༒CAPÍTULO 9༒

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(Vamos a probar otro tipo de narración a ver qué tal, por hoy, me dicen si les gustaría más caps con esta narración)

✝️

Judith comenzó a temblar, la lectura de aquella carta fue un golpe demasiado inesperado para ella, que su pasado la persiguiera, que sus pecados la encontraran cada vez más, sin ella, poder escapar de ellos por más lejos que iba. Esos eran sus pensamientos, los que alcanzaba a generar su mente perturbada.

¿Era aquello verdad, Judith era una asesina?

¿Por qué llegó a hacer aquello?

¿Sería ella capaz?

Judith intentó contener la compostura, pues no podía ni quería que su nerviosismo la sometiera a un interrogatorio con el padre Nanami. No quería recordar nada de su pasado, más porque en la actualidad se tenía que enfrentar a olvidar hasta los propios secretos que carga.

Quería escapar de su pasado, pero en su mente se instaló otra duda, ¿Por qué aquel que le sacó en cara la muerte de esa chica decía que podía ayudarla?

Sin duda, y aunque no quisiera; tenía que hablar con él.

Decidió guardarle este detalle a Nanami.

Se bañó escondiendo la carta entre el hábito, se puso su bata de dormir al salir y secó levemente su cabello, estaba ansiosa porque Nanami no apareciera tanto por la vergüenza y por miedo a que encontrara la carta, tenía que deshacerse de ella.

Se encaminó hacia la cocina en busca de Carina, tenía que arriesgarse pues no sabía si podía contar con el silencio de la hermana, pero tenía que intentarlo; pues Judith la había cubierto una vez.

Llegó, abrió y vio a la hermana Carina dormida; sentada en el banco y recostada en el mesón. Se compadeció de ella pese a su nerviosismo y buscó el fuego de la leña aún encendido, y quemó lentamente la carta mientras pensaba. El olor despertó a la hermana que alarmada le preguntó qué hacía.

—Solo quemaba papel, hermana —le dijo Judith, no quería ocultarle nada, quería ver si podía confiar en ella.

—¿Una carta? ¿De quién?

—No lo sé, pero me la dejó y no quiero que el padre se moleste por no decirle, así que para que no la encuentre la estoy quemando —susurró.

—Oh... —la hermana la miró pensando algo que Judith no podía descifrar, pero dedujo que se debatía si decirle a Nanami o no—. Dámela, la quemaré yo por si alguien entra, yo tengo más probabilidades de que me llegue una carta, sino, te meterás en problemas.

Judith dejó que ella se le acercara y tomara su lugar quemando la carta. Antes de que la carta se quemara completa; la Hermana deja caer el pequeño pedazo de papel escrito al suelo al quemarse, Judith la ayudó y se sentaron sin darle importancia al trozo de papel, pues en la mente de la hermana pasó que cuando barriera la cocina lo votaría a la basura o lo terminaría de lanzar al fuego.

La puerta se abrió dándole paso al padre Nanami, el cual, buscaba a Judith desesperadamente porque no la encontraba por ningún lado, y estando de noche era obvio ese miedo de que estuviera con los demonios y más con lo curiosa que era.

Miró la escena y frunció el ceño un tanto disgustado, pues la hermana Carina si se había quemado bastante el dedo que hasta tenía sangre, le dijo que la llevara a la habitación en silencio, ahí había un botiquín. Nanami se quedó un momento detallando la cocina cuando se encontró el pedazo de papel, el cual, no hubiera tomado si no se hubiera asomado un rastro de tinta que logró ver. Entonces desafortunadamente la tomó y leyó las últimas palabras:

PADRE ~NANAMI KENTO~ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora