Volverse a encontrar

III

Camila se dirigía a su primer día en la universidad, estaba realmente nerviosa pero mantenía su semblante relajado, habían pasado 5 años después de ese incidente, que, aunque no pareciera, la había marcado mucho, sus padres nunca se enteraron de lo que paso, y ella estaba agradecida con eso, de lo contrario la habrían sacado del colegio y la hubieran llevado a vivir a otro lugar, cosa que no quería mucho, de hecho nada, luego de eso la vida de Camila fue normal, tuvo algunos que otros bajones, pero, nada grave, se preguntaba ¿Cómo es que había llegado a este punto en su vida? Caminando dentro de un recinto, frente a una gran edificación, a punto de empezar su vida universitaria, sabia que llegarían a su vida nuevas personas, nuevas amistades, tal vez parejas, mas responsabilidad, pero nunca imagino lo que vería ahí.

Se dirigió hacia el aula en la que tendría su primera clase y se sentó, a esperar que su docente llegara, estaba cursando la carrera de Enfermería, por lo tanto estaba en la facultad de Medicina, estaba feliz, sabia que se encontraría con Amy, su mejor amiga. Amy era la mejor amiga de Camila desde que Romina se fue, encontró en ella un refugio y decidió quedarse con ella, desde entonces eran amigas y su amistad fue avanzando, estuvieron juntas la una para la otra, como hermanas, apoyo a Camila en cada decisión que tomo y estuvo con ella siempre.

-Hola - Una voz la saco de sus pensamientos, hasta que se dio cuenta de quien era.

-Hola Amy, hace tiempo que no te veo ¿Cómo estas?- Respondió Camila desbordando felicidad, saliendo por completo de sus pensamientos anteriores.

-Normal, ya sabes viviendo, ¿y tu?- Dijo ella

-Igual, respirando- respondió en tono de broma- No puedo creer que ya tenga 18 años, y que este empezando la universidad, ¿Qué va venir después? no estoy preparada para nada, debí haberme quedado en séptimo de básica.

Amy se burlo del comportamiento de Camila, pero tenia razón, debieron haberse quedado en séptimo. fue el mejor año de su vida, aunque con muchos problemas, pero de todas formas el mejor.

Continuaron hablando de lo que habían hecho con sus vidas en esas cortas vacaciones que tuvieron y de como creían que seria la carrera, al fin y al cabo estudiar medicina no era nada fácil, hablaron de lo que sabían de sus otras amigas y de temas cruciales, como de salir a almorzar juntas luego de sus clases, tenían varias cosas de las que ponerse al día.

Unos minutos después entro el profesor, con el que tendrían tutoría acompañado de una persona, que entraba atrás de el, se parecía a alguien que ellas conocían, pero no descifraban quien.