Capítulo 1

2.4K 170 50
                                    


Ni los personajes ni la obra me pertenecen, son propiedad intelectual de Oda. Creo que eso ya todos lo sabemos, pero he visto que todos las fanfics lo ponen así que ñeee, yo también lo pongo.
¡Disfruten!

——————————————————————————————

Ace caminaba por el bosque en total silencio sólo alumbrado por la luz de la luna. No sabía qué hora era, pero sabía que era tarde. Tal vez debería estar más preocupado por los animales nocturnos que habitaban Monte Corvo, pero hace mucho eso dejó de importarle.
Caminaba sin realmente ver sus alrededores, pateando piedras o pisando una hoja ocasionalmente, su cuerpo se sabía el camino de memoria así que su mente podía divagar y alejarse de ese lugar más de lo que él podía.

Antes de darse cuenta, ya estaba de regreso en la cabaña de los bandidos. Entró sin hacer ni un sólo ruido y se dirigió a su cuarto. Al abrir la puerta, lo primero que vio fue a su hermano, Luffy, mirándolo atentamente.
Maldición, esto es lo que quería evitar.
Lo ignoró por completo y fue al otro lado de la habitación para acostarse sobre las sábanas acomodadas en el piso.

Hace algún tiempo que los dos habían vuelto a vivir a la cabaña de los bandidos. De hecho, hace mucho que ninguno de los dos regresaba a la casa del árbol. No más casa del árbol, no más países. Sólo la casa de Dadan. Era más fácil y menos molesto, no tenía ganas de buscar otro lugar para vivir, además, pronto zarparía y se convertiría en pirata, viajaría por todo el mundo e iría donde quisiera, haría lo que quisiera. Sería libre.

—¿A dónde fuiste?

Ah, sí. Se había olvidado de él. No le respondió y siguió acostado dándole la espalda, con suerte el otro pensaría que estaba dormido y dejaría el tema por hoy. Pero no, nunca puede tener tanta suerte.

—Ace ¿dónde fuiste?— repitió acercándose un poco.

—No te importa.

Luffy se detuvo. Miró a Ace por unos segundos y justo cuando él pensó que por fin se callaría, volvió a hablar.

—Sí me importa. Dime, Ace.

—No quiero decirte.

—Pero... —suspiró— ...casi todas las noches te vas y yo quiero saber a dónde porque... siempre regresas tarde y yo-

—¡Yo puedo regresar a la maldita hora que quiera! — gritó dándose vuelta y mirándolo a los ojos por primera vez— Sólo quiero dormir, es molesto llegar y que estés tú aquí tratando de reclamarme por todo. Además es tu culpa ¿Por qué no simplemente te duermes? Siempre es igual, eres un idiota por quedarte despierto esperándome.

—¡Me quedo despierto esperándote porque no sé a dónde vas! Casi todas las noches sales enojado y no sé lo que estás haciendo. Yo sólo quiero saber que regresaste, que no...— apretó los labios y bajó la mirada mientras sus manos se aferraban a su playera.

—Entonces un día no voy a regresar— dijo con severidad. Luffy alzó la cabeza tan rápido que de no haber estado hecho de goma probablemente su cuello se hubiera roto—. No tengo porque decirte lo que hago o a dónde voy. Deja de preocuparte por mi, soy mucho más fuerte que tú, no me va a pasar nada—. Le dio la espalda nuevamente y cerró los ojos.— Ya duérmete o vas a despertar a todos los bandidos— agregó antes de que Luffy pudiera decir otra cosa.

No sabe cuándo fue que empezó, pero desde hace un tiempo todo lo que hacían él y Luffy era pelear. Es como si ninguno de los dos se soportara. Pensaba que eso había quedado en el pasado, pero ahora cada pequeña cosa que hacía Luffy lo molestaba irracionalmente. Sólo necesitaba un poco de espacio ¿por qué no podía entender eso? Luffy pasaba casi todo el día pegado a él, lo sofocaba.
Pero, a final de cuentas, él era su hermano menor, así es cómo era él ¿verdad? Así es como siempre había sido, desde el primer momento en que se conocieron.
Tal vez se había pasado un poco, sólo un poco. Después de todo, Luffy sólo estaba preocupado por él...tal vez.
Está bien.
Se lo compensaría.

I Bet My LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora