Volverse a encontrar

XIII

-Perdón. - Soltó Romina en un susurro.

-No. - Dijo Camila, esta vez separándose. - Me intentas hablar como si nunca me hubieras dejado, como si nunca te hubieses ido, dejando ese vacío en mi vida, como si por ti, no me hubiera vuelto a enamorar, como si por ti, no me hubiese quedado sin una luz en el camino, como si por ti no me hubiese perdido en la oscuridad...

-Lo siento.  Yo... - Dijo Romina, con la voz rota - en verdad lo siento, no era mi intención hacerte pasar por eso, no era mi intención hacerte tanto daño, y mucho menos lastimarte así, nunca quise que no volvieras a amar. Porque no creí que llegarías a amarme tanto, no creí que te llegarías a enamorar de mi, como yo me enamore de ti. No creí que llorarías todas las noches, así como yo llore por ti, no creí que soñarías conmigo, y no creí que me recordarías de la misma forma en la que yo lo hacia.

-Pues si, te ame, me enamore de ti, como tu te enamoraste de mi y hasta incluso mas, llore todas las noche cada vez que te recordaba por meses, soñé contigo cada noche, desde el día en el que me dejaste, y definitivamente te recordaba, y te recuerdo, de la misma forma en la que tu me recordabas. Nunca te olvide, y aunque trate de hacerlo, comprendí que no podía, porque Romina, un primer amor nunca se olvida, porque nunca se ama como se amo a un primer amor, porque nunca volverás a llorar a alguien como lloraste a tu primer amor, y no espero que lo entiendas si a ti no te importo nuestro amor, todo lo que pasamos, todo lo que vivimos, pero a mi si y mucho.

-Camila, a mi me importo nuestro amor como no tienes idea. No sabes cuantas cartas te escribí luego de irme, no sabes cuantas noches llore por ti, por la culpa que sentía al haberte dejado, por lo mucho que te extrañaba, a ti, a tus caricias, a tus abrazos, a tus besos, y a todo de ti, no sabes cuanto te extrañe, no sabes cuanto trate de superar nuestro amor, pero aunque trate, no lo logre. Porque al final comprendí que siempre te ame, y que jamás podría lograr olvidarte, porque en cada carta, en cada libro, en cada palabra, en cada recuerdo y en cada cosa insignificante que hacia, siempre estabas tu, porque eres ese recuerdo que jamás deje ir, porque eres eso que jamás olvide.

Ambas estaban al borde del llanto.

Porque todo lo que dijeron era verdad, porque siempre se amaron tan profundamente que jamás se lograron olvidar, porque jamás volvieron a amar porque jamás se dejaron de extrañar, jamás se dejaron de soñar, y sobre todo jamás se dejaron de recordar, de la misma forma en la que lo hicieron cuando eran mas jóvenes.

-¿Enserio te importó? ¿Estas diciendo la verdad?

-Lo hago Camila, y créeme cuando digo que en verdad te ame, porque no sabes cuanto sufrí en el momento en el que me fui, porque nunca te deje y nunca te supere, me aleje de todo por ti , y, espero que lo entiendas, espero que sepas, que no lo hice porque quería, lo hice porque tenia que hacerlo, arriesgue mi felicidad por ti, pero no te culpo, eres y serás lo mejor que me paso.

Camila simplemente no podía con la situación, no estaba lista para enfrentar su pasado, no estaba lista para enfrentar a su primer amor, y mucho menos para enfrentarse así misma. No estaba lista para un hola, no estaba lista para un adiós, no estaba lista para enfrentar la despedida que nunca hubo. No estaba lista para volver a ese sentimiento de abandono.

- Te amé tanto Romina, y aunque los años pasaron, te sigo amando, odio tener que decirte esto ahora.- Hablo Camila con la voz rota- Pero, se, que jamás te dejare ir aunque tu me dejes ir, se, que aunque ame a mas gente, tu serás la única a la que ame de esa forma, la única a la que ame como un primer amor, la única que ilumino mi vida, la única que me saco de la oscuridad.-  Lagrimas empezaron a caer por sus mejillas.- Porque tu me enseñaste a amar, y también me enseñaste lo que era el no amar, porque tu iluminaste mi vida y así mismo dejaste de hacerlo, porque me sacaste de la oscuridad y me volviste meter dentro de ella, porque me dañaste y deseo que me arregles, porque me lastimaste y deseo que me ayudes a sanar.

Romina solo estaba en silencio, no sabia que decir. Pensaba en tantas cosas, tantas cartas, que escribió para Camila luego de irse, tantas cosas que quiso decirle y nunca dijo, tantas cosas que algún día quiso con ella, y no pudo lograrlas. Pensaba en que jamás pudo despedirse, pensaba en que siempre quiso volver a sus brazos, pensaba en que nunca deseo que Camila se volviese a enamorar. Porque siempre quiso ser la única luz en su vida, porque siempre quiso ser su primer y único amor, porque siempre quiso ser ella quien la sacara de la oscuridad, siempre quiso ser ella, quien la iluminara.

-No pude Camila, no pude seguirte iluminando, no pude continuar siendo la luz de tu vida, no pude sacarte de la oscuridad. Y ahora solo me puedo culpar, ahora solo puedo decir que si, fui yo la causante de tus llantos, tu sufrimiento, la causante de tu dolor, y que si, te deje, te abandone, y siempre fue culpa mía. - Dijo Romina, con lagrimas amenazando con salir de sus ojos. - Aun te amo, y siempre te amare, porque comprendí que un primer amor nunca se olvida, porque comprendí que alguien como tu nunca se olvida, Quiero sacarte de la oscuridad, y aunque no sea yo quien vuelva a ser la luz de tu vida, deseo ayudarte a encontrar a esa persona. Quiero ayudarte a sanar, y aunque no sea yo quien ayude a cicatrizar la herida, te ayudare a que encuentres a quien ayude, porque te amo, y solo deseo lo mejor para ti, aunque eso signifique que yo no sea feliz.

Lloraban,  lloraban por todo. Lloraban por un amor, por cinco años, por no haber podido olvidar solas, por un reencuentro, por las tantas noches en las que lloraron iluminadas por la luz de los faroles de la calle. Estaban mal, sentían que su mundo se inundaba, sentían su corazón, su mente, su alma irse de su cuerpo. Sabían que no serian las mismas de antes. Pero esta vez estaban juntas, porque sabían que iban a estar la una para la otra, porque sabían que iban a estar para ayudarse a sanar, juntas como la primera vez, juntas como tanto tiempo quisieron estar.