Chapter 22

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          Queda poco para el partido decisivo. El partido que decidiría si valía la pena como futbolista, como delantero.

          Y nadie le quitaría esa visión, no iba a permitir que sentimientos no correspondidos le afectaran en su rendimiento como jugador.

           Había decidido agarrar la oportunidad que Ego le había dado para entrar a Blue Lock y convertirse en el mejor, para llegar al mundial y ganar junto a ese equipo la copa del mundo.

           Sin embargo, el "pensarlo", es muy diferente al "hacerlo". Isagi atravesó las puertas de la cancha a la que paso un día sin acercarse, por miedo a encontrarselo a él.

            Y para que mentir, estaba de los nervios ahora mismo, sentía que si le vía siquiera un pelo, se derrumbaría allí mismo cómo estuvo hace un día en su habitación encerrado.

             Agachó la cabeza con la intención de no mirar el campo, no podía, porque en su mente era inconcebible que esa persona no estuviera presente.

             —Isagi. —Bachira lo llamó. Y recién se da cuenta de que se había detenido. Que había cerrado los ojos en señal de nerviosismo.

             Se preguntó porque se sentía así, aunque la respuesta llegó tan pronto como hizo la pregunta. Simplemente porque era un idiota que aún no supera el enamoramiento por un compañero que nunca lo verá de tal manera.

            Y quiso burlarse de sí mismo. Una vez más.

             —Lo siento. Estaba pensando– —De pronto su nuca es acaparada por una mano lo acerca lo suficiente al dueño de la misma y que lo hace desequilibrar.

              Estuvo a punto de gritarle cuatro cosas al individuo: —Hasta que al fin apareces Yoichi~

             Pero calla al reconocer la voz egocéntrica y coqueta del alemán que no había dejado de acosarlo en toda aquella semana.

             Era un maldito dolor en el culo, pero al mismo tiempo le debía bastante, después de todo también le había ayudado a mejorar.

             Isagi mostró una mueca, entre molestia y alegría, era un mezcla bastante extraña. —Kaiser. —Saludó, se separó del alemán apenas tuvo la oportunidad, luego su cerebro le recordó el tremendo show por el que le hizo pasar Michael anteriormente, causa por la cual comenzó todo aquel problema.

            El mínimo sentimiento de agradecimiento con el contrario se desvaneció como el polvo ante el viento.

            Estubo a poco de exigirle buenas explicaciones para sus actos pero fue interrumpido por Chigiri quien llegó junto a Meguru y se lo llevaron a rastras antes de poder reclamarle nada al teñido.

             Una vez en la cancha, de manera inconsciente su mirada zafiro recorre la misma con curiosidad, buscando algo. Sin embargo, ese algo, no lo encontró.

             Isagi se desconcertó y golpeó mentalmente por hacer lo primero que se dijo que no haría. Era un imbécil, incluso ahora, aun lo buscaba. Para qué, se preguntaba.

             Pero no hallaba una respuesta.

             —Rin–chan no ha venido a entrenar tampoco. —Isagi se tensó ante la mención. Observó a Meguru de reojo quien observaba la cancha donde algunos jugadores del Blue Lock entrenaban.

            Yoichi apretó la mandíbula, poco más fuerte, intentando aguantar las ganas de gritar ahora mismo.

            Gritar, de ¿frustración? ¿tristeza? no lo sabe, solo quería undirse esperando que Rin apareciera para levantarlo. Pero no caería tan bajo.

The Ocean /RinSagi/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora