Capítulo 31: Tainted Innocence

1K 132 1
                                    

Mucha gente la felicitaba por su recién estrenada libertad mientras ella agarraba con fuerza la mano de su tío. Los rodeaban, mientras charlaban en voz alta, proclamando que esto era importante y que por fin se alegraban de que por fin se hiciera justicia después de haber estado tanto tiempo en Azkaban. Ella sabía que esas palabras que decían eran palabras huecas, ya que no había duda de que realmente no les importaba. No les importa dejar que los niños vayan a Azkaban, o de lo contrario, ella y Harry no habrían estado allí en primer lugar, pudriéndose allí durante años, hasta que se dieron cuenta de que tal vez aquello estaba mal y que debían hacer algo.

Pero ella no iba a parecer desagradecida, por muy hipócritas que fueran los adultos.

Así que Ella se aseguró de que la vieran agradecida. Tenía una sonrisa suave en la cara, reservada para los desconocidos, mientras seguían hablando. Su mente seguía dándole vueltas a aquello que siempre fue un sueño fugaz, y algo destinado a estar fuera de su alcance: la libertad.

Mientras su tío charlaba con todos esos desconocidos, su mente volvía una y otra vez a su familia. Se preguntaba cómo iban a seguir adelante. Sabía que ella era lo único que les hacía vivir, seguir sobreviviendo día a día, incluso con el sufrimiento que los dementores habían traído consigo, soportando cada día que pasaba.

Se preguntó cómo reaccionarían sus padres cuando se enteraran de que no iba a volver a la celda. Ella se preguntó si se estarían preguntando si la iban a colocar en otra celda lejos de ellos, o si por fin había conseguido lo imposible y estaba lejos de aquel lugar. Era casi una pena que no pudiera conocer su reacción, pero no iba a echar de menos a los dementores que rondaban el lugar, condenándola por matar a aquellos muggles.

Salió de sus pensamientos cuando se hizo más evidente que su tío Lucius por fin había dejado de charlar con desconocidos, y abandonó la sala con Ella a cuestas. Sintió los ojos extraviados mientras apresuraba rápidamente sus pasos, con la mirada fija en el suelo, mientras pasaban junto a muchas brujas y magos vestidos con túnicas de color oscuro, que llevaban maletines y pergaminos mientras se dirigían a su ubicación, mientras ella y Lucius seguían subiendo.

El viaje en ascensor fue silencioso, salvo por los aviones que volaban en el techo del ascensor y la voz femenina que anunciaba los niveles de las plantas y cada departamento. Observó con curiosidad a una bruja que llevaba un animal doméstico que parecía una versión muy diminuta de cuando Fenrir se convertía en hombre lobo durante las lunas llenas, más esponjoso y más mono que el aspecto de Fenrir.  El animal tenía el pelo corto, castaño claro, y pequeños ojos negros y brillantes. El pequeño animal respiraba pequeñas manchas de fuego, creando pequeñas volutas de humo oscuro cada vez que exhalaba. Ella observó cómo la bruja mayor arrullaba y tranquilizaba al animal hasta que bajaron a un nivel.

-¿Qué es eso?- murmuró Ella, observando cómo la bruja mayor y su animal doblaban una esquina, hasta que dejaron de estar a la vista.

-No lo sé. Podría ser una quimera, pero no soy experto en animales. Por eso bajaron al nivel cuatro-, fue todo lo que le dijo su tío.

Ella se limitó a asentir y siguió mirando hacia delante mientras las rejillas doradas se abrían y cerraban hasta que llegaron al atrio, donde había más brujas y magos agolpados alrededor de los ascensores y las chimeneas.

Ella miró alrededor de la sala, sintiéndose abrumada por la cantidad de gente que había en un mismo lugar. Se agarró con fuerza a la mano de su tío Lucius mientras éste la guiaba entre la multitud. Finalmente se detuvieron frente a una chimenea, y esperaron a que cada vez que una persona entraba, ardiera en llamas verdes.

La espera fue corta hasta que llegó su turno. Lucius entró en la chimenea y Ella le siguió. Su tío anunció su destino y pronto se vieron envueltos en llamas verdes. Ella cerró los ojos y se agarró con fuerza a la túnica de Lucius mientras el floo los llevaba a la mansión.

CHILD OF AZKABANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora