────Izuku Midoriya es un Omega adolescente que tiene un Kosei mutante que lo hace ser mitad gato. Con todo lo que implica serlo, vive su vida normalmente. Su padre, es el dueño de la U.A y lo lleva muy seguido. allí vivirá aventuras y tragedias junt...
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- ¡Kacchan, Kacchan! ¡Ayúdame! - Suplicó Izuku arriba de su amigo que aún dormía en su lado de la cama, y se despertó al escuchar la palabra "Ayúdame"
- Que carajo pasa.. - Katsuki se sentó en la cama, abrió sus ojos y lo primero que vió fue un Deku gato, con orejas y bigotes. - ¡Que mierda, eres un gato! - Izuku posó uno de sus pequeños dedos en los labios de Katsuki.
- No lo digas tan alto, Kacchan. Si, soy un gato. ¿Tu sabes porqué podría ser? - Preguntó con inocencia.
- Maldito tonto, es tu Quirk. -Izuku abrió sus ojos con sorpresa, ¡Un Quirk!
Izuku rápidamente saltó de la cama para ir a buscar a su mamá.
. . .
- Wow hace mucho no veía un Kosei así. - Le dijo el doctor a Inko mientras observaba las orejas de Izuku y como meneaba su cola rizada y esponjosa, le causaban bastante curiosidad los híbridos al doctor.
- ¿Tiene algo de malo el Kosei de mi hijo, doctor? - Preguntó con temor Inko tomando por los hombros a su pequeño hijo.
- Para nada. Solamente le recomiendo tener en cuenta un par de cosas. Su hijo cambiará su metabolismo, por lo cual le dejaré junto al papeleo los alimentos que deberá evitar. - Inko asintió, anotando todo en una pequeña libreta que luego repasará hasta aprenderla de memoria.
- Tendrá el ciclo del sueño como un minino, entonces puede llegar a dormir veinte horas al día o solo dos. Algo importante es que no debe forzarlo a dormir o a estar despierto, esto puede ser perjudicial para su salud. - Izuku estaba atareado por la cantidad de información de su Kosei, por lo cual junto a Kacchan decidieron empezar a jugar juegos de palmas.
- Bueno, también tiene que saber que muy posiblemente habrá un cambio de actitud en su hijo, será tal vez más tímido y relajado, y sobre todo no le importará lo que pasa a su alrededor, aunque siempre estará alerta, también tendrá mucha curiosidad por las cosas. - Inko asintió nuevamente, su mano comenzaba a dolerle por anotar tan rápido.
- Y por último, al tener genes de un minino es casi seguro que Izuku tiene una gran fertilidad, de hecho es de un noventa por ciento. - Inko a eso se sorprendió, intentó mantener la conpostura frente al doctor.
- Eso es todo lo que tiene que saber Midoriya-Kun. En los papeles sale la información con más detalles. - Inko asintió, guardando la carpeta en su bolso antes de que se le olvidase.
- Oh si, el otro chico tiene un Kosei muy bueno, puede crear explosiones a base de su sudor. También en la otra carpeta sale muchísima más información de su Quirk. - Inko nuevamente asintió y metió la otra carpeta que le fue dada a su bolso para entregársela a Mitsuki más tarde.
Ambos se despidieron e Inko estaba con los dos niños cada uno tomados de sus manos, pero antes de salir el doctor le dijo algo.
- Oh si, se me olvidaba. Cuide mucho a Izuku, porfavor. Por lo que sé es Omega y en compañía a su kosei, sus sentimientos son más frágiles. Cuídelo mucho de la gente mala Midoriya-Kun. - El doctor le sonrió al pequeño Izuku antes de darle una paleta en forma de corazón y a Katsuki una simple, pero igual de sabrosa.
- Lo haré Doctor, muchas gracias. - Izuku jaló la mano de su madre, indicando que tenía hambre, Katsuki le siguió poco después e Inko rió antes de llevarlos a un pequeño restaurante de comida rápida.
- ¡No puedo aguantar a decirle a papá mi Kosei! - Exclamó Izuku, mientras comía una pequeña porción de papas, las últimas que comería en mucho tiempo.
A Inko y a Katsuki les bajó una gota de sudor, no tenían ni idea de como reaccionaría Hisashi pero algo tenían claro, no saldría nada bien de allí.
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Katsuki ya se había ido a su casa, Inko estaba cocinando la cena cuando la puerta se escuchó.
- ¡Papi! - El pequeño Omega recién presentado corrió donde su progenitor, este con una gran sonrisa lo recibió, pero a los segundos se sorprendió por ver unas orejas de gato sobresalir de la cabeza de su hijo.
- ¿Hijo? ¿Qué te pasó? - Cuestionó preocupado.
- ¡Es mi Kosei papi! - Dijo con una gran sonrisa, Hisashi sonrió también y le dió un gran abrazo, ahogando al más pequeño.
- ¡Estoy tan feliz por tí mi amor! Por cierto ¿Cómo te fue con tu exámen de género secundario? - Preguntó curioso.
- Soy un.. Omega. - Dijo tímido, después de todo no sabía si a su padre le iba a agradar esa respuesta.
- ¡Con razón eres el ser más bello del mundo, bebé! - Con sus fuertes brazos levantó a Izuku y giraron por toda la sala, Hisashi se sentó en el sillón y sentó a Izuku en su regazo, dándole muchos besos en su cara provocando risas en el menor. - ¡Inko, querida, tenemos un ángel por hijo! - Gritó entusiasmado.
- Ya lo sé amor. - Rió la peliverde, su Alfa había reaccionado mucho mejor de lo que se esperaba.
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¡Hola hola! ¿Les está gustando la historia? Ahora está un poco aburrida pero ya como desde el capítulo cuatro se pone más interesante, confíen en mi. :)
