༒CAPÍTULO 6༒

299 35 28
                                    

NANAMI...

Sus ojos están llenos de terror, tiembla mientras me agarra de la túnica, le hablo con un tono suave para tranquilizarla. María sin duda la ha de haber lastimado, la mejilla de Judith está hinchada y el simple hecho me molesta.

-Ven siéntate.

La tomo de ambos codos sentándola conmigo en uno de los bancos largos, sus manos me aprietan los brazos cuando me los sujeta.

Esta niña me causa mucha intriga, puede mentir sin temor, esconde algo grave para mí y todo esto la aterra... ¿Qué tipo de gente es?

Me he topado con muchos mentirosos, no puedo decir que ella es única y diferente pero es irreal su comportamiento, es algo que no he visto pero puedo reconocer.

Es confuso, ella es confusa.

-¿Por qué vienes a mí? ¿Sabes que soy el padre verdad? Sé sobre lo de María.

-¿Y sobre lo de la hermana Carina?

Sus grandes ojos no dejan de encontrarse con los míos, me causa una corriente enferma por la espina dorsal, está desesperada, pero me cuestiono si debería creerle.

-¿Qué haz visto Judith?

Sus ojitos se vuelven a llenar de lágrimas.

-Un tipo la ha besado Padre ~ ¿por qué? dígame una sola razón religiosa para hacerlo. ¿La hay?

-No, hija, no la hay.

-¿Usted sabía verdad?

-Escucha bien Judith, vamos a ir a mi habitación y ahí hablamos mejor.

-No... Usted, usted me va a hacer algo y...

-Eh.

La agarro por los hombros intentando detener su ataque nervioso. Teme que le haga algo malo, teme correr el mismo destino que María y el de la hermana Carina. No me equivoqué ante que era curiosa pues por ello está aquí.

-No te haré nada malo, hija, solo sígueme a mi habitación es el lugar más seguro que hay a estas horas de la noche, no puedes ir a las habitaciones con las demás novicias; ahí encontraras a María y no confío en ella. Ven conmigo conversáremos ahí -Le comienzo a susurrar -Nos puedes escuchar y me voy a meter en problemas, ¿bien?

Se queda pensando y sé que no puede contradecirme, no le queda más que confiar en mí, María no es una buena chica aunque así la pinten, y ese narcisismo la llevó a hacer cosas que no debía. No quiero que le vuelva a hacerle algo a Judith.

-Bien -dice al fin asintiendo con nerviosismo. -Voy a confiar en usted.

-Vamos.

La llevo a mi habitación subiendo las escaleras la ayuda pues está en paranoia mirando a todos los lados con miedo. Abro la puerta invitándola a pasar, duda un instante pero entra, la sigo con mi mirada. No sé por qué siento que me atacará, o tal vez sea eso lo que quiero que haga, ¿En realidad está asustada? ¿Está fingiendo? Esta chica me tiene creando escenarios en mi mente como loco, siendo que no todos son normales o sanos.

Me cuestiono que debería decirle.

-Siéntate en la cama, con confianza.

-Eh... S-sí.

Lo hace despacio, el acto llega a desesperarme por la lentitud, me siento al lado de ella cuando termino de cerrar la puerta, antes de eso me percato que nadie nos haya visto, nunca hay nadie por aquí solo yo pero no está demás ver bien.

-Judith, haz visto cosas que no tuviste que ver en este convento. Tu situación es difícil, porque a diferencia de las otras novicias...

- ¿Diferencia?

PADRE ~NANAMI KENTO~ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora