𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝐃𝐎𝐒
(𝐒𝐄𝐆𝐔𝐍𝐃𝐎 𝐕𝐎𝐋𝐔𝐌𝐄𝐍)
Luego del incidente que Marlene Lockley tuvo con su mejor amigo Jadon Sancho, la inglesa busca olvidarse del romance pero un cierto argentino que fue el principal problema en su relación con Jadon no...
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Regreso a la tribuna limpiándome las pocas lágrimas que me habían salido al estar asustada de lo que me pudo haber hecho el portugués sino fuera por...
-MAR! Dijiste que solo iban a ser unos minutos. Dónde estabas?- cuestiona Liz preocupada.
Intento no sonar débil -no te asustes, me atrasé con mi equipo- miento y seguimos viendo el partido.
El conjunto azul es quien empata el partido luego de un tiro de esquina anotado de cabeza por Rodrigo, quien se acerca a celebrarlo formando un corazón seguido de una "L" con sus manos, indicando que su gol estaba dedicado a mi hermana mayor.
-Mar... me ha dedicado su gol...- Lizzy estaba pasmada.
-Te lo mereces hermana- la abrazo por los hombros mientras ella contenía su alegría.
Ahora el encuentro se vuelve cada vez más reñido pues poco a poco el partido se estaba ensuciando por cada falta que el árbitro macaba haciendo que los jugadores se enfadaran con él y los rivales mismos. Las cosas suben de nivel cuando en un tiro libre cobrado por el United, marca de rebote Lisandro yendo a celebrar justo enfrente de los hinchas del City.
-A tu novio le hace falta controlarse- resalta Liz.
Yo me quedo pensando en lo de Rúben -déjalo- respondo -se lo merecen después de todo- defiendo la celebración de Licha y el juego reanuda.
Ya no quedaba tanto tiempo y el City atacaba y atacaba sin dejar que el United pasara tan siquiera mitad de cancha. Lamentablemente un tiro de esquina se volvió a marcar para los Citizens segundos antes del pitazo final. Esta era la oportunidad para que se empatara el partido.
La jugada pasó tan clara pues Lisandro tomó a Rúben del cuerpo para evitar que este saltase dejándose caer. Lo iban a pitar falta, era claro! Es penal. Sin embargo, el árbitro se hace de la vista gorda silbando el final del partido sellando la victoria de los Red Devils como campeones de la FA Cup.
Mientras que Liz y yo nos quedamos atónitas al ver que los Citizens estaban a nada de comerse el árbitro por aquella acción de Licha -no sé qué decir...- se me escapa.
-Felicidades por la victoria, Mar- contesta Liz.
-Lo siento por Rodri- disculpo.
Mi hermana me sonríe -ahora sé que hoy más que nunca me tengo que acercar para apoyarlo.
Caminamos hacia dentro de las instalaciones encontrándonos con las caras largas de los jugadores de Pep, uno de ellos es Rodri. Lizzy de inmediato se acerca a abrazarlo -estoy orgullosa de ti! Tremendo partidazo que hiciste. Para mi fuiste y siempre serás el mejor de la cancha- halaga mi hermana.
El español se asegura de verla directo a los ojos -el verte en las gradas me hizo de mucha ayuda y el reconocer que has venido a apoyarme me alegra aún más este día- confiesa.
-Te amo, Rodri- sella Liz.
-Te amo, Lizzy. Nunca te dejaré ir- la toma por las mejillas para plantarle un tierno beso.
Aww! Si es que me sentía muy feliz por mi Lizzy. Ambos hacían una linda pareja. Se separan por falta de aire haciendo que la castaña me voltee a ver -gracias, Mar- me susurra.
Rodri me mira -oh! Por cierto, Rúben te busca- me informa.
Trago saliva -cuando tenga tiempo lo veo, iré a mi oficina- los dejo apresurada para no encontrarme con el portugués.
Para mi mala suerte, este me esperaba en mi oficina sentado en mi escritorio -me gustaría que organizaras una entrevista express donde yo explique que tu querido amor se salió con la suya y que el partido fue comprado- dice una vez que entraba.
Mi instinto me hizo retarlo -debiste jugar mejor y quizá hubieran logrado empatar el encuentro.
Su puño choca con mi escritorio provocando que el fuerte ruido me asustara -no dejaré que me vuelvas a ver la cara de estúpido- camina lentamente hacia mi.
Esto ya me estaba dando miedo. Intento escapar pero su grande mano cierra la puerta de golpe y con la otra logra encerrarme sin desviar la mirada de la suya -déjame en paz- pido con la respiración agitada.
-Si yo no puedo tenerte, nadie más puede- desafía con furia.
-YA DÉJAME!!- intento empujarlo pero obviamente es mucho más fuerte que yo por lo que toma mi brazo para lanzarme a un costado del cuarto. Había chocado con una maceta de una planta haciendo que tropezara y me pegara en la cabeza.
El portugués sonríe -cuidado con lo que deseas- advierte burlón.
Mis ojos demostraban terror al verlo -qué te ha pasado?- me atrevo a cuestionar -cómo has podido caer tan bajo?
Rúben se aclara la garganta -eres una egoísta al creer que todo este tiempo has sido la víctima cuando en realidad lo único que provocas es hacer pedazos el corazón de otros. Los manipulas a tu consideración sin importar sus emociones.
Me llevo la mano a mi frente la cual noto que comenzaba a salir sangre -esto ya no es celos, es venganza...- caigo en la realidad.
-De verdad vas a llorar al escuchar tus verdades?- cuestiona burlonamente al notar que mis ojos se cristalizan.
-No puedo creer en lo que te has convertido...
Me recoge con su fuerza mientras que yo intentaba alejarlo -todo esto es tu culpa, Mar. Que te quede claro- me pega contra la pared y al mismo tiempo comienza a ahorcarme.
Sentía que me iba a morir en esos instantes, sino fuera porque alguien llegó a quitarlo de encima lanzándolo al suelo -pedazo de mierda!!!!-veo que lo golpea dos veces en el rostro hasta que mi vista se vuelve borrosa y caigo en un profundo sueño.
