Un pollito llamado Park Jimin [Y.M] [#1] [✓]

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"LA VIDA NO ES LA QUE UNO VIVIÓ, SINO LA QUE UNO RECUERDA, Y CÓMO RECUERDA PARA CONTARLA".

Los aplausos se hicieron presentes y el omega hizo una corta reverencia, los diplomas poco a poco fueron entregados, el último fue el pollito, él cuál al recibirlo hizo una corta reverencia. Yoongi no pudo estar más feliz y cuando tuvo la oportunidad lo tomó de la cintura y le dio un largo beso a su omega. La ceremonia pasó rápido y luego se dirigieron a la fiesta de graduación, Jimin estaba junto con Yoongi los cuales miraban la vista de la ciudad, la fiesta de graduación había sido en un restaurante muy lujoso, ambos hablaban de algunas cosas.

—Me gustó tu discurso de graduación. —hablo Yoongi.

—Jamás esperé que yo lo fuera a decir. —susurro. —me tomó por sorpresa.

—Debías de ser tú él que lo debía de decir y no cualquier descerebrado. —le beso la mejilla. —y quería darte algo.

Jimin vio que el alfa sacaba un sobre y se lo entregaba, él con mucho cuidado lo abrió y vio que eran cartas de muchas universidades en las cuales lo querían para que estudiara.

—Son cartas de la universidad. —hablo Yoongi. —estás más que apto para cualquier carrera.

—Yo no sé qué decir. —miro al pálido.

—Cualquier decisión que tomes la aceptaré. —le acarició la mejilla. —y cualquier universidad que elijas yo te seguiré.

—Me asusta la universidad. —hablo Jimin. —todo me asusta hoy más que nada.

—Me tienes a mí. —lo abrazó. —no te dejaré solo.

—Gracias por ello. —lo vio. —por cuidarme y darme todo tu amor.

Yoongi sonrió y lo atrajo a él para besarse, cuando terminó la fiesta Yoongi llevó a un lugar especial a Jimin, cuando llegaron ambos vieron la casa, esta era una que Yoongi había comprado de forma anónima, dónde a veces iba a pasar sus celos.

—¿Dónde estamos alfa? —preguntó Jimin confundido.

—Nuestra casa. —lo abrazó por la espalda. —donde viviremos luego de casarnos.

—¿Compró una casa tan rápido? —le dijo.

—La compré cuando tenía 12 años. —se encogió de hombros.

—Se la vendieron siendo tan joven. —se giró y lo vio.

—Puede que haya engañado a mi mamá para que me firmara unos documentos de la compra de casa. —le beso la mejilla. —pero de ahí la casa está a mi nombre y muy pronto al tuyo.

—¿No se dio cuenta? —río Jimin.

—Hasta el momento no. —le beso las mejillas. —espero que este pollito no suelte el pico.