Nuevo empleo

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Los últimos días del verano pasaron más rápido de lo que Ha Ni esperaba. Después de la noticia de Seung Jo y Hae Ra, trató de mantenerse todo lo ocupada que podía, y en realidad no le fue tan difícil lograrlo.

Al día siguiente se levantó de la cama muy temprano, además del dolor que sentía en el corazón también tenía encima las consecuencias de haber llorado toda la noche, pero eso no la haría detenerse, entonces se dió una ducha rápida que la ayudó a relajarse un poco y se puso un poco de maquillaje para disimular las ojeras que tenía debajo de los ojos rojos e hinchados.
Salió de la residencia de los Baek en silencio, para no llamar la atención de Seung Jo y Hae Ra, si es que esta había decidido pasar la noche en casa de su prometido. Afortunadamente para ella, pudo salir sin ningún inconveniente y se dirigió a una tienda cercana para comprar un periódico y café.

Caminó en silencio y con la mirada perdida durante unos minutos hasta llegar a un parque infantil que se encontraba vacío. Se sentó debajo de los juegos infantiles, tomó de a poco su café y comenzó a hojear el periódico buscando cumplir su primer objetivo, encontrar un empleo de tiempo parcial. Marcó algunos que llamaron su atención y después de terminar su café se decidió a comenzar con el primero. Después de haber acudido a tres lugares sin haber tenido mucha suerte, se detuvo frente a una consulta médica que nunca había visto antes, al parecer era un lugar nuevo, y para suerte suya estaban contratando un asistente que ayudara por las noches al doctor encargado. Entró sin dudarlo y se encontró con un hombre mayor recostado frente al escritorio de lo que parecía ser la oficina principal.

-Hola, soy Oh Ha Ni y he venido por la entrevista de trabajo -Saludó con una rápida reverencia al anciano que la miraba curioso a lo lejos.

-Hola jovencita. Soy el doctor Yoon Seok Young. Bienvenida. -La voz del anciano era cálida y reconfortante para Ha Ni. -Ven, toma asiento y platiquemos por un momento.

Ha Ni se apresuró a sentarse en una silla que le pareció el lugar más cómodo donde alguien podría sentarse, o tal vez solo le parecía de esa manera debido al mal día que estaba atravesando, definitivamente el ser tratada con amabilidad estaba ayudando a su corazón a sentirse en paz, aunque fuera por un instante.

-Muchas gracias señor Yoon. Espero que me pueda dar la oportunidad de ser su asistente. No tengo experiencia, pero le aseguro que daré todo de mi para hacer las cosas bien y poder servirle de ayuda. -Terminó con una sonrisa en el rostro con la que intentaba reflejar la ilusión que le daría conseguir el empleo. -Estoy a punto de iniciar mi segundo año en la universidad de Parang, donde fui aceptada en el programa de medicina. -Finalizó sintiéndose un poco orgullosa de si misma.

-Oh, vaya. -El anciano ahora se encontraba más curioso sobre la chica que tenía en frente. Al verla entrar a su oficina, tuvo una sensación de nostalgia. Le recordaba a aquella chica que había sido su asistente antes de mudar su consulta. Jan Di siempre tenía una sonrisa en el rostro, siempre irradiaba esa confianza en si misma y ese coraje mezclado con ternura que hacía que cualquiera quedara prendado de ella. Pero la chica que ahora estaba frente suyo, parecía tener el corazón roto, aunque intentaba sonreir, aun se notaba en su mirada un rastro de aquel desconocido dolor que le había nublado el semblante. Era la chica más triste que se postulaba al empleo. Y extrañamente, él quería ayudarla. -¿Cuándo puedes empezar con el empleo?

-Yo... ¿De verdad? -La sonrisa al fin llegó a sus ojos, y el anciano supo que había tomado la mejor decisión. -¡Puedo empezar ahora mismo! ¡Gracias! ¡Muchas gracias! -Se levantó tan rápido que estuvo a punto de tirar la silla. No dejaba de agradecer y hacer reverencias al mismo tiempo. -Le prometo que no se arrepentirá, haré mi mejor esfuerzo. Por favor, cuide de mi.

-De acuerdo, Oh Ha Ni. Entonces basta de tanta reverencia y empecemos a trabajar.

-¡Si, doctor! ¿O prefiere que le llame jefe? -Preguntó indecisa.

-Creo que Abuelo será suficiente.

-¡Si, abuelo! -Sonrió antes de dar la última reverencia. -¿Con qué puedo empezar?

-Empecemos a ordenar un poco ya que la consulta debe abrir a las 6 de la tarde.

-¡Si, abuelo! -Miró la hora, apenas pasaba del medio día, tendrían tiempo suficiente, pero entonces su entusiasmo se vio interrumpido cuando el ruido de su estómago lleno la habitación. Sonrió un poco avergonzada. -¡Lo siento!

-Ja ja ja -El anciano no pudo reprimir la carcajada. -Creo que será mejor que antes comamos algo, con tanto ruido temo que podamos quedar sordos.

-¡Gracias! El restaurante de mi padre está a 15 minutos de aquí. Traeré suficiente comida para los dos. Ya regreso, abuelo. -Se despidió con la mano y salió a toda prisa hacia el restaurante de su padre.

En cuanto salió de la consulta, sintió su corazón doler de nuevo, pero eso no la detendría. Se dirigió a prisa al restaurante, un poco preocupada de encontrar a su padre y este le hiciera preguntas. No estaba lista en ese momento para hablar de lo sucedido la noche anterior. Parecía ser su día de suerte ya que su padre había salido a hacer las compras y Joong Gu parecía bastante ocupado atendiendo a una chica extranjera. Sonrió cuando notó la forma en que la chica lo miraba, aunque él apenas la notada, estaba enfrascado en una clase de cómo usar correctamente los palillos. Ha Ni sintió un poco de paz en el corazón, siempre se había sentido culpable por rechazar a Joong Gu, le animaba pensar que tal vez después de todo, uno de los dos podría encontrar la felicidad.

En punto de las 11 de la noche, Ha Ni estaba lista para salir de la consulta.

-Muchas gracias por la oportunidad, abuelo. Mañana lo haré mejor.

-Gracias Ha Ni, has sido de mucha ayuda. Te espero mañana a las 6 de la tarde.

-Si, abuelo. Hasta mañana.

Cuando salió de la consulta notó que había un auto blanco estacionado en frente, pero no le dio demasiada importancia así que se dirigió de nuevo al restaurante, sabía que su padre aún estaría ahí y que no tenía caso retrasar todo lo que quería hablar con él.

-Papá. -Murmuro en la puerta sin atreverse a entrar aún. -Papá. -Repitió cuando su padre la miró. Él la estaba esperando, había escuchado las noticias de Geum Hee y sabía lo mucho que su hija debía estar sufriendo. Sin decir palabra, dejó a un lado todo lo que hacía y camino hasta la puerta donde tomó a Ha Ni entre sus brazos. Ella no pudo controlarse más y comenzó a llorar en sus brazos.

-Papá. -Pudo decir cuando al fin las lágrimas se lo permitieron. -Yo, quiero mudarme, ya no quiero vivir cerca de Seung Jo, yo no creo que pueda soportarlo más. Lo entiendes, ¿verdad?

-¿Cómo podría no hacerlo, Ha Ni? ¿Has pensado lo que vas a hacer ahora?

-Lo he pensado. De hecho, hoy conseguí un empleo de asistente. Es en una consulta nueva, a 15 minutos de aquí. Es por las noches, de 6 a 11, así que no afectará mi horario en la universidad. El pago es bueno, y el doctor es muy amable. Solo necesito encontrar donde vivir. Pensaba que de momento podría quedarme en el segundo piso, si te parece bien. O tal vez en casa de Min Ah.

-Para nada, Ha Ni. Este restaurante también te pertenece y claro que te puedes quedar todo el tiempo que quieras, aunque la habitación de arriba es pequeña y tal vez sea un poco incómoda. Como sea, no te preocupes mi Ha Ni, yo hablaré con Soo Chang y Geum Hee, ellos entenderán. Y mañana empezaré a buscar un lugar bonito para ti. El restaurante ha ido muy bien últimamente y tengo algunos ahorros, así que con eso será suficiente. No tienes nada de que preocuparte, así que sube y descansa un poco.

-Gracias papá, eres el mejor. -Le dió un beso en la mejilla y subió a descansar. Esa noche lloró un poco, pero al fin pudo dormir.

Cuida mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora