Capítulo 9

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Finalmente el tan esperado día había llegado, Mackenzie tenía que presentarse en las instalaciones de la universidad para presentar su prueba. Muy temprano la joven se había levantado, Inyeop quería sorprenderla acompañándola pero cuando el chico se había levantado la chica ya no se encontraba en casa.

Sonrió al recordar lo ansiosa que se encontraba la noche anterior, logró calmarse después de que Inyeop le hiciera unas cuantas cosquillas y que de su parte ganara unos cuantos golpes en respuestas. Sin demorar mucho más, de camino al lugar compró algunas gomitas y unas leches de fresas para dárselo como incentivo por su arduo trabajo.

Por otra parte, la chica ya había tomado asiento y el aula comenzaba a llenarse para dar inicio a la prueba. Las manos de Mackenzie temblaban y sentía cierta inquietud por tener las hojas en sus manos, saber que preguntas iba a encontrar difíciles y cuáles serían las que llenaría con facilidad.

Al cabo de algunos minutos, la prueba fue entregada y leyó todo detenidamente, había estudiado tanto que tenía varias respuestas correctas en su mente pero decidió calmarse, tomar un respiro profundo y aclarar su mente para asegurarse de escoger la opción más idónea.

Empezó a escribir rápidamente en su hoja con algo de emoción, Mackenzie solía hacer muchas muecas a la hora de escribir y unos ojos curiosos a su lado lanzaban miradas furtivas y sonreía al ver sus muecas.

El chico a su lado, quien la veía de vez en cuando, y ella terminaron la prueba al mismo tiempo. Por lo que se levantaron de sus asientos y entregaron al profesor encargado.

— ¡Oye, chica de pelo rosa! –llamó el joven detrás de ella.

Ella se giró y lo miró expectante.

— ¿Necesita alguna cosa? –preguntó.

—Tu número de teléfono.

— ¿Disculpe? Aun no entiendo mucho la dinámica cultural.

El chico sonrió achicando sus ojos y asintió.

—Es normal ver a alguien lindo y pedirle su número, si está disponible.

— ¡Oh! Comprendo, creo...

La timidez de Mac salía a relucir en momentos así. Los halagos y atención del joven desconocido la hacían sentir a gusto pero incómoda.

—Creo que la he incomodado, me disculpo. Soy Kang So-Min. –dijo y ofreció su mano para que le fuera estrechada.

—Descuida. Soy Kim Minso.

Sonrió y ambos estrecharon su mano.

—Oh, Minso, tienes nombre coreano.

—Sí... También uno occidental.

— ¿Madre coreana o padre?

—Mi padre era coreano.

—Genial, compartes dos mundos completamente distintos. –comentó y sonrió.

Inyeop miraba su reloj cada segundo y observaba la entrada inquieto, al ver la cabellera de mechones rosas a lo lejos, supo que se aproximaba pero su cara de felicidad fue reemplazada por el monstruo de los celos al verla conversando amenamente con su recién conocido.

Mackenzie se sorprendió al ser tomada por el brazo y abrazada fuertemente por Inyeop interrumpiendo su plática con Kang So. El mencionado observó la escena cuidadosamente no quería liarse con alguien que tuviera un novio toxico, de esos que no dejaban ni tener amigos.

— ¡Te extrañé tanto! –exageró Inyeop mientras la estrujaba en pecho.

—Pero si me ves todos los días. –dijo Mac entre risas.

— ¿¡Cómo te fue!? ¿Por qué pregunto?, seguramente sacaste 100 puntos. –soltó el chico mirándola sonriente.

Mackenzie se sentía ruborizada con la atención que Inyeop le estaba dando delante de todos. Kang So no quiso interrumpir la atmosfera romántica que tenían, por lo que se despidió amablemente de ella, ella le respondió la despedida con amabilidad.

—No estoy segura, creo que me fue bien. –dijo al fin.

Inyeop al ver a Kang So alejarse, sujetó las mejillas de Mackenzie y la miró fijamente.

— ¿Ese chico te pidió salir con él o algo?

—Solo me pidió mi número. –comentó la chica sin importancia.

—Aish, Maldición. ¿Por qué tienes que ser tan linda? Todos te ven y me hace sentir muy celoso...

Un tierno puchero se asomó en el rostro del esbelto chico y Mackenzie sonrió tiernamente ante su confesión.

—Actúas como mi novio cuando no lo eres Inyeop. –dijo Mackenzie para hacerle enojar.

—Es que, yo... Te traje algo. –soltó a regañadientes y la separó de él bruscamente dándole lo que había traído.

Ella se rió al ver el sonrojo en las mejillas del chico, además de su extraordinario cambio de actitud de tierno y empalagoso al Inyeop con el que estaba acostumbrada a convivir todos los días.

Tomaron el transporte público a casa y compartieron las golosinas de camino. Compartieron miradas furtivas y risas contagiosas durante el camino a casa.

Por otra parte, esa misma semana, Inyeop había salido demasiadas veces de casa sin decir a dónde iba, el chico quería comenzar a independizarse poco a poco, por lo que abrió una pequeña cuenta con la permisología de su tía en donde depositaria su sueldo de su nuevo trabajo. También se le había asignado la presentación de su examen de admisión, pero no había comentado nada porque era una carta que estaba guardando para restregárselo a Injeon después.

Ahora ambos jóvenes se encontraban a la espera de sus resultados.

Las buenas cosas se hacían esperar y ambos estaban tomando caminos que los unirían más en el proceso. 












Hola, chicos. 

Espero se encuentren sanos y que se cuiden mucho de las amenazas invisibles. 

Los quiero.

No se olviden de votar, comentar o compartir. Será de mucha ayuda. 

Disculpen la tardanza, estoy haciendo y publicando dos fic al mismo tiempo y rindo con el proceso creativo de las historias  de manera diferente porque la otra ya va a llegar a su fin. 

The Picture (Hwang In-Yeop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora