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Pelucas, vestidos pegados y minifaldas, tacones, productos para el cabello, maquillaje y un olor a perfume era lo que había en aquel "camerino".
El lugar lleno de chicas omegas era un lugar privado, cuiados por un alfa quien de ves en cuando sobrepasaba su mano. Algunas corrían para ponerse su peluca, algunas abusaban del exceso de maquilla,y otra simplemente rellenaban con papel donde debería de haber un busto enorme.
Sin embargo, una omega en particular caminaba con paso tranquilo hacia su lugar, quitandose los lentes y acomodando su cabello negro.
Marcy Regina Leviathan Wu, un nombre largo pero hermoso, digna de la hermosa omega quien poseía el nombre, aun que uno de sus apodos era...
Lame pollas.
Y había una razón muy buena por la cual ese era su apodo en su pequeño grupo de amigas.
—Pero miren quien apareció.— Una chica de tez blanca hablo sin dejar de aplicar su lápiz labial.— Mi perra favorita~.
Marcy sonrío, sentándose aun lado de ella y empezando a preparar su piel para que él maquillaje no la maltratara.
—¿Cómo te fue con el alfa anoche?~— Preguntó otra chica, acercándose a espejo para acomodar su peluca.
—Meh..—Respondió.— Ya sabe como son los alfas viejos, después de los 40 con un simple beso terminan en sus pantalones, sean hombres o mujeres.— Seguido de eso, aplico el lápiz labial en sus labios.
—¿Al menos le sacaste algo de dinero?— Preguntó la de tez blanca.
Marcy sonrío.
—¿Por qué tan desesperada Amity? ¿Acaso no te pagaron bien anoche?— Respondió con un notorio tono de burla.
—Ja, ja... hablo por que hoy te toca la cena. Estoy cansada de comer pizzas de segunda.— Marcy y la otra chica soltaron una risa, haciéndo sonrojar a la chica pálida.
—Tranquila preciosa, me pago suficiente por los 50 segundos de pasión qué tuvo.— Marcy saco de su sostén un fajo de billetes, tal vez unos mil dolares había ahí o incluso más.
—¡Esa es mi chica!— Grito Amity, acomodando su peluca.
—¡Hoy comeremos como las reinas qué somos!—Festejo Marcy, estirando su cuerpo.— Tu también estas invitada Bosh~
—Gracias por no olvidarse de mi.— Respondió con sarcasmo.— Yo invito los tragos esta vez.
—¡Chicas! ¡Chicas! ¡menos charla y más maquillaje!— Grito un omega de mediana edad.— ¡Esos alfas están por llegar así que quiero que muevan ese trasero! ¡Y hablo de caminar, no de otra cosa!
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||Cabaret||
أدب الهواةEl dinero lo es todo para el mundo, aun si no fuera el mismo dinero hay cosas de valor qué te dan poder y respeto. Marcy lo perdió todo de niña, pues una mala estafa su querido abuelo perdió todo el dinero y las tierras qué poseía, dejando a su fami...