Cómplices [KookGi] ꪜ

21: Una última pregunta...

Penúltimo capítulo mijes, trataré de publicar el último en navidad y el epílogo en año nuevo.

^^^^

—¿Te gusta el té de Jamaica?

No, lo odiaba.

—Si.

Traté de acomodarme sobre el sofá, pero a pesar de estar suave y esponjoso, mi cuerpo se sentía como piedra, probablemente porque no pensé que mis impulsos gobernaran sobre mi razón. La última vez que estuve en la casa de los hermanos Kim terminé por tener el peor primer beso en la existencia del universo, lo cual me llevó a pensar que esa sería la última vez que pondría un pie ahí, eso explicaba mi incomodidad. No veía a Taehyung desde la pelea con Seokjin, y no me quería detener a imaginar lo extraña que sería la situación entre ellos, viviendo bajo el mismo techo.

Habían pasado dos semanas y algo en él parecía haber cambiado. Se veía más... ¿Grande?

Sí, era su cumpleaños, por lo cual si estaba más grande, pero se me hacía difícil creer que una persona cambiara tanto en simplemente dos semanas. Tal vez era porque él se encontraba de pie y yo no podía evitar sentirme tan pequeño desde mi posición, bajo su verde mirada. Concentré la mía en el regalo que había preparado a último momento para él, tal vez no era algo costoso como las demás cosas en su casi-mansión, pero esperaba que al menos apreciará el gesto. Respiré hondo.

—Feliz cumpleaños—sonreí, tendiendole con cuidado la caja entre mis manos. Él, todavía de pie, dejo las tacitas de té sobre la mesilla de centro y tomó el regalo con un poco de desconfianza, yo mordí mi labio inferior, siendo consumido por los nervios.

—Gracias—me sonríe devuelta. Se sentó en un sillón enfrente y colocó el obsequio sobre la mesa de centro, junto al detestable té de Jamaica que estaba obligado a tomar porque no tenía habilidades para socializar.

—¿Cómo has estado?—pregunté para aliviar la tensión.

—Supongo que bien—respondió y noté que juega con sus manos, las cuales estaban manchadas de pintura blanca y negra, creando una escala de grises en ciertas áreas.

Ahí lo tienes, Yoongi, un tema de conversación.

—¿Te gusta pintar?—él ríe para si mismo, como si acabara de recordar algo gracioso.

—Sí—abrí la boca para decir algo más pero él habló primero.—Y no, no te dejaré ver ninguna de mis supuestas pinturas, la mayoría son bocetos sin terminar.

Me sonrojé hasta las orejas con vergüenza, realmente creía que estaba adquiriendo experiencia en eso de socializar y hablar con las personas, pero también estaba la posibilidad de que Kim Taehyung fuera el asocial entre los dos. La gente lo conocía como el hermano amargado de Seokjin después de todo, ni siquiera el hecho de que fuera atractivo lo salvaba de llevar aquel título. Qué me sonriera y me defendiera de su hermano ya era un privilegio para mí, especialmente por nuestra inestable relación de compañeros en el club de teatro. Estaba seguro de que no me odiaba, pero no era exactamente de su agrado.

Él era un perfeccionista y yo la definición de imperfección.

—Ah—dije, más incómodo que antes.

—¿Cómo sabías que era mi cumpleaños?

—Uh...—fue mi turno para empezar a jugar con mis manos—Seokjin me dijo.

—Seokjin...—repitió pensativo—espero se haya disculpado contigo.

—Lo hizo—asentí. Suspiré.—También me dijo que en unos días se mudan a Daegu.