不眠症
insomnia
Era nuevamente una de esas noches para Law. Toda su tripulación ya estaba dormida, mientras que el estaba recostado sobre su cama totalmente despierto, sin ser capaz de dormir. Era médico, sabía lo perjudicial que era esto para su salud, pero las pesadillas siempre lo mantenían despierto por la noche, los demonios de su pasado volvían a la superficie mientras revivía vívidamente sus experiencias traumáticas. Suspirando y aceptando su destino, Law decidió levantarse para tomar un poco de aire fresco. Por suerte para él, esta noche fue una de las raras noches en las que el barco no se escondía en las profundidades del océano, y tuvo que admitir que fue agradable. Agarrando su libro favorito, se dirigió a la cubierta del barco, deseando dejar que las olas del océano susurrara en sus oídos; fue lo único que le trajo paz.
Finalmente llegó a la cubierta, se sorprendió al verte allí. Moviéndose a hurtadillas y evitando hacer cualquier tipo de sonido, recostó la espalda contra la puerta y se tomó un breve momento para observarte. La luz de la luna acarició tus rasgos con gracia, y Law podría haber jurado que nunca habías sido más hermosa, casi etérea. Se preguntaba qué te mantenía despierta por la noche, qué te estaba ocurriendo que no podías dormir. Law sabía lo difícil que era el insomnio, lo ha sufrido durante toda su vida, y no le deseaba eso a ninguna alma viva. Pero, por sobre todos los demás, a ti. ¿Cómo es que nunca se dio cuenta? Los signos de la privación del sueño son obvios y visibles, especialmente en él: su oscuro morado debajo de los ojos podría verse a millas de distancia. Pero siempre te veías impecable, una perla entre todo el delirio que caracterizó su vida. Como tú médico, desearía haberlo hecho mejor. Pero como Law, solo Law, estaba feliz de que estuvieras allí. La versión egoísta de él, la que nunca te mostró, estaba apreciando tu compañía en silencio. No había nadie más con quien hubiera querido compartir la oscuridad de la noche, y no pudo evitar preguntarse si tú también habrías estado de acuerdo con la oscuridad de su corazón.
Respirando hondo, aclaró su garganta para dar a conocer su presencia y finalmente dio un gran paso hacia ti.
— ¿Problemas para dormir? – Preguntó, sentadose justo a tu lado y dándote una sonrisa suave. Asentiste en respuesta, apoyando la cabeza sobre su hombro. Los músculos de Law se tensaron por un segundo, antes de relajarse una vez más y disfrutar de la sensación de calor que trajiste a su cuerpo.
— De todos modos, habría sido una pena dormir. Es tan raro poder ver el cielo nocturno – Respondiste, inclinando la cabeza hacia arriba para echar un mejor vistazo a tu capitán.
Law tarareó un hmm en respuesta, levantando la cabeza para admirar el cielo estrellado que había sobre ti.
— Tienes razón – Admitió, deslizando una mano alrededor de tu espalda, acercándote a su cuerpo y apoyando descuidadamente su mano sobre tus caderas. Los abrazos de Law siempre fueron sutiles, casi casuales, pero fueron los mejores, extrañamente reconfortantes a pesar de la apariencia descuidada de sus gestos.
Te has acostumbrado a este tipo de toques cariñosos. La forma en que colocaba sus manos en la parte baja de tu espalda cada vez que caminabas justo delante de él, la forma en que a veces envolvía su dedo meñique alrededor del tuyo mientras se preguntaba por una nueva isla, los besos en la frente que te daba cada vez que te deseaba buenas noches. Estos pequeños momentos siempre ocurrían lejos de los ojos de la tripulación, al menos la mayor parte del tiempo. Ustedes dos han sido sorprendidos varias veces tomados de la mano o sentados uno al lado del otro, y eso, por supuesto, hizo que el resto de sus compañeros empezaran a sospechar. Sabían perfectamente eso; Law no era del tipo que era tan extrovertido, ni del tipo que disfrutaba particularmente de la cercanía o del tacto físico. Sin embargo, siempre buscaba todas estas cosas cada vez que estaba a tu alrededor, y sería una mentira decir que no te gustaba; lo has amado desde el primer día que te uniste a la tripulación. Pero sabías que Law no era exactamente del tipo emocional, era casi imposible imaginar un futuro para los dos.
Cómo sea, los años pasaron y tu capitán se convirtió en tu mejor amigo, las medianoches se convirtieron en tu tarde y sin siquiera darse cuenta, Law lentamente te dejó entrar dentro de las paredes que protegían su corazón. Te habló de su pasado y de sus cicatrices más profundas, y aunque lo hizo superficialmente, fue lo más cercano que alguien llegó a él. Cada vez que compartía algo contigo, un repentino miedo se arrastraba a su corazón; no quería asustarte. Quería que vieras la mejor parte de él, pero todo lo que pudo mostrar fue el lado oscuro de su estado de ánimo.
La intimidad que ahora caracteriza su relación asustó a Law. Le dolía el corazón por el acercamiento y momentos como este, pero tenía miedo de sentir nuevas emociones. Felicidad, alegría, amor. Eran todas las cosas que conoció una vez y que la vida le quitó abruptamente, dejando un vacío doloroso en su alma que de alguna manera, estabas llenando lentamente de nuevo. Fuiste la razón detrás de sus sonrisas genuinas, hiciste que su corazón latiera más rápido que nunca antes, contigo, se sentía vivo. La vida comenzó lentamente a tener un nuevo significado, algo por lo que valía la pena luchar.
— Oye. – Finalmente susurró, rompiendo el silencio entre los dos. Simplemente tarareaste en respuesta, esperando a que continuara.
— ¿Qué somos? – Preguntó, tragando en voz alta como si estuviera tratando de mantener el nudo en su garganta bajo control. — ¿Por qué hacemos esto? – Preguntó, levantando lentamente su mano hasta tu cuello, dejando que sus dedos jugaran con tu cabello.
Poniendo una mano en el pecho de tu capitán, te quedaste en silencio por un segundo, tratando de encontrar las palabras correctas. ¿Era esta su forma de decirte que correspondía a tus sentimientos? ¿Quería dejarlo? Tu corazón latía rápidamente en tu pecho, analizando todo lo que ustedes dos compartían, tratando de encontrar una respuesta a su pregunta.
— Solo dime que me amas – susurró de nuevo, su voz ahora temblando. — eso es todo lo que necesito escuchar – continuó, apartando la vista de ti mientras las lágrimas comenzaron a nublar ligeramente su visión. Esto era lo más vulnerable que había sido en años.
Tus músculos se tensaron, sintiendo como si un rayo de luz te hubiera golpeado. Un millón de emociones diferentes inundaron tu mente; fue desgarrador ver a Law así, pero al mismo tiempo, estabas, oh, tan feliz. Los sueños que tuviste sobre este momento exacto ni siquiera estaban cerca de cómo te sentías ahora mismo.
Finalmente, volviendo a los sentidos, pusiste suavemente tu mano en la mejilla de Law. Acariciando su piel con tu pulgar, finalmente te inclinaste hacia él, dejando un suave pero tímido beso en sus labios.
— Te he amado desde la primera vez que tus ojos se encontraron con los míos, tonto – susurraste, tus labios todavía rozando los suyos antes de que formen una enorme sonrisa.
Law te miró por un segundo, sintiéndose aturdido por todo lo que acababa de pasar. Levantando la ceja por sorpresa, una risa sorprendida escapó de sus labios. — ¿De verdad? – Preguntó, su tono un poco más alto de lo normal.
Rápidamente asentiste con la cabeza en respuesta, y antes de que pudieras darte cuenta, los labios de Law se presionaron sobre los tuyos una vez más. El beso que compartieron fue apasionado, hambriento y emocional. Podías sentir a Law respirando hondo, dejando que tu perfume invada todos sus sentidos en un intento de saciar su codicia. Lo quería todo de ti, quería sentirte de todas las maneras posibles, se había privado durante tanto tiempo de cualquier tipo de afecto. Colocó una de sus manos en la base de tu cuello, dejando que la otro se deslizara lentamente en tu cabello, como si estuviera tratando de acercarte aún más a él.
Después de todo, tal vez las noches sin dormir no son tan malas.
