Una mañana agitada. In-yeop maniobraba al tratar de hacer subir su pantalón mientras con su otra mano sostenía el teléfono e intentaba redactar un texto para Jihoo. Al terminar se sentó al borde de su cama mientras que de su cabello todavía destilaban gotas del baño que recién había tomado.
Se detuvo a ver la puerta frente a él mientras sus pensamientos dispersos se concentraban en el inicio de la jornada universitaria. Bajó su mirada y observó sus pies descalzos, estiró su mano para tomar los tenis que estaban a un lado, en ese instante la puerta fue abierta de un sopetón, su mirada se centró en la persona que tenía al frente.
Minso vestía con una falda a cuadros, luciendo sus esbeltas y largas piernas, una camisa de cuello blanco con una sudadera a juego con la tonalidad del fondo de la falda. La chica al entrar y ver el pecho descubierto de In-yeop se cubrió los ojos por vergüenza.
— ¿Te vas a quedar ahí o vas a decirme algo? –preguntó el chico con las mejillas enrojecidas.
—La tía dice que vayas a comer...
— ¿Qué hay en el menú?
— ¿Acaso hay uno? Solo no te vayas sin comer.
—Entendido. –dijo cerca del oído de la chica lo cual provocó un sobresalto.
Cerró la puerta detrás de ella y le siguió los pasos al chico.
Se posaron alrededor de la mesa armable que ocultaba la tía en un espacio entre el refrigerador y la pared. La mesa tenía distintos colores, kimchi, kimbap, tortilla, algo de sopa, arroz, y unas tiras de sapkiopsal que adornaban uno de los platillos.
La comida fue armoniosa, pues con la compañía de la tía y los dos chicos siempre se disfrutaba de un ambiente lleno de tranquilidad y buenos comentarios. Minso terminó su comida rápidamente para no retrasarse en su primer día. Por otra parte, In-yeop introducía cada bocado con calma, sin afán; su rostro se fijó en el plato vacío de la chica, e introdujo con rapidez dos ruedas de kimbap. Siguió los pasos de la chica y dejó su plato sucio en el fregadero junto al limpio de Minso.
Minso se despidió de la tía mientras colgaba su bolso en el hombro. In-yeop caminó con largas zancadas a su habitación donde había dejado su bolso. Lo guindó sin esfuerzo y antes de salir envolvió en sus brazos a la tía y la alzó.
— ¡Bájame ya! –Demandó la tía Hwang – ¿Limpiaste tu plato? –preguntó al poner la punta del pie en la superficie sólida.
—eh...
La tía se cruzó de brazos, pues ya conocía al chico.
—Vete ya. Llegarás tarde.
Un saludo al estilo militar le transmitió a su tía, y al éste darse vuelta la tía le resonó una palmada en el trasero del chico. La vergüenza hizo que la sangre se le acumulara en las mejillas, no por el gesto de confianza sino porque lo presenciaba Minso.
— ¡Gomo! –chilló pero su tía soltaba largas carcajadas sin prestarle mucha atención.
...
Después de una amena bienvenida y que los lideres universitarios recibieran con entusiasmo a los nuevos ingresos, In-yeop y Minso tuvieron un intercambio de sonrisas antes de dirigirse a sus primeras clases. Con el acuerdo de encontrarse para la hora del almuerzo.
Minso se dirigió al aula C4, todos tomaban asiento conforme iban ingresando al aula. Ella echó un vistazo rápido y notó un rostro conocido, el de Kim Soojin, soltó un suspiro y tomó asiento en una esquina del aula creyendo que Soojin no había notado su presencia. Cuando el aula estaba con la mayoría de sus asientos ocupados, el profesor había tomado posesión de la tribuna donde estaba su escritorio y el pizarrón. El profesor se desplazaba explicando el génesis del derecho, cuando su discurso fue interrumpido por un chico alto, de largo cabello negro, y aunque tenía un rostro angelical tenía una vibra del típico matón. Tiró su hoja de inscrito en el escritorio del profesor y lanzó su mochila en el espacio vacío del acompañante de Minso. Aquél gesto hizo que la joven se exaltara y guardara su distancia.
Miró de reojo a su compañero y este se encontraba mirándola, sus miradas se cruzaron, pero la mirada de Kang TaeMoo era tan intensa y oscura que provocó la ruptura de ese juego de miradas.
La clase culminó con la asignación de una tarea con el compañero de asiento. Cuando todos abandonaron la sala Minso se dirigía a la puerta, Minso se armó de valentía para poder conversar con el chico, pero él se adelantó.
—Este es mi número, podemos reunirnos en un café para hacer el trabajo juntos, o podemos vernos aquí en la universidad. Yo no llamo a nadie, así que procura hacerlo para no perder tiempo. –dijo entregando el papel y saliendo con prisa.
Minso miró el papel con el entrecejo fruncido, además su voz le sonaba familia. Lo persiguió para decirle algo más.
Soojin estaba observando todo mientras fingía interés en la conversación con sus amigas, sus manos sujetas a la baranda junto a las escaleras, Kang TaeMo se detuvo a conversar con un amigo en el séptimo escalón, observó como la joven se acercaba al chico con suaves trotes. Pocas personas creían en la ingenuidad de Soojin, con una sonrisa maliciosa al ver a Inyeop aproximarse, atravesó su pie en el camino de Minso.
— ¡Oye, Kang TaeMoo!
Se escuchó un estruendoso golpe en el suelo y algunos que caminaban se detuvieron al escuchar el golpe. Sus ojos se encontraron tan cerca del otro que a ambos se le dilataron los vasos sanguíneos del rostro. Sus labios se tocaron por un segundo que pareció tan largo, las manos de TaeMoo sujetaban con fuerza el cuerpo de Minso, a simple vista eso parecía. Realmente ambos se aferraban mutuamente.
Minso veía con atención los ojos de Taemoo, había algo en ellos que le recordaba a alguien, pero no sabía a quién.
— ¿Puedes quitarte de encima? Tengo prisa. –dijo y la apartó bruscamente de su pecho.
Minso seguía pensando en la torpeza de sus pies, cuando vio la risilla de Soojin mientras la veía en el suelo, sonrisa que se le borró al instante de ver cómo Inyeop corría hacia Minso, supo que sus pies no eran culpables.
TaeMoo iba bajando las escaleras cuando escuchó el quejido de la chica al ponerse de pie. Minso se sujetaba de la pared y sus ojos estaban cristalizados, sentía su pie palpitar y era incapaz de afincarlo. Tomó su bolso, pero en ese intento volvió a derrumbarse.
Respiraba profundamente y trataba de canalizar el dolor físico pensando en otra cosa, cuando alzó su mirada se encontró con dos manos extendidas, Taemoo del lado izquierdo e Inyeop del lado derecho.
Ambos chicos intercambiaron miradas, ambos se sujetaron la mirada sin titubear.
¡Hola, Byeolchari-dul!
Como es habitual cada que aparezco pregunto por su salud.
¿Se encuentran bien? Espero que sí.
Vine a hacerles la entrega que les debo desde hace mucho tiempo, espero la disfruten.
Hazme saber qué piensas con un comentario, una estrellita si te gustó el capítulo y comparte si quieres hablar de la historia con alguien más.
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The Picture (Hwang In-Yeop)
FanfictionHwang In-Yeop sigue amando al primer amor de su vida. Con el cual se encontrará trece años después sin saber que la chica que la chica que se mudó a casa de su tía paterna, viene siendo la misma niña que nunca pudo olvidar. Mackenzie también conoc...