Capitulo 14

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¿Qué? ¿Dos actualizaciones en un sólo día?
Váyanse preparando porque hoy tiembla

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Era un nuevo día en el Moby Dick y el barco estaba tan tranquilo como de costumbre.

—¡Barbablanca! ¡Toma esto!

—¿¡De dónde carajos sacó esa hacha?!— gritó Marco incrédulo al ver a Ace blandir un arma del doble de su altura contra Barbablanca.

Esa era un arma que estaba cuidadosamente guardada en la artillería del barco cerrada con doble candado. La única persona que tenía acceso directo a la artillería además de Oyaji y él mismo era...

Volteó a ver con severidad a Vista quien estaba a lado de él sudando frío. Vista, al saberse observado, palideció.

—No sé cómo pasó, Marco. Ace empezó a decir que no teníamos armas decentes en este barco así que le enseñé la artillería para cerrarle la boca y lo siguiente que sé es que estábamos buscando el arma perfecta para matar a Oyaji.

Marco se dio una palmada en la cara. ¿Cómo es posible que Vista haya caído tan fácilmente? ¿Ahora también era del club de "Matemos a Oyaji"? Increíble.

—¡Vamos Ace, ya casi lo tienes!— gritó Thatch desde atrás.

—¡AAAAAAAAH!

Un grito de guerra.

Un ataque.

Un golpe.

SPLASH

—¡Namur! ¡Ace se volvió a caer al agua!

—¡Demonios! Si no lo mata Oyaji lo voy a matar yo. ¡Ahí voy!

—Awww, estuvo muy cerca—dijo Thatch— Por cierto, Vista, la próxima reunión para matar a Oyaji es en dos días, martes a las 11 am, no faltes—Le guiñó el ojo y se fue corriendo a ver a Ace que estaba escupiendo el agua que se había tragado.

Vista enrojeció y salió corriendo para alejarse de la furia de Marco. ¿Cuántos más comandantes iban a unirse a ellos?

—Gurarara

—¡Oyaji, no te rías!

—Lo siento Marco, sólo me estaba preguntando cuando vas a unirte a ellos.

—¡Oyaji! —Marco lo miró ofendido— ¡Yo nunca haría eso!

—No lo sé Marco, dicen que Ace puede ser muy convincente. Tal vez debería empezar a cuidarme de ti.

—¡Oyaji! Deja de jugar, yo jamás intentaría matarte-yoi.

—Tal vez estás intentando que baje la guardia contigo para que me ataquen por la espalda.

—¡Oyaji! ¡Deja de decir eso!

—Está bien Marco, te creo, era una broma. Pero si voy a tener más cuidado contigo de ahora en adelante— dijo lo último en voz baja.

—¡Pues si en realidad piensas eso entonces por qué no sólo me uno a Ace y a su estúpido grupo y empiezo a intentar matarte!

El barco se quedó en completo silencio durante unos minutos y sólo ahí fue cuando Marcó se dio cuenta del gran error que había cometido.

—No, no no no no no. ¡No lo dije en serio!

—¡Marco!— gritó Thatch y lo abrazó— ¡Al fin decidiste unirte!

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