Matrimonio arreglado

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Han pasado 4 años desde que Oh Ha Ni se enamoró de Baek Seung Jo, aquél chico brillante que conoció en su primer día de preparatoria. Durante casi 3 años se mantuvo siempre pendiente de todo lo que él hacía, mirándolo siempre a la distancia y soñando con el día en que él se fijaría en ella. Antes de terminar la preparatoria tomó el valor para declararse a él por medio de una carta, pero las cosas no salieron como esperaba, y en cambio solo terminó avergonzada frente a toda la escuela.

Unos días después de su fallida declaración, un terremoto destruyó la casa donde vivía con su padre, Oh Gi Dong, obligándolos a refugiarse en un hotel mientras buscaban la manera de sobrellevar la situación. Gracias a un noticiero en el que se hablaba sobre el asunto y que mostraba la desgracia de la familia Oh, un viejo amigo de su padre se puso en contacto con él y le ofreció vivir en su hogar con su propia familia. El amigo resultó ser Baek Soo Chang, el padre de Seung Jo.

La familia Baek les dio la bienvenida, cada quien a su manera. Soo Chang se encontraba feliz de poder ayudar al amigo con quien había compartido tantas alegrías en el pasado. Su esposa, Hwang Geum Hee, estaba encantada de poder recibir a Ha Ni y le abrió los brazos desde el primer momento. Eun Jo, el pequeño de la casa, no estaba entusiasmado por tener que ceder su habitación a una desconocida, que además le parecía estúpida. Seung Jo era el que menos disfrutaba de la situación, el tener a Ha Ni cerca todo el tiempo le resultaba de lo más molesto y agotador.
Con el tiempo la familia entera encontró su propia calma y estabilidad.

Después de terminar la preparatoria, Ha Ni logró, con mucho esfuerzo, ingresar a la universidad de Parang, donde Seung Jo también fue matriculado. Ha Ni pensaba que sería la oportunidad perfecta para pasar más tiempo con él, pero entonces apareció Yoon Hae Ra, la versión masculina de Seung Jo como ella decía, una chica tan brillante como el propio Seung Jo y con talento para lograr cualquier cosa que se proponga. Al compararse con ella, Ha Ni siempre se sentía por debajo, ya que nunca había sido buena en casi nada, y sus calificaciones eran bastante decepcionantes. Lo único que Ha Ni tenía, era su persistencia para no darse por vencida, y pensaba que de esa manera algún día vería su sueño hecho realidad.

Fue un año lleno de emociones para Ha Ni y de situaciones fuera de lo común para Seung Jo. Ella se mantenía firme con sus sentimientos hasta que la situación la sobrepasaba y pensaba en rendirse. En momentos como ese, Seung Jo siempre lograba, de alguna manera, devolverle las ilusiones. Entonces, cuando ella pensaba que estaba a punto de lograrlo, él daba marcha atrás de nuevo. Fue un año que más bien parecía una montaña rusa para Ha Ni.

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Las vacaciones de verano estaban a punto de terminar. Ha Ni se encontraba sola en la residencia de la familia Baek, pensando mucho acerca de la situación actual de la familia. La madre de Seung Jo seguía en el hospital cuidando de su amado esposo, quien había colapsado un par de semanas atrás y ahora se mantenía en un estado delicado de salud. Eun Jo aún no regresaba del campamento a donde su madre lo envió para mantenerlo alejado de las preocupaciones, ya que, a pesar de tener un carácter casi tan fuerte como el de su hermano, Eun Jo seguía siendo un niño. Y Seung Jo se encontraba trabajando en la empresa de videojuegos de su padre, como lo había hecho todos los días desde que su padre colapsó. La empresa también se encontraba en una situación delicada, el inversor del nuevo videojuego se había retirado al final y dependía de Seung Jo encontrar uno nuevo antes de que la empresa tocara fondo y no pudiera recuperarse.

Estaba pensando en todo eso y en cómo podría ser de ayuda para Seung Jo y su familia, familia que ahora sentía como suya, cuando el ruido de la puerta principal la sacó de sus pensamientos. Se levantó con entusiasmo siendo consiente de que Seung Jo llegó a casa. Su sonrisa desapareció cuando vio a Hae Ra colgada del brazo de Seung Jo de manera tan entusiasta. En los últimos días había sido consiente de que ambos pasaban demasiado tiempo juntos, cuando Seung Jo no estaba en el hospital o la empresa, Ha Ni estaba segura que estaba con Hae Ra, pero incluso cuando las cosas pasaban de esa manera, ella se negaba a abandonar sus esperanzas.

-Seung Jo, estás en casa. -Saludó sin mucho entusiasmo. -Oh, Hola Hae Ra.

-Hola Ha Ni, ¿no es un poco tarde para seguir despierta? -Preguntó Hae Ra sin dejar de sonreír.

Ha Ni se sorprendió al mirar el reloj y darse cuenta que pasaban de las 12 de la noche, no se había percatado de lo tarde que era.

-Es verdad, no me había dado cuenta -Sonrió un poco cuando de repente algo pasó por su mente. -Espera, ¿Han estado juntos hasta ahora? -Preguntó confundida.

-¡Nos has descubierto! La verdad, Ha Ni, es que estábamos celebrando. -En ese momento abrazó con más fuerza a Seung Jo, quien se había mantenido en silencio y con expresión seria en todo momento.

-¿Celebrando? ¿Qué están celebrando? Seung Jo, ¿tu padre será dado de alta al fin? -Preguntó sintiendo que el entusiasmo comenzaba a crecer. -Oh, ¡eso es maravilloso! Hay que preparar una fiesta de bienvenida, ¿cuándo regresará a casa? -Comenzó a repasar mentalmente todo lo que llegaría a necesitar para recibir al señor Baek de manera alegre y calurosa.

-Ha Ni. -Seung Jo se decidió a hablar por fin, pero ella notó en su voz algo alarmante, algo que sin saber qué era la hizo detenerse y dar un par de pasos hacia atrás. -Ha Ni. -Repitió para llamar su atención, pero ella bajo la mirada al piso y se negaba a mirarlo a la cara. -Hae Ra y yo...

-¡Nos vamos a casar! -Gritó Hae Ra sin dejarlo terminar.

Lo que tanto había temido al fin estaba sucediendo frente a sus ojos. El amor de su vida se casaría y no sería con ella. ¿Qué haría ahora? ¿Cómo podría seguir caminando si lo único que siempre había deseado se lo acababan de arrebatar de las manos?
Tardó un minuto en reaccionar, Seung Jo la miraba preocupado, entendía lo que debía estar sintiendo en ese momento, pero la decisión estaba tomada y no habría marcha atrás. La empresa de su padre corría grave peligro de declararse en banca rota si no lograban firmar con el nuevo inversionista y lanzar el nuevo videojuego a tiempo. El nuevo inversionista resultó ser el abuelo de Hae Ra, quien arregló un par de citas entre él y su nieta con la idea de que él se enamorara de ella, porque era consiente del amor que su nieta sentía. Por eso decidió casarse con ella. En realidad, pensaba que podría haber sido peor. Al final se sentía tranquilo de que haya resultado ser Hae Ra, ya que se han convertido en buenos amigos desde el año anterior cuando se conocieron. Sabía que Hae Ra sería la esposa y compañera perfecta.

-Felicidades. -Fue lo único que Ha Ni pudo decir. Intentó sonreír a la pareja, pero la sonrisa no llegó a sus ojos. Se dio la vuelta y subió las escaleras con prisa para encerrarse en su habitación y soltar todas las lágrimas contenidas.

Seung Jo se quedó de pie con Hae Ra aún colgada de su brazo. Tenía una sensación extraña en el corazón que no lograba descifrar. Le había dolido ver la mirada vacía de Ha Ni, pero no entendía por qué. Incluso Hae Ra se mantuvo en silencio y con una expresión seria en el rostro. Pensaba que darle la noticia a Ha Ni le haría disfrutarla aún más, pero extrañamente no se sentía más feliz por eso.

Esa noche, Ha Ni lloró durante horas como nunca antes lo había hecho. Pero cuando los primeros rayos del sol asomaron por su ventana, también ella había tomado una decisión.

Cuida mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora