Cap 29

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Mis sueños de nuevo me atormentaban, estaba sumida en una horrible pesadilla, veía sangre por todos lados, no encontraba a los dorados, mis ojos estaban llenos de lágrimas, cuando vi a Ikki tendido en el suelo, moribundo.

Artemisa: ¡Ikki! —corrí dónde el tomándolo entre mis brazos.–

Ikki: Artemisa. . ¿Dónde estabas? . . —mis ojos se llenaron de lágrimas.– No. . No pudiste. . Salvarnos. . —sus ojos se cerraron y mis manos empezaron a temblar, de repente estaba en un cuarto blanco sin paredes.–

Mire mis manos y estas estaban llenas de sangre, al ver mi cuerpo este también estaba lleno de sangre, sentía que no podía respirar, mi corazón estaba acelerado, entonces escuche una voz familiar, pero que hace mucho no escuchaba.

Shaka: ¡Artemisa! Mi diosa. . —mire hacia arriba y aquel cuarto blanco se estaba quebrantando, dejando ver el espacio, Shaka me extendía una mano.– tranquila. . Esto es un sueño, ven conmigo. .

Temerosa tomé su mano, confiando en el, me jalo para que saliera de ahí, con cariño acarició mis mejillas.

Shaka: Debes estar muy atormentada por todo lo que está pasando —suspire levemente y asentí.–

Artemisa: Lo estoy, pero esto es necesario. . —el me miro sonriendo levemente.–

Shaka: Estuve investigando un poco más sobre la diosa Kléftis Theá, tienes más poder del que crees, especialmente por la cantidad de protectores que haz robado —sus palabras me impresionaron.– vas por un buen camino, pronto podrás tener tu armadura pero no debes rendirte

Artemisa: ¡Eso jamás! —Shaka rió levemente.–

Shaka: Bien dicho. . —se dedico a dar caricias en mi mejilla de nuevo.– una vez tengas tu armadura, nadie podrá rechazarte, sea tu protector o no. .

Mis ojos brillaron al escuchar eso, sería mucho más fácil proteger la paz en la tierra.

Artemisa: Haré mi mejor esfuerzo. . —el asintió.–

Shaka: Se que es así, ahora es mejor que despiertes, tu prometido te espera. .

De inmediato volví a la realidad, sentía algo de malestar en mi cuerpo, me dolía la cabeza y la garganta.

Artemisa: Mm~ —solte un quejido de dolor.–

Julián: ¿Estás bien cariño? —me miro preocupado y negue levemente con dolor.– ¿que sucede?

Artemisa: Me duele la cabeza y un poco la garganta. . —mi voz estaba ronca, el coloco una de sus manos en mi frente.–

Julián: Tienes fiebre. . No puedo dejarte así. . —se levantó y salió de la habitación.–

Tenía frío, me tape como pude con la colcha mientras temblaba, necesitaba calor corporal, sentí que se fue una eternidad, entonces escuche que la puerta se abrió.

Julián: parece que tiene fiebre —de nuevo sentí una mano en mi frente.–

Krishna: Si tiene fiebre, no se preocupe le haré un remedio, por mientras póngale ropa más ligera y déjela tapada con sabanas delgadas, necesitamos que su fiebre baje. . —abri mis ojos de nuevo.–

Artemisa: T-tengo frio. . —dije con voz baja.–

Krishna: Es por la misma fiebre —tocí un poco lo que hizo que mi garganta doliera más.–

Julián: Oh preciosa. . Tranquila me quedaré contigo hoy. . —acaricio mi cabello con cariño.–

Krishna: Bueno, iré a hacer el remedio, con permiso —salió de la habitación.–

Julián: ¿Está bien si te cambio mi amor? —asentí levemente, realmente a este punto el pudor no era algo que fuera conmigo.–

El empezó a retirar mi pijama con delicadeza, luego de inmediato me puso una más ligera, sonreí levemente, estaba demasiado preocupado para quedarse a admirar, quito la colcha gruesa que tenía y me puso una sabana de algodón encima, tenía mucho frio,  por lo que todo mi cuerpo temblaba.

Artemisa: ¿Puedes acostarte conmigo? —Julián asintió levemente y se metió en la sabana conmigo, me apegue a el lo que hizo que el frío pasara.–

Sentí sus labios en mi frente, depositando suaves besos en esta.

Julián: tranquila, el dolor ya pasará —cerré mis ojos de nuevo.–

Artemisa: Gracias cariño —se quedó dando caricias en mi cabello y me dormí al poco rato.–

De repente el frío de nuevo me despertó, Julián ya no estaba a mi lado, entonces mire a un costado y vi a Krishna.

Krishna: Que bueno que despertó —me entregó una taza.– beba despacio

Artemisa: Gracias. . —me incorporé y bebí como me había indicado, el té caliente relajó mi frío e hizo que mi dolor fuera disminuyendo.–

Krishna: No hay de qué, su salud es muy importante para nosotros. . —lo mire algo confundida.–

Artemisa: ¿Sí? —el rió levemente.–

Krishna: Claro, usted es la próxima reina de este palacio y sabemos que con usted vendrán buenos cambios —sonreí levemente al saber que estaba de mi lado, me sentía más tranquila.–

Artemisa: Gracias Krishna, y llámame de tú, no es necesaria la lejanía —el negó muchas veces.–

Krishna: Usted es nuestra futura Diosa. . —sonreí levemente al ver su anillo aparecer.–

Artemisa: Aún así pienso que todos somos igual de importantes —lo vi sonreír levemente.–

Krishna: Por eso el cambio empieza con usted. . —escuche la puerta abrirse.–

Sorrento: Escuchamos que estabas enferma y vinimos lo más pronto que pudimos —traía una bolsa llena de golosinas.–

Isaac: ¿Te encuentras muy mal? —los miré sonriendo y negué.–

Artemisa: No gracias al remedio de Krishna —el me miro sonriendo.–

Krishna: Bueno, tengo que irme ya, si necesitas algo más llámame —asentí levemente y el salió de la habitación.–

Isaac: Creo que yo también me iré, en un rato saldré con Hyoga y su novio —sonreí ampliamente.–

Artemisa: Me los saludas mucho, y me alegro mucho que se estén llevando mejor —Isaac asintió.–

Isaac: También yo y tenías razón, ese Shun es un amor con patas —reí levemente.—

Artemisa: Lo es, diviértete mucho —después de despedirse también se fue, mire a Sorrento que me estaba mirando fijamente y el al notarlo se sonrojó y miró a otro lado.–

Sorrento: Bueno, creo que yo también me iré. . —antes de que se levantara de su silla me senté en sus piernas para abrazarlo.— Artemisa?

Artemisa: Jamás quise hacerte daño. . —acaricie suavemente sus mejillas y lo miré a los ojos.– y se que sonará a cliche pero tu eres especial, todos mis protectores lo son, cada uno de ellos tiene un lugar específico y personalizado en mi corazón. . —vi como los ojitos del mayor se iluminaban.– no quiero que te sientas uno del montón

Sorrento: Gracias. . Creo que necesitaba escuchar eso. . —sonreí y deposite un suave beso en sus labios, el cuál el contrario correspondió de inmediato.–

Lo que no sabía es que todo estaba apunto de irse al carajo, escuche la puerta abrirse y no me dió tiempo de separarme cuando Julián entro y nos vio tal cual estabamos.

Continuará...

Diosa Ilegitima (Saint Seiya fanfict) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora