༒CAPÍTULO 1༒

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(Aviso que hubo un pequeño cambio en el prólogo, donde Nanami no está tomando, solo está fumando, y el salto de tiempo ya no es de 3 años, es de 10 años.)

JUDIT...

Ver a mi madre ponerse feliz por los logros de las hijas de sus amigas fue una costumbre, una algo dolorosa, porque las comparaciones no se hicieron esperar y sus expectativas en mi fueron devastadoras.

Mi salvación fue la iglesia, la única buena conexión que tenía con mi madre y la única manera en la que me ponía atención. Recuerdo la gran sonrisa de ella cuando me recomendaron realizar el noviciado, estaba esperando esta oportunidad hace mucho. Servirle a Dios como monja, alguien culta. Se me llenó el pecho de una emoción inefable. Era casarme con Dios o con la desdicha que sentía en mi hogar.

Siempre creí que esto sería un paraíso pero...

¿Cómo debo reaccionar si alguien respetable como un sacerdote hace cosas malas en la casa de Dios?

Digo malas porque mi madre siempre dijo que todo padre que haga eso no merecía llamarse sacerdote, no merecían llevar la voluntad de Jesús, ni seguir un camino de luz.

¿Qué hago?

Callar también sería un pecado... ¿verdad?

Ignoro la decepción que me causa eso; todo esto.

Solo fui a ver dónde estaba el padre Nanami, pero no, él tenía que estar corrompido por el diablo justo cuando yo lo iba a saludar. ¿Por qué esa madre superiora me envió a mí? Nunca es necesario contactar a un sacerdote cuando llegamos nosotras a un nuevo convento. Creo que como es un sitio diferente, debe de manejarse diferente.

-Buenos días, chicas -se levanta Carmen, una de las novicias. -Es hora de desayunar, las hermanas prepararon algo delicioso.

Me alegro...

-Que bien, podremos desayunar con el Padre Nanami...

Ay no...

De mala gana me levanto y me dan un sermón ya que me exigen más energía, que sea más alegre, sin embargo, yo sigo pensando en cómo enfrentar al padre pecador. ¿Lo acuso?

- ¡El padre Nanami es un pecador!

-Todos somos pecadores -todas me dicen.

No, no. Tengo que dejar los escenario inventados de mi mente.

De esa forma no, es muy imprudente para que me crean, y aunque lo haya visto, ni yo me lo creo. Mis compañeras son regañadas por la más seria cuando comienzan a hablar con morbo del padre. Somos mujeres que vamos por el camino de Dios, no podemos pensar en eso.

¿Qué hago?

Por ahora me voy a enfocar en mi objetivo, completar mi noviciado pulcramente. Nada de eso me tiene que afectar en los dos años que esté aquí.

Nos sentamos en una mesa grande de longitud, y lo primero en lo que me fijo al ver el desayuno es en el café humeante que me sirvieron y  tomo gustosa después de soplarlo. Veo los rayos del sol filtrarse por la sala, podemos ver el jardín que hay al rededor, un rayo de sol me da en la cara y agradezco a María que se mueve un poco para que no me vuelva a dar hasta que termine con el desayuno.

El sol es lo único que me da tranquilidad, este convento no es lo que me esperaba, queda muy lejos de un pueblo, que queda demasiado lejos de la ciudad. El convento tiene un aire medieval que es hermosamente escalofriante. Lo único bueno son las plantas y la hermosa vegetación que hay al rededor. Bosque que se extienden a miles de millas. Eso de día... De noche no es más que un mal sueño de terror en donde piensas que de ahí saldrán creaturas horrorosas con sed de sangre, y el convento el lugar que ve y calla.

PADRE ~NANAMI KENTO~ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora