Capítulo 13

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Aemond había llegado hace poco a Harrenhal y todo era un caos, cientos de personas gritaban por colgar su cabeza y exigían que se retirara del trono como Aegon lo había hecho.

- Se niegan a obedecer, dicen que es un usurpador  - Dijo el hombre temeroso de recibir la ira del rey.

Aemond tarareó. - ¿A quién obedecen?

- Princesa Rhaenyra, mi Rey.

- Bien, hay que dar un incentivo a estas personas ¿no lo crees? - Aemond tomó su espada Darkfire, la espada de Aegon el Conquistador. - Yo seré su único Rey.

Por otro lado, Rhaenyra estaba encantada con que su plan había funcionado, Aemond se había ido de la Fortaleza Roja y Daemon estaba a cargo, lamentaba la vida de las personas en Harrenhal pero ellas mismas se habían ofrecido a ayudar para quitar al usurpador del trono.

- Daemon, finalmente el día a llegado - dijo Rhaenyra  - He enviado a mis hijos a las casas para que juren su lealtad a mi, Aemond está muy ocupado en Harrenhal para darse cuenta.

Daemon perdió la compostura por un momento - ¿Fue idea tuya?

Rhaenyra asintió - Si, es momento mi amado, tomaremos lo que se nos a quitado.... ¿Dónde está Aegon y Heleana?

- Se han ido, no se a dónde, Aemond les permitió viajar por el mundo junto a los niños y sus dragones - dijo encogiendose de hombros.

- Bien, si vuelven los encierras - dijo ella simplemente  - Esperemos por la llegada de los chicos.

Mientras que en Winterfell, Jace aterrizó con Vermax no muy lejos de la casa Stark y fue bien recibido por Lord Stark.

- ¡Jace! Tiempo de no verte, recientemente acabo de llegar de Desembarco del Rey.  - Cregan le palmeó la espalda. - ¿A que se debe tu visita, mi amigo?

Jace le sonrió y luego hizo una mueca - Me temo que no son buenas noticias.

Ambos se adentraron al castillo y se pusieron cómodos dónde nadie interrumpiera.

- ¿Y bien? - preguntó Cregan.

- La guerra se aproxima... entre Aemond y Rhaenyra. - dijo Jace - Necesitamos que tu casa le jure lealtad a la reina.

- Un momento... pero ellos estaban bien recientemente - dijo Cregan frunciendo el ceño.

- No, nunca lo fue, solo era una estrategia de la reina, Daemon era un espía dentro de la Fortaleza Roja, Aemond confía ciegamente en Daemon así que nunca sospechó - dijo encogiéndose de hombros. - Ahora Aemond está en Harrenhal por una trampa de mi madre, cuando Aemond vuelva, el castillo y todo estará tomado por los negros.

Cregan lo miró por un momento debatiéndose que hacer con esta información  pero asintió finalmente  - Dile a la reina que tiene todo mi apoyo y el del norte, es un honor pelear por y para ella.

- Se lo haré saber, Aemond tiene a la casa Wylde, Lannister, Strong y otras veinticinco casas más. Será una guerra dura pero si todo va con el plan, todo acabará antes de comenzar y la reina estará en el trono de hierro antes que Aemond vuelva.

Cregan asintió.

- Me despido, Lord Stark, debo ir a otros lugares  - Jacaerys se puso de pie y rodeó a Cregan con sus brazos.

- Ten un buen viaje mi príncipe  - dijo Cregan.

Cuando Jacaerys finalmente se fue, Cregan suspiró pesadamente - Lo que te hubiese ahorrado si te hubieses casado conmigo, Aemond.

Cregan tomó un pergamino y comenzó a escribir con detalles lo que Jacaerys había revelado, luego envió un cuervo a Harrenhal para advertir a Aemond, el joven Rey no se merecía una traición así, había sido bueno con toda su familia desde que asumió el trono y su propio esposo lo traicionaba de esta manera.

En Harrenhal, las personas seguían reunidas gritando blasfemias, Aemond estaba cubierto de sangre y barro había dejado a su paso unos cuentos cadáveres, le daba rabia que todas estas personas siguieran apoyando a la perra de su hermana a pesar de que él les había dado todo, comida, techo, medicina, incluso había cerrado todo tipo de cosas ilegales que afectaban a las personas del pueblo y le agradecían siendo debotos a Rhaenyra.

Rhaenyra a quién le había perdonado la vida, a quién le entregó su hijo sano y salvo, a quienes les dejó sus títulos, tierras y riquezas, quien cuyo hijo fue recién nombrado heredero al trono y fue bienvenida a Desembarco del Rey. Rhaenyra le pagó acostándose con su esposo a sus espaldas.

Un cuervo llegó a él llevando un pergamino consigo con el sello de la casa Stark tan reconocible por el lobo. Se dejó caer en el pasto junto a Vhagar y abrió el pergamino esperando que fuese de su amigo Lord Cregan Stark.

" Mi Rey , escribo esta carta para advertirte de la traición que se a planeado en tu contra. Esta mañana he recibido la visita del príncipe Jacaerys Velaryon quien a pedido que Invernalia jure lealtad a la princesa Rhaenyra Targaryen ya que justo ahora mientras tu estás en Harrenhal, ella junto al Rey consorte Daemon están robando tu título, han enviado a otros mensajeros a otras casas para apoyar su reclamo. Debes volver a Desembarco del Rey antes que sea demasiado tarde, el hombre que a dormido a tu lado todo éste tiempo, ha sido el principal espía de Rhaenyra. Mis más sinceras disculpas por lo sucedido, quiero que sepas que tienes todo mi apoyo y de todo el norte para esta guerra."

Aemond nunca había llorado desde que perdió su ojo cuando era niño, pero ahora no pudo evitar que sus lágrimas se derramen por su único ojos, su vista se nubló y golpeó el suelo con su puño haciéndose daño, debió ser más duro con Rhaenyra y Daemon desde un principio, les otorgó tantas libertades. Su propio esposo había conspirado en su contra y ahora se sentaba en el trono de hierro mientras él estaba aquí cubierto de sangre y tierra sentado en la hierba mientras tembalaba por los sollozos.

Con manos temblorosas tomó las riendas de Vhagar y subió hasta la silla, la dragona sentía su dolor y quería su venganza, anhelaba la guerra y la muerte de sus enemigos tanto como él lo deseaba.

- Sōvēs Vhagar - dijo, la dragona de inmediato alzó sus alas en el cielo obedeciendo, pasaron sobre las personas que protestaban amargamente  - Dracarys.

Vhagar escupió fuego sobre cientos de protestantes servidores de Rhaenyra y luego ambos se dirigieron a Desembarco del Rey esperando llegar antes de que sea demasiado tarde.

Cuando Aegon y Heleana llegaron a Dragon Pit,  fueron recibidos por la guardia real, los dragones gruñeron amenazadoramente haciendo que los hombres retrocedieran.

- Por orden de la reina Rhaenyra Targaryen, deben acompañarnos  - dijo Ser Errik.

Aegon aturdido miró a su esposa y luego al guardia - ¿Dónde está mi hermano?

Los guardias no respondieron y desenvainaron sus espadas.

- La danza solo se postergó, nunca se evitó - dijo Heleana aferrándose a su hijo Jaehaerys temiendo que se lo quitaran.

- Sōvēs Sunfyre  - dijo Aegon cuando vio el miedo en su esposa, los guardias cada vez llegaban a Dragón Pit, algo no andaba bien.

- Sōvēs Dreamfyre  - dijo Heleana y la dragona siguió a Sunfyre por los cielos alejándose de Desembarco del Rey.

Ambos pasaron por sobre la Fortaleza Roja y vieron que el lugar habitual de Vhagar estaba vacío, en su lugar estaba Syrax y Arrax quienes no les prestaron atención.

- Le han hecho algo a Aemond, hay que alejarnos hasta que sepamos lo que ocurre - le gritó a Heleana para que pudiese escuchar y ella asintió sin dejar de aferrarse a su hijo.

Aegon de igual forma protegió a su pequeña Jaehaera con temor que algún dragón los siguiera, pero nadie los siguió y se resguardaron en Monte dragón, sabían que era peligroso por los dragones sin jinete y salvajes pero era el único lugar donde nadie buscaría.

Dragon's Blood (Daemond)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora