Cuida mi corazón

Yoon Ji Hoo

-Tú... -Murmuró Ha Ni sorprendida.

-¿Es que ustedes dos ya se conocían? -Preguntó el abuelo un poco divertido.

-No realmente, abuelo. -Ji Hoo miró a Ha Ni que seguía sin poder decir palabra. -Nos encontramos más temprano en la universidad. -No pudo ocultar la risa al recordar de qué manera se encontraron por primera vez.

-Vaya. Supongo que así fue entonces. ¿Estás bien, Ha Ni? Te he dicho que no tendrás problemas por llegar tarde una vez, entiendo que ha sido el primer día de clases.

-Yo... Si, abuelo. Estoy bien. Lo lamento, ha sido un día extraño. -Dijo mientras miraba de reojo a Ji Hoo. La primera vez que lo vio, ese mismo día, había pensado que era igual a Seung Jo, pero ahora que podía observarlo más detenidamente, se dio cuenta de lo equivocada que estaba. Este chico frente a ella era aun más guapo, jamás pensó que existiera alguien que superara a Seung Jo en ese aspecto. La complexión era similar, ambos altos y delgados, de hombros anchos y fuertes. Los ojos de Ji Hoo la observaban curiosos, esos ojos tan profundos que reflejaban toda esa paz y amabilidad que Ha Ni había buscado por tanto tiempo en Seung Jo. El cabello lo tenía largo y castaño, lacio a diferencia del corto y ondulado de Seung Jo. Ji Hoo le sonrió de manera tierna y ella no pudo evitar sonreír como respuesta.

-Ji Hoo se quedará con nosotros esta noche. Tenemos demasiadas citas así que pensé que sería de gran ayuda.

-De acuerdo, abuelo.

-Espero que podamos llevarnos bien, Ha Ni.

-¿Eh? Es decir, claro. También lo espero. -Tomó la mano que el chico le ofrecía. Su tacto era cálido y eso le ayudó a relajarse al fin.

-Bien, entonces.

-Prepara un poco de café, Ha Ni, la primera cita llegará en cualquier momento.

-Si, abuelo.
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La noche transcurrió a prisa entre cita y cita. A las 10:50 Ha Ni comenzó a prepararse para la hora de salir. Estaba guardando todo en su mochila cuando Ji Hoo le tocó el hombro.

-¡Ah! -El gritó salió sin poderlo detener y el susto la hizo caer de espaldas, todas sus cosas terminaron por todo el piso.

-¿Estás bien? -Preguntó sin poder contener la risa.

-¡Lo estoy! -Respondió más avergonzada que enojada. Intentó levantarse a prisa, pero resbaló de nuevo con alguna de las cosas que se habían salido de su mochila. Ji Hoo fue rápido y pudo sostenerla del brazo antes de que terminara de nuevo en el piso.

-Lo siento. -Dijo tratando de ocultar la risa con una repentina tos.

-Gracias. -Dijo cuando al fin pudo ponerse de pie. -Estoy bien. -Se sacudió la ropa con las manos y suspiró. -Debes pensar que soy estúpida.

-¿Por qué lo haría?

-Es la segunda, casi tercera vez que me ves en el piso.

-Es verdad. ¿Sueles terminar en el piso con mucha frecuencia? -Preguntó un poco divertido.

-En ocasiones. Pero esta vez ha sido tu culpa. Me has dado un susto de muerte.

-Lo siento, no ha sido mi intención. Te llamé un par de veces, pero no respondiste, por eso decidí acercarme. ¿Estás bien? Has estado un poco distraída durante la noche.

-Lo estoy, no te preocupes. Es sólo que...

-Ha sido un día extraño. -Repitió las palabras que la chica había dicho por la tarde.

-Vaya que lo ha sido.

-Te ayudaré con tus cosas. -Dijo observando toda clase de cosas en el piso. Algo llamó su atención. Era una fotografía. Se puso de rodillas para tomarla. Ha Ni no se había dado cuenta. Era una fotografía de ella con Seung Jo, aquella que su madre les tomó cuando se graduaron de la preparatoria. -¿Es tu novio? -Preguntó haciéndola mirarlo y darse cuenta de lo que tenía en las manos.