Capítulo 28: This is Only the Beginning...

1.2K 138 1
                                    

Harrison consideró la posibilidad de quedarse en el castillo durante las vacaciones de Pascua, sólo para poder terminar lo que quería hacer, que era principalmente leer los libros que cogió de la sección restringida y hacer magia oscura. Decidió no hacerlo, cuando se dio cuenta de que posiblemente era la única manera de alejarse de Dumbledore, que lo vigilaba de cerca, esperando que cometiera un desliz y le diera al viejo tonto otra razón para seguir vigilándolo.

Así que Harrison hizo arreglos para quedarse con Sirius en el transcurso del descanso. Sirius había accedido con entusiasmo, ya que ambos podían pensar en el siguiente paso para conseguir la resurrección del Señor Tenebroso. Harrison sospechaba un poco por qué Sirius había accedido tan rápidamente, pero no iba a cuestionarlo. Estaba agradecido de que Sirius le proporcionara un lugar donde alojarse durante el descanso y pudiera hacer cosas sin que los ojos indiscretos de nadie o, peor aún, Dumbledore se enteraran.

Harrison recogió su baúl, asegurándose de que la Piedra Filosofal estuviera escondida debajo de las cosas que iba a llevar a Sirius. Incluía un montón de libros de la sección restringida de la biblioteca y algunos libros y pergaminos que estaban escritos en parsel, que contenían una amplia gama de cosas, principalmente el uso de la magia oscura y la magia de sangre.

Siguió empaquetando las cosas, repasando colectivamente las cosas que tenía que hacer durante el descanso averiguar cómo traer de vuelta al Señor Tenebroso usando la Piedra Filosofal, encontrar al Señor Tenebroso y, lo más importante, tener una o dos discusiones con Lucius. Sabía que una en concreto iba a ser fácil, si su teoría era correcta. Sólo esperaba que el diario fuera capaz de localizar el espíritu primordial del Señor Tenebroso.

Draco lo miraba fijamente con sus ojos grises observando cada uno de sus movimientos. Ignoró los ojos mientras terminaba de empacar.

-Sigo sin ver por qué no quieres quedarte durante el descanso-, señaló Draco. -Harry, ¿quién va a hacerme compañía?- El tono de Draco se volvió infantil mientras le rogaba al moreno que se quedara durante el recreo.

-¿No puedes al menos quedarte para poder ayudarme con los deberes?- Suplicó Draco.

Los profesores les habían estado asignando tareas cada vez más. A Harrison no le resultaba tan difícil, ya que se ponía a trabajar rápidamente y seguía pasando la mayor parte de la tarde, conversando con Draco o leyendo algún libro que le pareciera interesante de la Cámara o de la sección restringida.

Negó con la cabeza y el rubio suspiró implacablemente. Un pequeño mohín se formó en los labios del rubio al cambiar de tema.

-De todas formas, ¿a dónde vas?-.

-A ningún sitio en especial-, le dijo Harrison. -Tengo asuntos que atender, eso es todo-.

-Tú y tus secretos-, resopló Draco. -A veces me gustaría que me dijeras algo-.

-Ahora bien, dónde estaría la diversión en contártelo... Ya lo verás pronto-, le dijo Harrison.

Cerró su baúl con un golpe, lo encogió hasta que cupiera fácilmente en su bolsillo y se dirigió a la salida del dormitorio.

[¥¥¥¥¥¥]

Las gotas de lluvia salpicaban el pavimento y mojaban todo lo que tocaban, incluidas las flores recién florecidas y las hojas verdes que había en los árboles. Era obvio que por fin era primavera y, sin embargo, el frío invierno y el viento seguían aferrados a los terrenos. Unas nubes grises y oscuras cubrían el cielo, con algunos pequeños parches de cielo azul claro que se asomaban. Parecía que hoy podrían ver un atisbo de sol, una vez que terminara la lluvia.

CHILD OF AZKABANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora