cómo no pudiste saber que era deboto a Aemond?
- Aemond no compartía eso conmigo - dijo Daemon frunciendo el ceño. - No era de mi interés saber con quién o no se acostaba.
- Ahora tenemos a todo el norte en nuestra contra - Rhaenyra lo señaló molesta.
- Madre... Los aldeanos han entrado a Dragont Pint, están destruyendo los huevos y todo. - dijo Joffrey entrando corriendo.
- Syrax... - Rhaenyra corrió hasta la puerta.
- Caraxes - dijo Daemon siguiéndola.
Los dragones eran grandes, fuerte y casi invencibles pero estaban atados por orden de Rhaenyra, ella los había devuelto a los confines de las cuevas, de nuevo y ahora estaban a punto de ser masacrados por grandes masas de personas.
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Dragon's Blood (Daemond)
Fiksi PenggemarPor un segundo sus miradas se cruzaron y Aemond se estremeció de pies a cabeza, Daemon tenía el peligro escrito en su mirada pero el joven príncipe quería más que una simple mirada. O dónde Aemond se obsesiona con Daemon desde que lo vio por primera...