༒CAPÍTULO 10༒

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JUDITH...

📍🖲📍

Mis rodillas duelen y las palmas de mis manos también, el Padre Nanami sostiene el cinturón mientras camina conmigo guiándome, a la vez la vergüenza no me deja pensar bien. Siento esa suciedad de cuando cometes actos para nada morales.

Suciedad que no me disgusta ya que vengo albergando todo tipo de pensamientos basándome en la moral y en cómo he aprendido que la hipocresía es algo que todos tenemos. ¿Religión? No soy digna, no soy pura, no soy inocente ahora. Lo único que me ata a esto es el hábito blanco que permanece en el suelo quitándole todo lo sagrado; me ata este lugar del cual espero salir.

¿Pura?

Mis pensamientos llegan a otros lados, ¿Pura yo? Si me encanta la sensación de morbo, el cómo me regocijo ante la suciedad del acto que comete el padre conmigo, haciéndome gatear desnuda hacia el altar donde en lo alto me espera la figura de Jesucristo mirando con asco el pecado lujurioso que cometemos, ¿pura yo? Si el deseo y la sensación de excitación me estremecen con cada paso, con el jaloneo que le da a mi cuello cuando me pide que lo mire mientras gateo.

Sus ojos filosos provocan el latir de mi entrepierna porque sé lo que me espera, ya que haré todo lo que tenga que hacer para no estar de vuelta en ese convento. No voy a arriesgarme al peligro de mis teorías.

Mis manos chocan con el primer escalón hacia el altar los cuales subo lentamente en cuatro patas, a la vez, que él se queda atrás de mi mirándome lentamente, las mejillas me arden porque sé que está viendo toda mi intimidad mojada en esta posición.

Me quedo en mi lugar cuando llego.

—No te muevas —ordena—. Abre más...

No entiendo hasta que la punta de su pie da un leve golpe entre mis muslos y temo que con esta toque mi intimidad, abro más las piernas a la vez que sigo sometiéndose a él en la misma posición.

Siento su dedo meterse en mis pliegues para frotar erizándome la piel, aprieto los dientes ante la excitante electricidad que me viaja por el cuerpo.

— ¿Qué verdad busca ese chico?

Percibo como se pone de rodillas un escalón debajo de donde estoy, el calor de sus manos en mis glúteos se expande por mis caderas y vulva.

—No puedo decirle, Padre, yo...

La nalgada que arremete contra uno de mis glúteos me hace saltar mordiéndome el labio, me agarra las caderas para que me quede quieta.

—Preguntemos de nuevo: ¡¿Qué verdad busca ese chico?! —pregunta de manera más dominante.

—U-Un secret-

Otra nalgada me corta, decido hablar.

— ¡Es sobre mi amiga, él era novio de mi amiga!

— ¡¿Y qué quiere?! —Vuelve a azotarme.

—Qué le diga cómo murió ella...

Aprieto los labios y cierro los ojos.

—Y dime, muñeca... ¿Cómo murió?

—Se cayó por unas escaleras muy largas, se golpeó mucho la cabeza... —gruñe y me muerdo el labio, pero sigo—. Al llegar al hospital murió.

Masajea mis glúteos azotados, se incorpora un poco subiendo al escalón donde me encuentro para pegarme su entrepierna dura y acercarse a mi oído:

— ¿En serio? ¿Y por qué no se lo dices? Por lo que escuché él sabe muy bien esto. ¿Dime qué es lo que investigó? ¡¿Por qué dijiste que la mataste ah?!

PADRE ~NANAMI KENTO~ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora