El dinero lo es todo para el mundo, aun si no fuera el mismo dinero hay cosas de valor qué te dan poder y respeto.
Marcy lo perdió todo de niña, pues una mala estafa su querido abuelo perdió todo el dinero y las tierras qué poseía, dejando a su fami...
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Sasha sentía el mundo irse encima, las miradas sobre ella no le gustaban y ser juzgada era algo que odiaba desde muy pequeña.
Fue juzgada por su apariencia.
Su manera de ser.
De hablar.
De vestir.
Y de pensar.
Ahora era juzgada por un pequeño pero gran error.
—Yo... yo no sabia nada...— Mumuro al ver al pequeño niño jugar con unos carritos.— El... El no puede ser mi hijo...
Grime suspiró, dejando la carta en la mesa.
El no puede decir nada, un error lo comente cualquiera y el lo hizo algún a vez, Sasha fue producto de una noche loca y una madre irresponsable. Aun así, no se arrepentía de ello pues amaba y cuidaba a Sasha con toda su alma, solo que... no sabia ser un buen padre.
Nunca fue un buen padre para Sasha...
—No digas estupideces y hazte cargo de tu error.— grito su hermana y el, como siempre... no pudo decir nada.
Sasha bajo la mirada, temblando por la voz de su tía. ¿Qué podía hacer? Ese niño puede ser suyo pero... no lo quería aceptar.
No podía aceptarlo.
—Los periodistas tarde o temprano se enteraran de esto, mientras tanto hay que mandar al niño a un internado, esperaremos un tiempo y cuando sea el cumpleaños 26 de Sasha lo daremos a conocer, solo que diermos qué tiene 3 años, lo tuvo en un romance pero desgraciadamente el novio falleció, los padres de tal omega se lo quitaron y es hasta apenas qué el juez le dio la custodia, contrataremos a gente, a un juez y a un abogado.
Era increíble lo rápido que pensaban para salvar un puto apellido.
—Quedo claro, eso se hará.
—¿¡Y yo que!?— Grito Ethan.— ¿¡Quién me quitara esta vergüenza por ser un estúpido y dejarse engañar!?
—Niño, es mejor todo esto a que sepan que no sabes satisfacer a mi sobrina, ahora callate, eres un omega y aquí no tienes palabra alguna.
Ethan se siguió quejando, pero nadie le hizo caso. Mientras tanto, Sasha seguía pensando...
Un puto error le costó una vida entera.
De tantos abortos qué pago... ¿Cuantos omegas no se lo hicieron? ¿Cuantos hijos tiene regados por ahi?
¿Tendrán una buena vida?
Mierda... La había cagado enormemente.
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