Los F4

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Cuando Ji Hoo y Ha Ni terminaron de cenar, pasaban de las 10. Ji Hoo había estado pensando en cómo llevar a cabo su declaración. Sabía, por experiencia, que si esperaba demasiado podría arrepentirse después.

-Ha Ni... -Llamó la atención de la chica que, desesperada, buscaba su teléfono en su mochila. -¿Pasa algo?

-Eh, no. Es solo que no encuentro mi teléfono. Aún no he podido llamar a mi padre, debe estar preocupado.

-No te preocupes por eso. Le escribí en cuanto bajamos del avión. Puedes llamarle más tarde, si quieres. -Dijo ofreciéndole su propio teléfono.

-Gracias, Ji Hoo. Lo haré antes de ir a dormir.

-De acuerdo. Dime, ¿qué te ha parecido la cena?

-Todo ha sido delicioso y la vista es preciosa. Gracias.

-No hace falta, Ha Ni. En realidad, tengo algo que decir, por eso he elegido este lugar.

-¿Qué pasa? -Dijo preocupándose un poco.

-Sabes, la he pasado muy bien contigo en estas últimas semanas. Eres una chica muy divertida y agradable.

Ha Ni sintió su corazón encogerse, ¿acaso se estaría despidiendo de ella?

-Yo también la he pasado muy bien, Ji Hoo. Estoy muy agradecida contigo por todo lo que has hecho por mi. -Dijo mientras bajaba la mirada.

-Ha Ni, mirame por favor. -Ella levantó la mirada y se encontró con la suya. -No solo ahora, me gustaría que lo hicieras siempre. Que cuando te sientas triste o sola, no dudes en venir a mi. Quiero que pienses en mí al despertar y antes de ir a dormir. Que me sonrías cuando estemos juntos y que me extrañes cuando estemos separados

-Yo... No entiendo...

-Se que has pasado por mucho el último año y que estas semanas han sido muy difíciles para ti. Pero no quiero que tengas que pasar por todo tú sola. Aquí estoy, Ha Ni. -Dijo tomando la mano de la chica que aún lo miraba confundida.

-Ji Hoo...

-Ha Ni, estoy enamorado de ti. -Llevó la mano que aún sostenía hasta sus labios y depositó en ella un beso tan tierno que hizo a Ha Ni estremecer y cerrar los ojos durante unos segundos.

-Ji Hoo... -Dijo cuando abrió los ojos de nuevo. -Yo, no se que decir. Tú sabes que yo... -Se detuvo a la mitad de la frase y bajó la mirada.

-Lo se, Ha Ni. No tienes que decir nada ahora. Solo te pido que me permitas seguir a tu lado. Dame la oportunidad de llegar hasta tu corazón. No tengo ninguna prisa. Aquí voy a estar, esperando hasta que estés lista para aceptar mis sentimientos.

-De acuerdo. -Fue lo único que pudo decir.

Ji Hoo sonrió. No necesitaba nada más que esas palabras. Le soltó la mano al fin. Ha Ni sintió el vacío que eso le dejó, pero antes de reaccionar, Ji Hoo se levantó, rodeó la mesa que los separaba y le besó la frente. Dejándose llevar por el momento, ella se levantó también y lo abrazó. Ji Hoo sonrió aún más.

-Esto se siente bien. -Dijo tomándola entre sus brazos.
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Al día siguiente, Ha Ni despertó con una sonrisa en el rostro que le parecía imposible de borrar. Le gustaba Ji Hoo, por supuesto, y disfrutaba muchísimo estando con él. Su declaración la tomó por sorpresa, jamás habría imaginado que un chico como él podría fijarse en alguien como ella, y eso la asustaba un poco. ¿Qué pasaría si se enamorara de él, pero él se diera cuenta que no valía la pena? Y es que todo lo que había pasado con Seung Jo solo le había servido para perder la confianza en si misma. Con tanto que tenía en la mente, se olvidó por completo de su teléfono.

Cuida mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora