Mar LockleyMe paseaba por la ciudad luego de una larga jornada laboral. Decidí acercarme a comprar un helado de vainilla para así poder sentarme a disfrutar de la pequeña y calmada brisa que la ciudad de Manchester ofrecía siempre a esta hora. Cuando termino de pagarle al heladero, una voz conocida llega a un lado mio.
-Me podrías dar un helado de chocolate, por favor?- simplemente con su acento sabía de quien se trataba.
Termino de tomar mi servilleta y así irme a sentar, pero su agarre me detiene -se te ofrece algo?- le pregunto.
Él me sonríe -se te olvida la cartera- señala Rúben Dias, jugador portugués del Manchester City.
Siento como mis mejillas se ruborizan -oh! Gracias- menciono con torpeza tomando mi cartera de sus manos.
-Espera!- de nuevo insiste.
-Ah... lo siento, es que llevo prisa- quería evitar a Rúben debido a que hace unas semanas atrás terminé acostándome con él en una fiesta.
Rúben adopta una expresión sorpresiva -de verdad? Porque pareciera que estuvieras calmada- contradice.
-Su helado- interrumpe el empleado.
Yo aprovecho que está distraído para caminar con la intención de alejarme del atleta. Sin embargo, Dias logra alcanzarme -por qué huyes? Te hice algo?- pregunta dolido.
Suelto un suspiro y me giro a verlo -no es nada- pero si lo era.
No le he dicho esto a nadie, pero fue precisamente una semana después en que Jadon Sancho me partió el corazón que me acosté con Rúben para olvidar al inglés. Solo estaba utilizando al defensa por conveniencia y beneficio propio, por ello se me hacía difícil verlo a la cara.
-Entonces por qué no puedo hablar contigo?- desea saber.
Sus ojos oscuros provocaban que me hiciera sentir nerviosa -solo fue una noche, Rúben- por fin me atrevo a decir mientras como mi helado -pensé que no significaba nada para ti.
Desvía la mirada -tienes razón- aclara su garganta -pensé que el volver a verte era una señal- confiesa.
Ahora si la culpa me consumía -lo siento, Rúben. Esa noche estaba tan dolida y sola que busqué alojo en tus brazos sin pensar en tus sentimientos- ofrezco disculpas.
-Es mi culpa, me ilusioné rápido- revela chupando su helado.
Intento ser empatica -yo también me ilusioné- suelto ganándome la atención del portugués -había un chico al que pensé que había cambiado por mi y que por fin demostró que era digno. Sin embargo me equivoqué dejándome llevar por mis emociones.
Rúben se sorprendió -woah... no sabía.
-Esta bien, eso no quiere decir que haya sido excusa para jugar con tus sentimientos. Aquello estuvo mal de mi parte- acepto la verdad.
El portugués me sonríe -ahora entiendo todo. Buscabas olvidar tu tragedia de manera egoísta.
-Si...- sigo comiendo mi helado.
-Pues si algún día quieres despejarte y no tengas con quién, aquí estoy- ofrece lamiendo la parte derretida de su nieve.
-No quiero involucrarte en mis dramas- bromeo.
Rúben ríe -sabes? Esa noche estaba aburrido, mi vida cambió mucho desde que terminé con mi novia. Me gustaría conocer más de ti para distraerme un poco- me sigue la corriente.
-Oh no, te vas a arrepentir.
Finalmente caminamos juntos por el centro de la ciudad platicando de nuestras vidas y así ganándonos la confianza del otro. Confieso que el portugués era agradable y lindo, pero definitivamente no era Lisandro Martínez.
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𝟐. 𝐖𝐄 𝐁𝐄𝐋𝐎𝐍𝐆 :: 𝗟𝗜𝗦𝗔𝗡𝗗𝗥𝗢 𝗠𝗔𝗥𝗧𝗜𝗡𝗘𝗭
Romance𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝐃𝐎𝐒 (𝐒𝐄𝐆𝐔𝐍𝐃𝐎 𝐕𝐎𝐋𝐔𝐌𝐄𝐍) Luego del incidente que Marlene Lockley tuvo con su mejor amigo Jadon Sancho, la inglesa busca olvidarse del romance pero un cierto argentino que fue el principal problema en su relación con Jadon no...