Especial de Navidad.

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Frío...

A muchos niños les encantaba la víspera de la navidad, la noche buena.

Pero para Marcy, esa temporada era una tortura. Con tan solo 17 años la pequeña Omega esperaba en el frío a qué alguien pagará su servicio.

Si, debería de estar en casa con su madre y amigas pero, necesitaba dinero para, aún que sea, comer algo ese día. Tal vez incluso comprar un regalo para su familia.

La tarde-noche había pasado con rapidez, había ganado un buen dinero pero eso no significaba que se sintiera bien. Camino por las frías calles de Los Angeles, su cuerpo temblaba de frío a tal punto de abrazarse para proporcionar algo de calor.

La gente la miraba con asco, algunos con pena y otro simplemente pasaban de largo sin si quiera verla.

Sonrió al ver a los pequeños niños correr con globos, algunos con luces y otros formándose para tomarse una foto con Santa.

Santa...

Hace años que no recibía algún regalo por parte de él. Aún si trataba de ser una niña buena... Santa jamás volvió a su hogar. Tal vez... Santa la veía como la veían las demás personas...

Cómo una prostituta.

Seco sus lágrimas, su corazón dolía y necesitaba un abrazo. Quería volver a esa época donde esperaba ansiosa la llegada de santa, sentada cerca de un enorme árbol adornado con luces brillantes, esferas y una gran estrella dorada. Después llegarían sus padres, su abuelo, sus tíos... Toda su familia, comerían, tomarían chocolate caliente y ella iría a dormir para esperar la llegada de sus juguetes...

Era su época favorita del año, de verdad esperaba la llegada de Santa. Que él le ayudará en su situación o por lo menos le trajera algo de comer.

Extrañaba la navidad.

Extrañaba su infancia.

Extrañaba a su familia...

Ella solo quería ese peluche de ajolote que había visto hace unos años... ¿Era un deseo muy grande?... ¿Santa no se lo podía traer?...

-Oye.- Levantó la mirada, encontrándose con un alfa de ojos azules.- ¿No tienes frío?

La voz del alfa la hizo temblar de miedo, era más alto que ella, su olor era tan fuerte que incluso la hizo sentir mareada. Se encogió de hombros, tratando de evitar la mirada.

-Eres... Una prostituta ¿Cierto?- Murmuró el alfa, rascando su nuca.- Yo, jum... Yo sé que sonara raro pero ¿Cuánto vales?

-100 dólares... La hora...- Respondió en un susurro.

-Eso es muy caro... Bien, aquí tienes.- Le paso el dinero de una forma rápida, sin querer llamar la atención de la gente pasar.

-Hay un motel por aquí...- Susurró.

-Nah, aquí hay un callejón. Corre.- Sintió como la tomaban de la mano, un apretón fuerte y doloroso.

A paso veloz llegaron al callejón, la empujaron contra la pared y el infierno empezó. El alfa movía su cadera con fuerza, impidiendo que Marcy se moviera.

Frío...

Era lo único que sentía. Se aferro a la fría pared, sintiendo sus lágrimas caer por sus mejillas.

-Ahg... Listo...- Murmuró contra su oído, saliendo de ella y quitándose el condón.- Muy bien nena, feliz navidad.

Y sin más... La dejo sola...

Entre lágrimas solo se sentó en el frío pavimento. Le dolía el corazón y rezaba para que ese infierno terminará...

Se levantó, aún con deseo de que sus próximas navidades fueran diferentes... Para su madre, sus amigas y para ella...

||Cabaret||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora