Cap 12

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Desde aquel momento pasaron algunos días más, Julián y yo seguíamos teniendo una relación de folla-amigos, le había enseñado un poco más y se había vuelto mucho mejor en esto. Pero había algo que me preocupaba. Por obvias razones no había podido hablar con Ikki, sabía que el estaría muy preocupado. Solo quería decirle que estaba bien y que regresaría tan pronto como pudiera, pero no tenía como hacerlo.

En este momento me encontraba en el jardín del palacio, un lugar hermoso y lleno de flores, me encontraba caminando e intentando relajarme. Vi una banca colgante sostenida de un gran arbol, el lugar era realmente lindo, me senté en esta y tome un respiro hondo, mire mi mano donde estaba el anillo que Ikki me había dado y acaricie este, soltando un suspiro

Artemisa: Te extraño tanto Ikki —hable para mi misma.–

Hermes: ¿Quien es Ikki? —me sobresalté y mire a todos lados sin encontrar de donde provenía la voz.– Aquí arriba~ —mire arriba y Hermes estaba recostado en una de las ramas del árbol.–

Artemisa: Oh, hola Hermes —sonreí dulcemente.–

Hermes: Hola Artemisa —sonrío y se dejo caer a la banca, al estar sentado a mi lado se recostó poniendo su cabeza en mi regazo.— Mm te ves decaída ¿es por que extrañas a ese tal Ikki?

Artemisa: Si, el es uno de mis protectores. . —el se sorprendió.–

Hermes: ¿Es tu novio? —me sonroje por su pregunta.– Lo es~ —sonrió enternecido.–

Artemisa: Bueno, es verdad —suspire.– pero lo deje tan repentinamente, el debe estar preocupado, solo me gustaría decirle que estoy bien y que regresaré tan pronto como pueda. .

Hermes: ¡Yo puedo ayudarte! —dijo emocionado y se levantó de un brinco.–

Artemisa: ¿En serio? —mis ojos brillaron al escucharlo.–

Hermes: Claro, soy el mensajero de los Dioses, si quieres puedo llevarle una carta~ —me lance a el abrazándolo fuerte.–

Artemisa: ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! —el rió levemente.–

Hermes: No tienes de que agradecer, es mi trabajo. . —sonreí levemente.– ahora ten —me entrego un papel y una pluma.–

Artemisa: Gracias de nuevo, eres muy amable~ —tome ambos y empecé a escribir.–

"Querido Ikki

Quiero que sepas que estoy bien, Zeus me perdono, sin embargo quiere que me quede aquí un tiempo, te prometo que regresaré tan pronto como pueda. Te amo mucho, cuídate y toma mucha agua.

Artemisa. "

Le entregue la carta a Hermes emocionada y el la tomó doblando la y metiendo la en un sobre.

Hermes: Listo~ —tomo mi mano.– Ven acompáñame a la salida

Artemisa: Claro —caminamos juntos hasta fuera del palacio, entonces vi una puerta enorme.– ¿qué es eso?

Hermes: Oh, este es el portal que conecta el olimpo con el mundo terrenal —me sonrió dulcemente.— Sin el nadie podría entrar o salir de el Olimpo —me quede pensando un poco.–

Artemisa: Entiendo. . —el me soltó.–

Hermes: Bueno, nos vemos en un rato, cuídate~ —abrió la puerta.–

Artemisa: También tu, ten cuidado~ —me despedí de el y se fue en el portal.–

Regrese a los jardines y me quede esperando mientras paseaba, había algunos animales en este lugar también, ahora podía apreciar aún más la belleza del lugar, me sentía más tranquila. Al menos Ikki sabría que estoy bien, pero mierda como lo extrañaba.

Me recoste en el pasto y me quede viendo al cielo con tranquilidad, estaba por cerrar mis ojos por el sueño cuando una voz me despertó y puso alerta.

Apolo: ¿Y a esta belleza quién la dejo sola? —me levanté algo asustada y vi al Dios mirándome de forma lascivia.– hola preciosa ¿estás perdida?

Artemisa: No, en realidad estoy esperando a mi esposo. . —dije alejandome un poco, pero el se fue acercando a mi.–

Apolo: Umm ¿estás casada? Que aburrido. . —tope con el árbol y el me acorraló contra este.– pero bueno eso nunca me ha detenido. .

Artemisa: Por favor déjame en paz —intente apartarlo pero el era muy fuerte, ni siquiera pude moverlo.–

Apolo: Mi nombre es Apolo, soy el dios de las Artes, el sol y la belleza ¿sabes? —empezó a acariciar mi mejilla y bajó sus manos a mi cuello, intentaba apartarlo pero mis esfuerzos eran en vano, empezaba a tener mucho miedo.–

Artemisa: Por favor, déjeme ir, no quiero esto. . —mi voz estaba entrecortada por el miedo, entonces sentí su mano en mi escote.–

Apolo: Eso tampoco me ha detenido nunca. . —mis ojos se abrieron mucho y se aguadaron, me quede inmóvil y mi vista se oscureció mientras sentía como estaba tocando mi entrepierna, se sentía asqueroso.–

Diosa Artemisa: ¡Apolo! —el Dios se quedo quieto también apartándose de mi de inmediato.– ¡¿Qué mierda crees que estas haciendo cabrón?!

Apolo: A-Artemisa hermana ¿qué haces aquí? —ella se acerco y lo tomo de la oreja.–

Diosa Artemisa: ¡¿Qué te dije del consentimiento?! —lo tomó del pelo y empezó a jalarlo de arriba a abajo.–

Apolo: ¡No debo de intentar nada con una mujer a menos que ella lo quiera! —dijo lloriqueando.–

Diosa Artemisa: ¡¿Entonces que crees que estabas haciendo?! ¡Ella te dijo que pararas! —lo avento al suelo.— ¡¿Cómo va a ser que mi hermano gemelo sea tan asqueroso?! ¡¿Dónde me dejas parada?!

Apolo: ¡Lo siento! —dijo tapando su rostro hecho bolita en el suelo, al verlo vulnerable suspiré.–

Artemisa: Espera por favor. . —me agache y le extendí una mano al Dios, el me miró muy sorprendido.– Se que no sabes como acercarte si no es así. . Tu padre así te lo enseñó. . —tomo mi mano y se levantó mirando al suelo.– Solo intenta ser amable, está bien ser directo, pero selo con tus palabras, a nadie le gusta que un desconocido los toque. .

Apolo: Lo siento. . —dijo apenado.–

Diosa Artemisa: Tienes suerte que mi tocaya sea tan amable y buena. . —dijo rezoplando aún molesta.– Yo te hubiera convertido en ciervo y dejaría que mis perros te deboren vivo. .

Artemisa: No es necesaria tanta violencia, en parte también tengo la culpa, mi aura es muy sexual. .

Diosa Artemisa: ¡No! No te atrevas a culparte —me miro molesta.— nunca, nunca jamás, bajo ninguna circunstancia será culpa de la víctima. . —la mire apenada, ella tenía razón.–

Artemisa: Es verdad, lo siento. . —ella soltó un suspiro y me abrazó.–

Diosa Artemisa: Tranquila —me miro sonriendo y acarició suavemente mi mejilla.– llevaré a mi hermano a su clase de arte, si alguién más te molesta no dudes en llamarme. . —besó mi frente.–

Artemisa: Lo haré, gracias —ella sonrió y se llevo a Apolo de una oreja.–

Me acomode el vestido, y regrese a la banca de antes, aún con algo de miedo, estaría mintiendo si dijera que eso no me afectó, estaba acariciando mis brazos mirando a la nada, aún sentía sus manos sobre mí. Dejé las lágrimas salir, sin darme cuenta rasguñé mis brazos. Aún con las palabras de Artemisa sentía algo de culpa, todas las desiciones hasta ahora me han llevado a tener sexo con alguién, no me gustaba la palabra, pero en esos momentos me sentía como la puta más grande.

No podía dejar de llorar, lo estaba haciendo en voz alta, entonces sentí que alguién tocaba mi hombro, me sobresalté por el miedo y me tiré de la banca al suelo, entonces levanté mi mirada y vi a Julián mirándome muy preocupado, yo mordí mi labio intentando contener el llanto, el se acerco lento a mi, yo estaba temblando.

Con gentileza el lentamente me colocó entre sus brazos, sin embargo no podía moverme, me sentía sucia, no creía que mereciera ningún tipo de cariño, en mi cabeza solo era algo para tener sexo y ya está, me cargo en sus brazos, sin embargo me desmaye en ese momento.


Diosa Ilegitima (Saint Seiya fanfict) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora