ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 40

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Bakugō


Un cálido rayo de sol fue el culpable de que despertara temprano. Frote mis ojos para evitar quedar cegado momentáneamente al abrirlos. Trate de girarme para que la luz no me diera en la cara y poder seguir durmiendo, pero me fue imposible. _______ estaba atada a mi cuerpo. Una sonrisa estúpida se dibujó en mi rostro al recordar la maravillosa noche que habíamos pasado, sin duda había sido de las mejores de mi vida.

Pase mi mano sobre la sabana por su cintura abrazándola y esta se acurruco aún más en mi pecho. Acomode un par de mechones que no me permitían ver su rostro. Di un beso sobre su frente y uno más suave sobre sus labios teniendo cuidado de no despertarla, pero al parecer fue inútil ya que lentamente abrió los ojos. Una enorme sonrisa se pintó en su rostro al verme.

—Buenos días— dijo ocultando su rostro en mi cuello, de seguro estaba algo rojo.

—Buenos días— respondí y di un beso sobre su cabello.

— ¿Qué hora es? — pregunto con voz ronca.

—Las nueve— dije después de confirmarlo con el reloj que estaba en el buro.

— ¿Por qué despertaste tan temprano? — rio frotando sus ojos.

—Ese rayo de sol que no me despertó y no cerré la cortina porque no quería despertarte y de todos modos no funciono— ahora yo me acurruque entre sus brazos.

—Yo la cerrare— dijo sentándose en la cama —Pero cierra los ojos— me señalo.

— ¿Por qué? — Pregunte extrañado.

— Ciérralos— ordeno nuevamente mientras se cubría con la sabana y entendí porque quería que me cubriera los ojos.

—Preciosa es estúpido que...

—No Kacchan — río de forma dulce y finalmente obedecí y me cubrí hasta la cabeza con la delgada sabana, solo podía ver su silueta. La habitación volvió a obscurecerse.

— ¿Ya me puedo destapar?— pregunte.

—Ya— contesto y baje la sabana ahora su cuerpo desnudo era cubierto por una camisa a rayas celestes mía.

— ¿Me la prestas? — pregunto con una voz de niña pequeña.

—No, quítatela— mordí mi labio inferior, aunque debía admitir que mi ropa le quedaba jodidamente perfecta.

—Entonces iré por ropa— dijo caminando hacia la puerta

—Hey, Hey— le llame y se detuvo —Vuelve— le dije señalando con la cabeza el lugar vacío de la cama. Sus ojos se iluminaron y regreso corriendo a la cama.

—Solo un rato más, tenemos que arreglarnos para esta noche y tienes que ir por tu traje— repitió nuestro itinerario.

—Y si mejor no vamos y nos quedamos aquí— dije envolviéndola en mis brazos, a mi realmente no me apetecía para nada ir y quería tenerla solamente para mí.

—Katsuki…— alargo, para ella era importante asistir.

—Está bien, Está bien.


— ¿Katsuki? ¡Katsuki! ¡Despierta! ¡Kacchan despierta! — Abrí de golpe los ojos ante los llamados insistentes de ________.

— ¿Qué? ¿Qué paso?— pregunte desorientado y alarmado.

—Pasa que son las cinco de la tarde y seguimos... ¡Así! — Diablos, ¿las cinco? ¿Cómo habíamos podido dormir tanto? —Me daré una ducha, para después ir por mi vestido a... A casa de mi madre— su tono de voz cambio por completo. Dio un apasionado beso sobre mis labios antes de salir corriendo hasta el baño. Pase mis brazos por detrás de mi cabeza y mi mirada estaba perdida en el techo. Sin duda alguna estaba enamorado de ella.

暗 | 𝘛𝘩𝘦 𝘌𝘥𝘨𝘦 𝘰𝘧 𝘛𝘰𝘯𝘪𝘨𝘩𝘵 ── 𝗞𝗮𝘁𝘀𝘂𝗸𝗶 𝗕𝗮𝗸𝘂𝗴𝗼💥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora