Chapter 2

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             Sus ojos se abrieron al caer en cuanta que no podría volver a adentrarse en el mundo de los sueños. Observa el reloj de pared que indicaba la 01:03 minutos de la madrugada. Su expresión se vuelve una molesta ante eso. Era demasiado temprano para su gusto.

           Se envuelve en la colcha un poco más pero le es imposible reconciliar el sueño nuevamente. Irritado se levanta de la cama arrojando los trapos a un lado con enojo. Lo que faltaba, una noche en vela.

          Se aproxima hacia la puerta de la habitación, lleva su huella para quitar el cerrojo y le deja el paso libre. El rechinar de la misma le palpita en sus oídos, suelta un maldición por lo bajo, arquea una ceja en desaprobación y se adentra al espeso pasillo de paredes color metálico que parecían interminables.

         Suelta un bostezo indicando su cansancio pero sabe que no podría dormir aunque lo intentara.

         Observa a su alrededor con aburrimiento, y se permite adentrarse en su mundo alterno por unos segundos.

         Había pasado una semana desde que Jinpachi Ego había mencionado lo del nuevo integrante al equipo, cosa en la que discordiaba con el mayor, en su opinión personal, no nesecitaban a nadie más, ya tenía suficiente con los que estaban allí. Pero aunque fuese así, la decisión final no estaba en sus manos, a pesar de ser el Capitán del equipo, la última palabra en ese tipo de decisiones la tenía el entrenador. Por lo que no podría objetar aunque quisiese.

          Aun así era bastante extraño, no sabían nada de supuesto personaje que sería su nuevo compañero en días. "Se habrá arrepentido de su elección" Pero como mismo llegó ese pensamiento, lo descartó, Jinpachi Ego no era de los que se retractan fácilmente sus decisiones. De hecho, rara vez se equivocaba cuando del fútbol se trataba, todos confiaban en él.

        Y no era la excepción.

        El pasillo casi interminable seguía sin llegar a ningún lugar en concreto, sin embargo las puertas ya conocidas se la preciada cancha de entrenamiento que tenía exclusivamente el equipo, se presentaron ante Rin.

        Itoshi lo pensó unos segundos, su mente vagó por posibles respuestas hasta que al final desistió de la idea de entrar, y optó por regresar a la cama e intentar dormir un poco más.

        Giró en su lugar para dar marcha atrás y volver en sus pasos, había dado uno cuando un sonido amortiguado se escucha resonar en un pequeño eco.

        Rin giró su cabeza ligeramente observando detrás del pasillo al que le daba la espalda, pero nada, ni un alma se encontraba en el lugar.

        Arqueó un ceja extrañado mas no le dio importancia por lo que encojiedose de hombros volvió a proceder en regresar a su habitación.

        Al dar un segundo paso, los golpeteos se escucharon más fuertes, agudos. Esta vez se dio la vuelta por completo analizando con la mirada cada rincón del pasillo que ya comenzaba a irritarlo.

         Pero nada. Como antes, estaba completamente en penumbra y desolado.

         Sin embargo, un golpe volvió a escucharse con mayor claridad, y no le hizo falta nada más para identificarlo. Porque esa espectacular melodía, no podía ser nada más que el balón de fútbol siendo utilizado por alguna alma en pena sin la bendición de Morfeo como el Itoshi menor.

         "Algún idiota no ha logrado dormir" Pensó con burla, aunque esta iba para él también. Con curiosidad se adentró a los vestidores que hay en la cancha antes de entrar a la misma.

The Ocean /RinSagi/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora