────Izuku Midoriya es un Omega adolescente que tiene un Kosei mutante que lo hace ser mitad gato. Con todo lo que implica serlo, vive su vida normalmente. Su padre, es el dueño de la U.A y lo lleva muy seguido. allí vivirá aventuras y tragedias junt...
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— Katsuki, ¿Puedo pedirte un favor? —preguntó Hisashi en su oficina mientras platicaba casualmente con su yerno.
— Claro señor Hisashi. —Katsuki lo miró. — ¿Qué necesita?
— Izu está yendo con un kinesiólogo porque se torció el tobillo, ¿crees que lo puedas llevar? La clínica está aquí a solo dos cuadras, después vuelves a clase. Tengo reunión y no puedo ir a dejarlo.
— Claro, yo lo dejo y si quiere lo recojo después. —se levantó de su silla. — Voy a buscarlo.
— Gracias, Kats. —Katsuki soltó un grito interno, que su suegro le pusiera un apodo quería decir que habían mejorado aún más su relación.
Katsuki caminó por el pasillo hasta llegar al laboratorio donde la de cabello rosa se hallaba inventando cosas, e Izuku estaba dormido en el suelo con una bota en su pie.
— Levanta, holgazán. —Katsuki levantó a Izuku cargándolo en brazos, el omega se adhirió a él como un koala. Siguió durmiendo en el hombro de su alfa mientras salían de la U.A. — ¿Cómo está el tobillo de mi bebé?
— Mejor.. —murmuró Izuku frotando sus ojos, a penas despertando. — Tengo sueño.
— Ya después de tu terapia puedes dormir. —bajó al híbrido de gato al suelo. — Camina un rato, te ayudará a despertar.
Izuku se desperezó y dio unos pasos torpes, todavía un poco adormilado. Katsuki le sonrió con ternura, una expresión que rara vez mostraba.
— Tienes que caminar, Deku. No puedes quedarte dormido en medio de la calle. —bromeó Katsuki, tomándolo de la cintura para guiar sus pasos.
— Lo sé, pero es que siempre que estoy contigo me siento tan relajado... —musitó Izuku con sus mejillas sonrojándose ligeramente. — ¿Sabes, Kacchan? Hoy un chico fue a saludarme al laboratorio. —murmuró Izuku caminando. El alfa frunció el ceño y apretó los dientes. — Se llama Shōto Todoroki, creo.. —bostezó, aún tenía sueño.
— ¿Y qué quería con mi hermoso omega? —preguntó el alfa acomodando su cabeza en el hombro de Izuku.
— Solo fue a saludarme. Me dió un dulce y se fué. —miró a su novio que estaba a punto de hechar humo por las orejas. — Es un poco raro, no mueve la cara.
— Ese mitad y mitad siempre es así, parece una jodida estatua. —refunfuñó molesto. De tantos omegas que existían a Shōto se le ocurría fijarse en su novio. — Avísame si te hace algo o te hace sentir incómodo, le partiré la cara. —abrazó al pecoso continuando con su camino a la clínica, sin saber que esa información le resultaría muy molesta más adelante.
...
Izuku caminaba algo lento por su bota que tendría que usar por un par de semanas. Su destino era la cafetería para poder comer algo. A penas había empezado el primer bloque de clases así que no había nadie rondando por ahí. Seguía a paso lento hasta que sintió una presencia detrás suyo.
