I Bet My Life

Capítulo 9

¡Hola a todos y Felíz Navidad!
Sí, sé que ayer actualicé, pero hoy es Navidad así que quería subir este cap como regalo. Aunque ahora que lo pienso pude haberme esperado y subir el capítulo 8 hoy, así no tendría que actualizar tan pronto, bueno ya ni modo.
En fin, espero que disfruten este cap y especialmente que disfruten de esta Navidad con todos sus amigos y familia o con quien sea que pasen estas fechas.

——————————————————————————————

Tres muertos vivientes caminaban arrastrando los pies. Todos los que los veían se alejaban inmediatamente y los evitaban a toda costa, pero ellos no se daban cuenta de esto pues su visión estaba nublada y sólo había una cosa en sus mentes.

—Comida...

Despacio, entraron al comedor y se dejaron caer en las sillas sin energía. Sus ojos estaban vacíos y hundidos, su piel era completamente pálida y su hedor era muy fuerte.

Los tres comenzaron a toser cuando Izo se acercó a ellos y los roció con perfume.

—¡Izo! ¿Qué te pasa?— protestó Thatch mientras escupía el perfume que se le había metido a la boca.

—Apestan—, dijo simplemente—, ¿hace cuanto no se dan un baño ustedes tres?

Ace Thatch y Haruta querían seguir protestando, pero estaban sin energías para seguir.

Tres platos de comida fueron depositados en frente de ellos y eso fue lo único que necesitaron para dirigir toda su atención a comer. Comer era importante para recuperar las energías, y desde que empezó su castigo, necesitaban todas las energías que pudieran conseguir para seguir funcionando.
Al menos los cocineros se habían compadecido un poco de su comandante en los últimos días y se encargaban ellos de el desayuno para que Thatch pudiera descansar un poco más.

—Se ven horribles— comentó Fossa sentándose junto a ellos.

—Ya lo sé— dijo Thatch entre mordidas—, a, menos al fin podremos descansar.

—Tal vez debería hablar con Oyaji para que los castigue otro mes más— dijo Jozu sentándose—, al menos hasta que la irritación en mi espalda desaparezca.

—¿Sigue roja?

Los tres se rieron mientras intentaban, en vano, disimular sus risas con la comida. Jozu los miró indiferente, un mes de castigo y no habían aprendido absolutamente nada, se aseguraría de que estuvieran castigados al menos otro mes más.

—Buenos días-yoi— saludó Marco sentándose en la mesa con su bandeja de comida.

—Buenosh diash— dijo Haruta con la boca llena de comida.

Incluso Ace lo saludó ligeramente con la cabeza. Marco no sabía si se dio cuenta que lo hizo o si le salió por instinto, de cualquier manera le sonrió.
Esta era la primera vez que Ace se sentaba a comer con ellos. Claro, desde que regresaron al Moby de su pequeña aventura, Ace había estado comiendo la comida de Thatch en el comedor, pero siempre lo hacía aislado de los demás. No dijo nada porque no quería que Ace se diera cuenta de esto, se parara y se fuera, así que sólo se sentó y actuó como si no hubiera nada de raro.