Capitulo 4

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Las buenas nuevas era que la carta de admisión había llegado, Mackenzie había sido seleccionada para presentar el examen de admisión. Por otro lado, en pocos días sería el acto de graduación de Inyeop. Dos motivos de celebración para la familia Hwang. La tía había estado reuniendo para hacerle un festín sorpresa a ambos, pero esperaría hasta la graduación de Inyeop para minimizar los gastos y unir ambos motivos de felicidad.

Últimamente las peleas se intensificaron, Inyeop no sabía cómo llamar la atención de la chica, realmente nunca le había tocado esforzarse tanto por algo así, pues con su belleza natural atraía a las chicas con tan solo respirar. Pero con Mackenzie la tarea no estaba sencilla, por lo que recurría a molestarla con tanta frecuencia que Mackenzie reaccionaba dándole unos golpes de la desesperación. Inyeop era un auténtico niño.

La tía tenía que encargarse de la tienda, por lo que el tiempo solos cubría la mayor cantidad de horas al día.

Mackenzie estaba haciendo unas planificaciones, además de investigar los libros que tenía que estudiar para aprobar el examen. Inyeop estaba a su lado en la mesa viendo la concentración de la chica organizando sus responsabilidades. Aún no había ocurrido nada, pero Mackenzie sabía que tener a Inyeop mirándole no era bueno.

— ¿Puedes dejar eso un momento? –pidió Inyeop.

—Necesito terminar esto hoy. –contestó sin mirarle.

—Estoy aburridooo. –dijo y Mac volteó a verle.

Estaba haciendo un tierno puchero, viéndola de costado. Ella viró los ojos.

—Pero si no has hecho nada hoy.

—Tal vez necesito molestarte...

—Inyeop, no empieces. –amenazó.

Él sonrió plenamente al escuchar la oración negativa, eso era como si le dieras permiso para empezar a joder la paciencia. Entonces dado por hecho, pico con uno de sus dedos la curvatura de la cintura de Mac. Ella se removió, evitando reírse; era su punto débil para las cosquillas. Inyeop no duró ni cinco minutos en asimilar eso, entonces volvió a realizar la acción.

— ¡Ya para! –ordenó tratando de ocultar las risas.

— ¿Tienes cosquillas? –cuestionó con una sonrisa en sus labios aproximándose. Él sabía la respuesta.

— ¡Ya! –dijo entre risas cuando Inyeop movía sus manos entre la piel de sus costillas y abdomen.

Él comenzó a reír también. Mackenzie comenzó a rogar debido a que se estaba quedando sin aliento. De pronto sus miradas se encontraron, Inyeop disimuladamente veía los labios de Mackenzie. Su corazón volvió a aclamar a favor de su cercanía.

—Se divierten mucho cuando no estoy. –dijo la tía viendo la escena.

Inyeop y Mackenzie voltearon a verla al mismo tiempo, la cara de vergüenza de ambos era evidente. Ambos maldijeron en voz baja e Inyeop se incorporó alejándose de Mackenzie. La tía tuvo una larga charla con ambos y luego de eso ambos se retiraron a sus habitaciones.

En una ida al baño de Inyeop metió una nota por debajo de la puerta de Mac, ella se acercó y la tomó.

"¿Debería disculparme? Pero no tengo buenas razones para hacerlo. Dime la verdad, ¿usas lentes de contacto?"

Mackenzie rió un poco con las palabras de ese chico. Tenía buena ortografía y su tipografía era muy linda.

...

A la mañana siguiente Mackenzie salió sola a imprimir unos requisitos que debía tener para los recaudos universitarios.

Imprimió los papeles que debía y se dio algunas vueltas por la ciudad para conocer y comprar algo para usar en la graduación de Inyeop, ya que todos sus vestidos los había dejado en casa. Terminó comprando uno que sirviera para colocarlo con medias para cubrirse del frío del otoño.

Recorrió algunas otras tiendas buscando que comprar para regalarle al insoportable del chico, pero que inaguantable y todo le agradaba a Mac y eso era algo que no podía negarlo. De hacerlo se delataría con la mirada. Caminando por un boulevard se detuvo en una tienda que parecía a la medida para el estilo de Inyeop, había mucha ropa negra ahí.

Una vez dentro se debatía entre comprar una sudadera o una chaqueta de cuero. Recordó en ese momento que no sabía la talla de Inyeop. La chica de la tienda se acercó temerosa de que ella no supiera coreano y ella tuviera que defenderse con su mínima base de inglés.

— ¡Que alivio! Pensé que no te acercarías nunca, necesito tu ayuda.

Le dijo a la chica y ella soltó un suspiro aliviada al escucharla hablar en su idioma.

— ¿Qué talla buscaba? –preguntó amablemente.

—Ese es el problema, no sé que talla es él. Pero puedo describirlo, ¡es muy alto! Mide como 1,80cm aproximadamente. Y es escuálido. –comentó.

—Hay potenciales tallas que pueden servirle, pero depende. Muchas veces tenemos problemas con las tallas que entregamos y no son precisas. ¿Por qué no vino con su novio? ¿No hubiera sido más fácil?

— ¿Novio? No, no. Él solo es mi amigo.

—Bueno, pero le voy a dar las opciones para vestimenta de pareja que tenemos. Puede que alguna le guste, aproveché nuestro 2x1.

Mackenzie amaba ahorrar, entonces no se negó y pidió que le enseñaran los conjuntos de pareja.

Había infinidades de modelos, cada uno de ellos más tiernos que el anterior, pero no se visualizaba a Inyeop usando algo tan cursi como eso. Entonces después de ver los modelos, aunque hubo algunos que les encantaron, se dirigió a la primera área donde estaba la chaqueta de cuero.

Ahora un hombre se encontraba en esa área. Revisando las prendas, ella se acercó a toda velocidad al ver que él tomaba la chaqueta. Se la arrebató de la mano y dijo:

—Disculpe, yo la vi primero. –dijo la chica clavándole la mirada.

En ese momento Mac se dio cuenta que él debía tener cuanto mucho 27 años, pero aun así se veía muy joven, además de atractivo. Él joven le brindó una sonrisa ladeada. La detalló de pies a cabeza, su contextura delgada, su piel ligeramente bronceada, los rasgos finos y delgados de su rostro, pero sin duda le encantaron esos ojos de forma almendrada del color del cielo gris.

—Seguramente... Dime algo, ¿por qué alguien tan linda cómo tú no sale a comer conmigo?

—No gracias. La llevaré. –dijo Mackenzie entregando la chaqueta a la empleada pero el joven la agarró impidiendo que se la llevara.

—Si no estás de acuerdo con las condiciones, no hay chaqueta. Mejor ve buscando que otra cosa comprar.

Mackenzie se cruzó de brazos y volteó sin mirarle.

—Bien, entonces. La chaqueta es mía, por favor señorita colóquela en una bolsa de regalo.

La chica iba a seguir ordenes, pero entre esa extraña discusión ella no sabía a quién hacerle caso.

—Espero le dé buena utilidad a su chaqueta. –comentó Mackenzie antes de retirarse de la tienda.

— ¡Espero verte de nuevo! –gritó al ver a la chica alejarse.

Al final del día, recordó haber visto a Inyeop con algunas figuras coleccionables de Pokémon, por lo que decidió comprar algo que se relacionara a eso. Entró a una de esas tiendas temáticas relacionadas con videojuegos y compró para el chico tres figuras que venían dentro de su pokebola.

Sentía que Inyeop podría sentirse más a gusto con este regalo que con aquella chaqueta. 

The Picture (Hwang In-Yeop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora