XIV

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Era tan difícil entender que querían amarse, como la primera vez, como siempre quisieron hacerlo, desde el ultimo beso, el ultimo abrazo, la ultima despedida. 

No estaban preparadas para enfrentarse a su pasado, no estaban preparadas para entender que nunca se olvidaron, que siempre se amaron, que nunca dejaron el pasado atrás, que querían amarse igual que la primera vez, pero en realidad, ninguna lo sabia. 

Ninguna estaba lista para volver amar como la primera vez, para volver a hablar como la primera vez, para conocerse como la primera vez. Pero para dejar sanar, para dejar cicatrizar, hay que desinfectar la herida, y eso es lo que debían hacer, debían hacerlo juntas para que funcionara.

🎇🛣

Lloró toda la noche, al igual que un niño pequeño que esta sin su madre, al igual que el llorar por el sentimiento de volver a encontrar a quien dijiste que olvidarías, pero nunca lo hiciste.

Acostada en la cama, de aquel cuarto que compartía con una chica llamada Sofía, no podía dejar de pensar en aquellas palabras dichas por Romina, por quien fue la luz en su vida tanto tiempo, dichas, por la persona que mas amo en su adolescencia, dichas, por quien la hizo llorar miles de noches acompañada del brillo de los faroles que alumbraban la vereda, lugar donde transitaba tanta gente, que poco sabia de sus problemas, que poco sabia de ella, pero sin embargo la acompañaban en sus diarios sollozos, en las palabras dichas, por su primer amor.

Quería creerlo, pero ¿Estaba bien confiar en alguien que te hizo tanto daño, aunque a la vez te hizo feliz, en el momento en el que mas necesitabas felicidad? ¿Estaba bien confiar en alguien que te dejo sin decir nada, pero ahora dice que jamás dejo de amarte? ¿Estaba bien confiar en su primer amor? 

Estaba ahí, otra vez en el mismo lugar del que tanto trato de salir, volviendo a caer simplemente por una persona, una persona que amó, una persona a la que amaba, una persona que nunca dejaría de amar, una persona que la amó a ella; y quien sabe, quizás en el fondo, la seguía amando, pero Camila era demasiado insegura como para entender eso, demasiado insegura como para creer que alguien seria capaz de recordarla tanto tiempo, capaz de amarla tanto tiempo, sabiendo que era una persona que no servía para nada, o tal vez así se consideraba a ella misma, aunque claro estaba que no era verdad, claro estaba que Camila no era lo que la podrida sociedad, llamaría una inútil.

La podrida sociedad, que hizo que se alejara de su luz, la misma, que la dejo al borde de un abismo, que la mantuvo despierta tantas noches llorando, que no supo comprender el amor que tenía hacia alguien, que hizo que sus emociones fueran inmunes al dolor y a la tristeza, luego de tantas noches llorando. 

Aunque claro todo vuelve, y junto con eso, los sentimientos también. Vuelve el dolor, la tristeza, el miedo, la alegría, la rabia, el amor.

Pero para Camila, alguien que había dejado de sentir, hace ya mucho tiempo, era difícil entender que todo volvió, que los sentimientos regresaban, que sentir no estaba mal, que llorar no estaba mal, que creer a quien amas es lo mejor que podía haber en la vida, y que el amor no se olvidaba; y aunque en el fondo lo sabia, no quería creerlo, no quería creer en nada, no quería creer en las palabras, en los primeros amores, en las luces que aparecen para iluminar la oscuridad de tu vida, en los reencuentros, en los adioses, en las cartas, y sobretodo en los ¨Te amo¨ y los ¨Nunca te olvidé¨.

Porque ella sabia, que para mucha gente era fácil de decir palabras tan dolorosas, tan irreales, para mucha gente era fácil hablar y no cumplir, era fácil amar y dejar de hacerlo, era fácil dejar atrás a un primer amor, era fácil salir del vacío de la oscuridad sola. 

Sin embargo, ella no era ¨mucha gente¨ y no pudo hacerlo sola.

 Así que decidió abrir su corazón, a las palabras de quien tanto amaba, de quien tanto amo. Decidió dejarse amar, para cerrar su herida, cicatrizar el dolor, sanar su corazón, y con ayuda de Romina, aprender a amar, aprender a amarse así misma, aprender a salir de la oscuridad sola, aprender que ella era la única luz de su vida, y que ella siempre seria quien se iluminaria sola. 

Porqué no necesitaba a nadie para ser feliz, porque por fin iba a poder superar el reencuentro, el amor, el dolor de amar, y por fin volvería a amar, por fin, la volvería a amar.

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