Un pollito llamado Park Jimin [Y.M] [#1] [✓]

82

—La luna está hermosa. —habló Jimin mientras sentía las caricias de su alfa.

—Pero no más que tú. —susurró Yoongi. —¿Te gusta la luna de miel?

—Es extraño. —se giró y lo vio. —jamás pensé que llegaría a casarme.

—Pues, ya que eres mi esposo. —le dio un corto beso. —¿Qué deseas?

—Cuando lo dices así me da vergüenza. —se ocultó en el cuello de su alfa.

—A mi hermoso pollito le da vergüenza que le diga que es mi esposo. —sonrió Yoongi. —es tan tierno y tan mío.

Jimin se sonrojó cuando fue recostado en la arena, Yoongi miraba al omega y le dio un corto beso para levantarse y correr a la playa, Jimin también lo hizo y se pusieron a jugar de manera alegre, al anochecer ambos cocinaban de manera tranquila; Yoongi miraba al omega él cuál cocinaba tranquilo una bolsa de sopa instantánea.

—Nos quedan unos días más. —habló Yoongi. —¿Qué te gustaría hacer? —le preguntó.

—Pasar en casa. —se giró y le dio un corto beso. —no tengo muchos ánimos de salir.

—¿Te sientes mal? —lo tomó de las mejillas.

—No. —negó. —es solo que ya estoy un poco aburrido.

—Qué te parece dar un paseo en la lancha. —le dio un beso en la frente. —para salir de la isla.

—No sé nadar. —se sonrojó.

—Para eso está tu esposo que te enseñara. —lo abrazo.

La pareja comió tranquila y luego se fueron a la cama, Yoongi le escribía a su madre que todo estaba bien y que Jimin disfrutaba del lugar y que dentro de unos días más volverían a Seúl, Jimin se bañaba de manera tranquilo hasta que la puerta se abrió dejando ver a su alfa él cuál le sonrió. Jimin con su mirada invito a su pareja a tomar un baño juntos, ambos se daban cortos besos y sonrisas traviesas, al finalizar su baño, el omega ya se encontraba dormido en el pecho del alfa, esté lo admiraba por un buen rato hasta poder caer en los brazos de Morfeo.

Al amanecer dieron un recorrido por toda la isla disfrutando de la brisa y la marea, al mediodía comieron langosta y buscaron conchitas por toda la playa, al anochecer la pareja estaba en la cama volviéndose a unirse como alfa y omega, Jimin sonreía cada vez que Yoongi le daba cortos besos en su cuello dejando marcas en este. Yoongi permanecía sentado con Jimin sobre él, le encantaba a la serpiente ver su marca en el cuello del pollito y también le encantaba poder hacer el amor con este, deseaba con muchas ganas poder fecundar un huevito y así tener ya sea un pollito o una pequeña serpiente.