Del otro lado

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La noche no pudo haber comenzado de manera más extraña ni incómoda para los tres chicos.

Ji Hoo se recordaba constantemente asimismo que estaban trabajando, para poder conservar la calma.
Seung Jo se sentía confiado, siempre lo había estado en lo relacionado a Ha Ni. Sabía que solo necesitaba recordarle que era él a quien ella amaba.
Ha Ni se sentía avergonzada, sabía que ella había sido quien ocasionó esa extraña situación.
Y el abuelo... Fuera de las citas que tuvieron esa noche, él ni siquiera se daba cuenta de lo que sucedía a su alrededor.

Eran poco más de las 9, las citas habían disminuido y Seung Jo decidió comenzar a actuar.

Seung Jo: -Hola. -Dijo acercándose a la chica que descansaba con los ojos cerrados en la salita de la consulta. -¿Puedo hacerte compañía?

Ha Ni se sobresaltó y abrió los ojos de golpe.
Seung Jo se había sentado a un lado de ella sin esperar su respuesta. Se puso nerviosa y comenzó a jugar con la tapa de la botella que sostenía.

Seung Jo: -¿Has estado bien? No te he visto mucho últimamente. Mi madre sigue preguntando todos los días por ti. Deberías visitarla pronto.

Ha Ni: -Yo... Si, gracias. -Fue lo único que pudo responder.

Seung Jo: ¿Tienes hambre? Estaba pensando en conseguir un poco de Ramen. ¿O prefieres algo diferente?

Ha Ni: -No hace falta, no tengo hambre. -Intentó ser fría con su respuesta, pero el sonido de su estómago la hizo bajar la mirada avergonzada.

Seung Jo: -Ja ja ja. -Su risa sonaba diferente, no se parecía en nada a la burlona a la que estaba acostumbrada. -Había olvidado lo tierna que eres. -Se levantó y le sonrió de una manera que nunca antes había hecho. -Ahora regreso.

Ha Ni estaba muy sorprendida. ¿Era Seung Jo quien le había dicho tierna? ¿Se había preocupado por ella? Trató de alejar esos pensamientos de su mente cuando vió a Ji Hoo salir de la oficina de su abuelo. Se acercó a ella con la preocupación reflejada en su rostro.

Ji Hoo: -¿Estás bien? -La tomó de la mano.

Ha Ni: -Estoy bien. -Le sonrió. -Ha sido un día un poco cansado.

Ji Hoo: -Lo ha sido, pero está a punto de terminar. Resiste un poco, mi pequeña Ha Ni.

Ha Ni: -Lo haré. -Era más fácil cuando él le tomaba de la mano.

Se quedaron en silencio durante unos minutos y Ji Hoo se acercó más a ella para envolverla en sus brazos, pero la puerta de la consulta se abrió y cerró con fuerza, eso los hizo levantar la mirada. Seung Jo estaba de pie con la mirada hacia ellos y con varios paquetes de Ramen en las manos. No dijo nada, simplemente caminó frente a ellos y se dedicó a prepararlos él mismo, cuando terminó se acercó de nuevo a la chica.

Seung Jo: -Espero que lo disfrutes. -Dijo mientras le ofrecía la comida. -Si necesitas algo más, puedes decirme.

Ji Hoo: -No hace falta, yo puedo hacerme cargo de lo que necesite.

Ji Hoo se puso de pie frente a él, pero Seung Jo no le prestaba atención, seguía mirando a la chica que había bajado la mirada apenada. Lo miró a los ojos durante un segundo, y dio la vuelta para alejarse de ellos.
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A las 11 en punto se despidieron del abuelo.
Ji Hoo quiso tomar de la mano a Ha Ni para acompañarla a casa, pero Seung Jo se apresuró a alcanzarlos.

Seung Jo: -Ha Ni. Tengo algo para ti. -Sacó de su mochila un sobre de papel lleno de hojas impresas. -Escuché que los exámenes de enfermería iniciaran pronto. He preparado esto para ti. -Le ofreció el sobre, que ella tomó dudosa. -Avisame si necesitas ayuda para estudiar. -Le guiñó el ojo y se alejó de ellos a paso rápido.

Cuida mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora