I Bet My Life

Ayer II

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—¿¡Cómo puedes ser tan tonto?!— gritó Ace arrojándolo contra la pared sin importarle sus heridas. Aunque siendo sinceros, a este punto ya no sentía el estado de su cuerpo.

Luffy lo miró asustado, había hecho enojar a Ace, otra vez.

—¡Te dije que te mantuvieras alejado! ¿¡Acaso quieres morir?!

—¡Quería cazar a ese oso!— dijo Luffy poniéndose de pie y enfrentándolo.

—¿Cazarlo? ¿Tú querías cazarlo?— soltó una risa histérica— ¡Estás herido! ¿Cómo piensas hacer cualquier cosa cuando te estás desangrando?— le señaló las vendas en su torso que se estaban tornando rápidamente rojas.

Luffy apretó los dientes. Acababan de regresar de cazar...o algo así. Nada había salido como Luffy lo planeó. En verdad quería mostrarle a Ace que él era fuerte, que no necesitaba preocuparse por él, que no era un bebé llorón, en verdad quería cazar al oso, estuvo a punto de hacerlo pero... Ace...

—¡Lo habría cazado si no hubieras interferido!

—¡Si no hubiera interferido habrías muerto! ¿Así me agradeces?

—¡Ya lo tenía!

—¡No es cierto! El oso estaba a punto de enterrarte sus garras y no habrías podido hacer nada porque con trabajos puedes moverte— le tocó el abdomen haciendo que Luffy se doblara del dolor—¿ves? ¿¡Qué carajos piensas que pudiste haber hecho, eh?! ¡Te dije que te quedaras atrás! Te dije que me lo dejaras a mi. Si no hubieras sido tan necio estaríamos los dos comiéndonos a ese oso, ¡pero gracias a tu estupidez nos quedamos sin presa! ¡Sin comida!

—¡No es cierto! ¡Ya lo tenía!—insistió— ¡Pudimos habérnoslo comido si no hubiera sido por ti!

—¿Qué?— la voz de Ace se volvió oscura y peligrosa— ¿qué estás diciendo? ¿Estás diciendo que no quieres estar conmigo?

—¡Yo nunca dije eso!

—¡Es lo que estás diciendo!

—¡No!

—¿Acaso preferirías no volver a verme?

—¡No!

—¿Preferirías que no nos hubiéramos conocido nunca?

—¡No!

—¡Preferirías que yo no hubiera nac-!

—¡Ya cállense ustedes dos!— gritó Dadan entrando a su cuarto —¡Dejen de gritar, hacen que me duela la cabeza!

—¡Tú también estás gritando!

—¡Suficiente!— los tomó a ambos de la camisa y los arrojó fuera de la casa— ¡Y no regresen hasta que se hayan calmado!— azotó la puerta.

Ace y Luffy se quedaron mirando la puerta unos segundos antes de que Ace decidiera levantarse y empezar a caminar rumbo al bosque, pero se detuvo en cuanto se dio cuenta de que Luffy lo seguía de cerca.

—¿Qué haces?— preguntó, pero Luffy sólo lo miró confundido, como si fuera algo obvio. Ace suspiró pesadamente— Luffy, no me sigas— siguió caminando pero Luffy siguió detrás de él— ¡Que te vayas!

—¡Pero Ace!

—¡Pero Ace nada! No quiero verte ahora, Luffy, vete.

—¿Pero a dónde vas?

—A algún lugar.

—¿Pero donde?

—No te importa.