I Bet My Life

Arrepentimientos

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Entró muy sigilosamente a la enfermería. Si Whiskey se daba cuenta de que estaba allí fuera del horario de visita iba a matarlo o peor, pero tenía que ver a Thatch con urgencia.

Thatch seguía en esa camilla justo como lo había visto el día anterior, no se veía ni mejor ni peor.

—Thatch— susurró, aunque con el silencio de la noche pudo escucharse claramente.

Miró con cautela hacia la puerta que daba a los cuarteles de Whiskey y el resto de enfermeras y se aseguró que no hubiera ningún tipo de movimiento que indicara que lo habían escuchado.

Era peligroso hacer cualquier tipo de ruido, pero tenía algo que decirle, incluso si no estaba seguro de si Thatch podía oírlo o no.

—Thatch— repitió cuando asumió que era seguro hacerlo— Thatch, soy yo, Ace.

Thatch, como era de esperarse, no se movió ni mostró algún signo de que lo estaba escuchando o que al menos sabía que estaba allí.
Aún así, Ace continuó hablando.

—Ten, vine a dejarte esto— colocó un sobre sobre su pecho— Es la carta que le escribiste a tus hermanos. Lo siento, yo no la enviaré por ti, cuando despiertes tú mismo lo harás ¿lo entiendes? Serás sincero con ellos y les dirás todo, les dirás que eres un pirata, no importa si se enojan y se preocupan por ti, son tus hermanos, tienen derecho a preocuparse por su tonto hermano mayor.

La habitación se quedó en silencio unos minutos, los únicos sonidos presentes eran el bip de las máquinas que mantenían con vida a Thatch y el sonido de la máscara que lo ayudaba a respirar.
Ace suspiró pesadamente antes de continuar.

—Yo tampoco he sido sincero contigo. Yo...yo también tengo...eh...al menos tenía...solía tener hermanos, dos hermanos menores. Aunque nunca decidimos quién era el mayor pero es obvio que era yo— se rió por lo bajó al recordarlo, un sabor agridulce quedó en su boca—. Sus nombres eran Sabo y Luffy, juramos ser hermanos cuando éramos niños, pensé que nuestro lazo de hermandad duraría para siempre pero... Sabo murió poco después, tan sólo quería ser libre. Y Luffy...ja, a él ya lo conoces, es un pirata, un novato, no dejaste de pegar su cara por todo el barco ¿lo recuerdas? También te mentí en aquella ocasión, sí conozco a Luffy, es...era mi hermano, pero yo corté ese lazo y le hice tanto daño...no creo que pudieras perdonarme si supieras todo lo que hice.
Te digo esto porque sé que para ti la familia es lo más importante y lo siento mucho. Ya le hice daño a un hermano y es mi culpa que ahora te encuentres en este estado, pero no dejaré que Teach le siga haciendo más daño a mi familia.
Así que si quieres castigarme u odiarme...recupérate pronto. Y apuesto a que Luffy hará algo asombroso, no querrás perderte eso ¿verdad? Despierta pronto, Thatch.

Le dio una última mirada a Thatch quien permaneció igual de inmóvil que antes y salió de la enfermería tan sigilosamente como entró.

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Se detuvo frente a la gigantesca puerta. Hacía mucho tiempo que no sentía dudas para entrar al camarote de Oyaji, no desde que dejó de intentar matarlo.

Levantó la mano para tocar la puerta y la bajó inmediatamente. Tenía miedo de que al confesarle aquello a Oyaji, él dejara de considerarlo su hijo.

—Puedes pasar, hijo— dijo una voz desde el interior. Típico de Oyaji, ya sabía que Ace estaba allí desde el principio.

Ace abrió la pesada puerta y entró.