IV

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Romina.

Era Romina.

Camila sintió como se le humedecían los ojos, de tan solo recordar todo, lo que había pasado con ella, de recordar el amor que sintió por ella alguna vez, el dolor que sintió cuando se fue, como trato de recuperarse, el apoyo que tuvo de sus amigas, todo. Los recuerdos inundaron su mente, sus apodos, sus cartas, sus risas, sus abrazos, todo lo que vivió con ella, las emociones que sintió con ella, lo que no pudo nunca sentir con alguien mas, lo que nunca supero, y nunca superaría, se mesclaron tantas emociones en ese momento que no supo controlarlas, no podía hacerlo, no cuando tenia en frente a quien alguna vez la lastimo tanto sin saberlo, quien fue la causante de sus llantos en la noche por meses, no cuando ahí estaba su primer y único amor. 

Presentante - dijo el profesor de manera tranquila a la chica que tenia a sus espaldas.

- Mi nombre es Romina, vengo de Estados Unidos, viví en este país hasta los 12 años, pero en enero de 2023, me mude ahí por algunos problemas que tuve en mi antiguo colegio. - Dijo con una sonrisa tímida, aquella chica de largo cabello dorado, con pecas, hermosos ojos marrones y mucho estilo.

Estaba igual, como la recordaba, bonita, risueña, amable, encantadora. Siempre estaría así, no la recordaría de otra forma, era así, y para ella siempre seria así, para ella nunca cambiaria, ni su forma de verla, ni su personalidad.

Sintió lagrimas caer por sus mejillas al escuchar eso, no estaba preparada, jamás lo estaría, no estaba preparada para volver a ver, ni mucho menos hablar a la luz que la abandono, a la luz que dejo su camino sin previo aviso y la hizo perderse en la oscuridad de el mundo, no estaba para hablar con la persona que siempre amó y siempre amará, no estaba preparada para volver a ser el camino iluminado por la luz, no estaba preparada para el reencuentro. No quería dejar caer tanto tiempo de esfuerzo, y sobre todo, no quería volverse a enamorar, no quería volverse a lastimar.

Mientras se hundía en sus pensamientos sintió una mano tocar su hombro, Amy la estaba tratando de calmar, entre sollozos, recordó las palabras que un día su amiga le dijo, era verdad tenía que superarla pero nunca lo haría a, nunca lo lograría fue muy difícil superar que se fue, difícil no pensar que  la dejó, no podía calmarse quería seguir llorando, sabía que no debía pero quería, sabía que no debía llorar por eso quería dejar pasado, seguir, pero tal vez a Romina ni siquiera le importó, sin embargo ella seguía llorando, ella seguía amando la de la misma forma en la que lo hizo todos esos años sin olvidar nada, y sobre todo sin olvidar, todo lo que seguramente Romina ya  olvido.

Amy no sabía qué hacer nunca había visto a Camila de esa forma  había tenido problemas pero ahora mismo Camila frente a sus ojos parecía desconsolada, parecía una niña pequeña a la que sus padres habían abandonado, parecía lo que ella pensaba, un corazón roto, un amor no correspondido, un alma enamorada, una persona sin luz en su camino. Había muchas formas de escribir el estado de Camila en ese momento, pero escogió la última. Ahora mismo Camila parecía una persona sin luz en su camino, desorientada, abandonada sola.

¿Conocen la sensación de soledad? Soledad no significa no estar cerca de alguien, tal vez la gente confunde mucho eso. Soledad es tener alguien cerca y saber que no puedes confiar en ese alguien, no puedes desahogarte con ese alguien. Es saber que aunque recibes apoyo no te apoya en lo que tú deseas, en este mundo, hay pocas personas que no son así, pero tal vez las amistades verdaderas son diferentes. Las amistades verdaderas no te harán sentir sola.

Y ella lo sabia, y evitaba ser así, sin embargo a veces no sabía Cómo evitar que Camila se sintiera sola. Todos en algún momento de nuestra vida  sentimos que estamos solos, y no esta mal siempre lo vamos a sentir, aunque alguien nos quiera, aunque si nos apoyen en lo que queremos. No importa cuán feliz estés, en el fondo sabes que a veces estás solo, que te sientes solo y que te sentirás solo.

Y aunque en este momento Camila tuviera a su mejor amiga a su lado, se sentía sola, porque sabía que si hablaba de esto con ella, no lo entendería y no sabría qué decirle pero estaba bien, no la podía culpar, la única con el corazón hecho trisas ahí era ella, siempre estuvo bien para ella estar sola, era normal.






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