Chapter 21

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             —Espera Bachira. —El de mechas amarillas se deteniene para observar a su amigo pelirrojo quien le había detenido en su llamado a Isagi.

             Es que no lo veía, Yoichi no se veía nada bien, parecía que no tenía alma, algo tuvo que haber ocurrido. Debía ayudar de alguna manera.

            Hyoma negó nuevamente esperando en su amigo amarillo entendiera. Él también quería ayudarlo, pero debían pensar las cosas antes de cagarla otra vez. Bueno quien había comenzado no fueron ellos sino el bastardo de Michael, pero se entendía la referencia.

             —Sí fueras tú preferirías estar solo ahora. ¿No crees? —Meguru arqueó una ceja perplejo, a la mierda el estar solo. ¿Por qué querría estar solo de haber ocurrido algo malo en su vida? Lo menos que querría de ser así es quedarse solo.

            Pero se aplicaba a Meguru, no a Yoichi.

            Bachira shasquea fastidiado, aunque el no lo entendiera porque siempre ha tenido a su "monstruo" junto a él, debía hacer el esfuerzo por entender a las personas más normales, ya que Él, claramente, no era nada normal.



          ¿Qué había sido todo eso? De un momento a otro todo se había ido a la mierda.

           Lo peor es que no lograba entender a ese idiota. ¿Qué carajos le pasaba? En un segundo lo estaba besando como su fuera el fin del mundo, y de buenas a primeras le decía todo eso.

          Lleva su mano a su rostro dolido, mierda. Se sentía tan miserable. Si tan solo no hubiese ido a buscarlo, quizás nada de eso habría pasado.

          —No lo entiendo. —Susurra para sí. Su cuerpo casi en automático se deba caer sobre el suelo apenas da dos paso dentro de su habitación.

           Sus ojos azules se ven brillosos, pero no por algún lindo sentimiento, cada vez brillan más hasta que una gota de agua salada es expulsada cayendo libremente por su mejilla.

           Yoichi se sorprende de eso. ¿Tantas ganas tenía de llorar? Pero, por qué lo hacía.

           "Es asqueroso" aquellas palabras volvieron a su mente como una canción de moda, una y otra vez, y las lágrimas salían en mayor cantidad que antes.

            Claro, ya lo entendía, se había enamorado de Rin. Lo había hecho y recientemente ahora se había dado cuenta, se enamoró de a pesar de saber que no sería correspondido ni en sus más locos sueños.

          Que estúpido de su parte ¿Verdad?

          —Realmente soy idiota.

           Se reprocha a su mismo, con una mueca burlona en su rostro que no dejaba de emanar una pequeña cascada de líquido translúcido.







            Varios indígenas degenerados e inquietos se aparecían detrás de la puerta del número 11, uno más extravagante que el otro.

              —Ya deja de empujar, eres realmente pesado. —Bachira susurra ligeramente alto hacía Nagi quien se le veía recostado en la pila de personas de todos los colores de cabello que pueden existir.

            Nagi resopló molesto ante la queja, a él también le estaban empujando. —¡Ah! Esto molesto.

             —Quiero jugar con Isagi al nuevo juego en línea. —Volvió a decir el genio del control del balón haciendo un puchero digno de un bebé.

The Ocean /RinSagi/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora