Capítulo 15

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IMPORTANTE Hola, antes que nada les tengo una pregunta ¿Ustedes ven los guiones como guiones largos «—» o guiones cortos «? Es que según yo pongo los guiones largos  pero cuando cambio de dispositivo se ven como guiones cortos.
N

ecesito saberlo para ver si puedo arreglarlo y que se vea bien o hacer algo.
Bueno, díganme eso y disfruten el capítulo.

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Una familia...

La fiesta ya había terminado y todos los piratas ya estaban dormidos. Todos menos uno.

Ace se paró frente a la gran puerta del camarote de Barbablanca. Su mano se balanceaba nerviosamente, cuando estaba a punto de tocar se arrepentía y comenzaba a caminar en círculos. Esto se repitió unas cinco veces más.

"Eres un pirata Ace, no puedes tenerle miedo a algo como esto" se dijo.
Ahora sí, ahora sí tocaría. Se puso frente a la puerta y respiró un par de veces, estaba decidido. Levantó su mano y estaba a punto de tocar cuando...

—Puedes pasar— dijo Barbablanca desde dentro.

Ace saltó un poco del susto pero se recompuso rápidamente.

—¿Sabías que estaba aquí, viejo?— preguntó Ace entrando y cerrando la puerta tras de sí.

Barbablanca estaba sentando en su gran cama mirando a Ace atentamente.

—No pude evitar escuchar tus pisadas nerviosas.

—No eran pisadas nerviosas...— murmuró Ace con la cara enrojecida.

—Bien, ¿qué estás haciendo aquí a ésta hora?— preguntó Barbablanca.

Ace se quedó quieto mirando al piso sin saber que responder. Cierto ¿Qué estaba haciendo allí? Es verdad que esa noche se sentía inquieto y que no podía dormir pero...
Barbablanca sonrió y dio unos suaves golpes al colchón junto a él. Ace lo vio y rodó los ojos, ¿qué era? ¿un niño? De cualquier forma subió a la gigantesca cama y se sentó al lado de Barbablanca. Tenía la cabeza gacha y estaba jugando distraídamente con sus manos, tenía que ordenar sus pensamientos primero.
Barbablanca no lo apresuró, esperó pacientemente a que Ace hablara primero.

—Viejo—dijo Ace por fin aún sin levantar la mirada—tú...¿por qué les dices hijos a tu tripulación?

Barbablanca sonrió.

—¿Eso es lo que quieres saber?— preguntó y Ace asintió— Es porque ésta tripulación es mi familia.

—Pero ¿por qué?— insistió Ace— ¿Cómo puedes verlos como una familia? Eres el pirata, no... Eres el hombre más poderoso de todos los mares, podrías obtener lo que quisieras, riquezas, poder, el One Piece, ¡todo! No necesitas una familia para eso, ¿entonces por qué lo haces? La familia no es más que una carga inútil.

—Ace—dijo Barbablanca con voz suave— en eso te equivocas. No podría obtener nada de eso si no fuera por mi familia, si no fuera por ellos no estaría aquí en primer lugar.

—¿A qué te refieres?

—No siempre fui el gran pirata que hoy conoces ¿Sabes? Nací en una isla extremadamente pobre donde el crimen estaba al orden del día, asaltos, secuestros, asesinatos, todo. La mayoría de personas allí ni siquiera llegaban a la vida adulta, yo decidí que no iba a morir así. Salí al mar muy joven, mucho más joven que tú, todo lo que quería era conseguir riquezas y poder, todo lo que me permitiera vivir por encima de todos y dejar mi vida anterior atrás. Estuve en varias organizaciones criminales y conseguí las riquezas y el poder que buscaba, pero no era suficiente. Esas organizaciones eran todas iguales, una más sanguinaria que la anterior, los integrantes a duras penas podrían ser considerados compañeros, todos se traicionaban entre todos constantemente, lo único que nos unía era nuestra sed de riquezas y haríamos lo que fuera para obtenerlas.
La última tripulación en la que estuve era particularmente despiadada, todos los días alguien era asesinado, era matar o morir, ni siquiera se podía dormir sin tener un ojo abierto. Cuando finalmente la tripulación se desmanteló, yo ya había perdido toda motivación. Mi vida no había dejado de ser la misma que había sido siempre, no había dejado de traicionar y matar por sobrevivir, estaba harto. Tomé el botín que pude y escapé hacia una isla. Mi plan era quedarme allí y gastar todo mi dinero en algún bar hasta fallecer, pero en vez de eso conocí a Marco.

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