────Izuku Midoriya es un Omega adolescente que tiene un Kosei mutante que lo hace ser mitad gato. Con todo lo que implica serlo, vive su vida normalmente. Su padre, es el dueño de la U.A y lo lleva muy seguido. allí vivirá aventuras y tragedias junt...
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Katsuki intentaba dormir en su escritorio, sin prestarle atención a lo que decía su profesor Aizawa, escuchó como alguien tocaba la puerta pero como no tenía intención de abrirla por si mismo siguió durmiendo.
- Por cierto, hoy tenemos un nuevo estudiante. - Eso le llamó la atención. Levantó su cabeza y una vena comenzó a notarse en su frente.
- ¿¡NANI!? - Pensó.
- Hola, soy Hitoshi Midoriya y es un gusto estar en su clase. - Allí estaba, parado en la pizarra el "hermano" de Izuku.
- Puedes sentarte en el escritorio detrás de Bakugō. - El cenizo suspiró pensando en lo irritante que sería ese sujeto en la academia.
- Hola bombitas. - Lo saludó mientras se dirigía a su asiento con ese apodo burlesco que le había otorgado ese día en el que se conocieron y hubo algunas explosiones de por medio.
- Joder, cállate. - Murmuró avergonzado de recordar como el pelimorado lo había tecleado cuando intentó explotarlo.
Luego de que la clase terminara Katsuki caminó por los pasillos con la esperanza de encontrar a su pequeño gatito.
En cambio, Izuku se hallaba merodeando por la azotea. No había nadie ya que todos estaban en clases y no hallaba nada para entretenerse.
Quiso jugar con su teléfono pero antes de poder sacarlo de su pequeño bolso un empujón lo hizo chocar con una pared.
Al dar la vuelta sobándose la mejilla, fue encarcelado por unos brazos.
- ¿Q-quienes son? -preguntó con algo de miedo al notar como tres alumnos de tercer año lo estaban acorralando.
- Eso no importa dulzura, solo queremos divertirnos un poco. -tatareó el chico que estaba casi encima de él.
- E-eh.. n-no.. -Izuku no sabía como expresar que quería irse, se sentía demasiado incómodo.
- Anda, se nota que tu también quieres. No te hagas el difícil bonito. -dijo otro quien tomó su mentón y estuvo a punto de darle un beso si no fuera porque Izuku se alejó a tiempo.
- Y-yo.. déjenme irme, po-porfavor. -murmuró tratando de salir de ese encierro que le estaban haciendo los chicos.
- ¿Dejarte ir? Pfff, Si porfin logramos encontrarte solo, nunca te despegabas de ese alfa rabioso. -el chico que habló tomó bruscamente sus dos mejillas con su mano.
Izuku estaba temblando, no quería que pasara lo mismo que con Gaku. Recordó lo que su padre le había dicho luego de ese día.
"Si es necesario, no tengas miedo de defenderte"
Mientras los chicos se enfocaban en hacerle comentarios despectivos, sacó sus garras y de un solo movimiento rasguño con todas sus fuerzas la mejilla del alfa que lo tenía retenido.
