Volverse a encontrar

VIII

- Nada, eso paso. No hice mucho en mis vacaciones así que no tengo nada que contarte - Dijo Amy antes de continuar - Fue muy aburrido estar sola.

-Que triste, mi vida tampoco es muy interesante que digamos - dijo Camila algo distraída mientras pensaba en toda la situación.

Salieron del heladería, cada una se dirigió a su casa. Esperando que mañana no pasará lo mismo que hoy, un colapso emocional, porque si, eso es lo que fue. Estaban  mal, reencontrarse con alguien del pasado  fue algo muy fuerte para las dos, definitivamente. Claro que la más afectada era Camila, la persona con la que se encontró era su primer amor, imposible no estar mal.

🎇🛣

-Buenos días, ¿Qué tal tu noche?

-Definitivamente mal.

Era verdad, Camila no había dormido en toda la noche. Pocas veces presentaba eso, el no poder dormir por pensar demasiado, casi no  pasaba. Siempre fue fácil pata ella conciliar el sueño, si no contamos las noches en las que los brillantes faroles que iluminaban el camino, la vieron llorar por la partida de su primer amor.

Si, tuvo un peso increíble en su vida.

- Para que te regaño si me paso lo mismo. No se porque, nunca me pasa.

- Seguro fue la sorpresa y conmoción, o la tortura de verla otra vez- Dijo Camila con burla en su voz y su rostro.

Sabia que no debía bromear con eso, ya que Amy si se sentía de esa forma, estaba tan sorprendida, conmocionada, preocupada por su amiga, eso no la dejaba dormir,  no le dejaba estar tranquila, en verdad le preocupaba.

Amy sabia que Camila escondía sus emociones en sarcasmo, en realidad se sentía vacía, fingía ser feliz, pero se sentía vacía.

Era verdad que a veces no lo hacia, esas veces eran en la que se sentía realmente feliz, aunque otras si, fingía una sonrisa y escondía su tristeza. Ella sabia que no tenia que hacerlo, se lo habían dicho antes, tenia personas en quien confiar, sabia que siempre estarían ahí para ella cada vez que se sintiera de esa forma, porque, no importaba cuanto tiempo pasara, siempre tendría a quien acudir, sin embargo, no quería preocupar la gente, a las persona que quería.

-¿Tortura de ver otra vez a quien?

Una voz conocida, interrumpió la corta conversación que pudieron tener.

Esa voz.

La conocía.

Camila la había escuchado antes.

Era exactamente igual a como la recordaba.

Era hermosa.

Era feliz.

Era brillante.

Recordaba el brillo en su voz. Y ese brillo nunca se perdió. Porque no importaba lo que dijera, su voz era hermosa

Encontrar el valor para voltear y observar quien era, se suponía que debía estar mal, pero no pudo ver esa sonrisa hermosa, sus pecas adornando su hermoso rostro, sus brillantes ojos marrón claro, todo estaba igual en ella, seguía hermosa, y ante sus ojos siempre lo seria.

-A ti - susurro Amy, fue un susurro suave, casi inaudible, pero Camila lo pudo escuchar. Aunque aquella persona que las interrumpió no.

Camila quedó helada al ver a Romina parada en frente suyo, por Dios, era hermosa.

Simplemente quería salir corriendo de ahí, pero no podía, no quería. No quería moverse, estaba encantada con la vista que tenia. Así que dejo  que Amy fuera la que volviera a hablar.