Volverse a encontrar

VI

- Voy a salir, Amy, ahora vuelvo- Camila, salió de la sala en la que estaba ella, Romina, su amor, su verdadero y único amor. No podía estar con ella, no podía respirar su mismo aire, no podía verla, mirarla, mucho menos hablarle, sabia que le dolería, y eso la destrozaba, no podía estar con ella, no podía y no podría. En verdad le dolía, le dolía que no se hubiera despedido de ella, que no le hubiera vuelto a hablar, incluso, cuando la espero por tanto tiempo, espero meses, espero años, y ella nunca llego, ella ni siquiera volvió.

Y no se confundan, no estaba enojada, y, no quería venganza, ni mucho menos, nunca la querría. Jamás le desearía el mal a una persona que quiso la mitad de su vida; desde que se conocieron, porque la ayudo a superar todo el daño que alguna vez tuvo, porque la ayudo a sonreír, porque la ayudo a amar por primera vez en su vida, nunca olvidaría eso, y esa era la razón por la que no la odiaba.

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Los pensamientos rondaban su mente, mientras caminaba por los pasillos de la instalación, era desconocida, si, pero por alguna razón, sabia como guiarse, sabia como regresar en cualquier lado, lo hacia siempre, y lo volvería a hacer.

Estaba tan conmocionada, quería llorar pero no podía. Se preguntaba ¿Por que si estuvo 4 meses ahí no volvió a saludarla, ni siquiera a despedirse? ¿Por que no llego un mensaje de ella? ¿Acaso hizo algo? ¿Por eso la odiaba? ¿Por eso no quiso volver a tener contacto con ninguna de ellas, sus amigas?

Tal vez.

Siempre supo que se encontraba ahí, supo que estuvo ahí después de que se fue, pero no sabia como aceptarlo, pensó que solo fue una confusión, solo era una persona, porque ella no era capaz de hacer eso, ¿Verdad?

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22 de noviembre 2022

-El otro día vi a Romina.

-¿Enserio? No te creo.

-Si, enserio, pero no le salude, estaba con su papá.

-¿Seguro que no te confundiste de persona?

-Estoy segura de que era ella, la misma voz y el mismo aspecto físico. Era ella. Desearía volver a verla otra vez, para preguntarle porque se fue sin despedirse, y esta bien que no se halla despedido de nosotras, pero de ti Camila, enserio le importabas.

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Lloró.

Lloró desconsoladamente.

No sabia como controlarse, no sabia como controlar eso, era imposible hacerlo, no le pasaba muy seguido, pero solo tenia una forma de relajarse.

Escuchar música, mientras pensaba en momentos felices.

Toda su felicidad.

Pero sus momentos mas felices eran con ella, Romina.

Bueno, talvez no. Pero así quería creerlo.

Así lo deseaba, y siempre lo desearía.

Tantas fueron la noches en las que la luna escucho sus llantos, sus risas, sus emociones, al pensar en ella, al pensar en un futuro juntas, al pensar que siempre seria la luz de su camino, al pensar que nunca la dejo, al pensar que volvería por ella, solo para estar juntas. Pero era su imaginación, no volvería por ella, y cuando imaginaba, lo sabia.

Quería ser feliz en ese momento, quería no llorar, quería que nunca hubiera vuelto a a aparecer en su vida, deseaba no haber escogido esa universidad, pensaba en las consecuencias de sus actos, y la depresión que le podían traer, aunque esa depresión solo esa momentánea, quería que se fuera, no le gustaba estar así, no le gustaba verse, y estar necesitada, no le gustaba nada en ese momento, quería irse, quería estar sola. Por una vez en su vida, quería hacerlo, quería estar sola.

Porque le dolía ser incomprendida, pero dolía mas, ser consolada por alguien que no la comprendía, jamás busco alguien, porque sabia que una persona así no existía, porque sabia que solo podía confiar en ella misma para sanar su dolor. Sabia que no había persona en quien confiar, ya que todo el mundo se victimizaba, y fingía dolor, para manipular.