CAPÍTULO CINCO

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Halloween era un día totalmente corriente para Keith

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Halloween era un día totalmente corriente para Keith. Usualmente pasaba esa noche viendo películas de terror junto a Shiro. Pero este Halloween era diferente; Lance lo había invitado, de manera personal, a una de sus fiestas.

No estaba seguro de lo que quería. Es decir, estaba seguro de que a Shiro no le molestaría que él fuera a una fiesta, incluso se alegraría por él, y tal vez si quería asistir —tal vez simplemente quería ver a Lance—, pero nunca había ido a una fiesta de Lance; las fiestas no eran lo suyo, menos las de disfraces. El disfraz ni siquiera era un problema; Pidge le consiguió uno con la esperanza de que el pelinegro asistiera a la fiesta. El problema era él, y su constante inquietud cuando se trataba del moreno.

Se dejó caer completamente en la capa, pasando las manos por su rostro. Tal vez debía ir. O tal vez no. Si asistía a la fiesta quizá las cosas terminaran siendo un desastre.

—¡Keith! — la voz de Shiro sonó desde el pasillo. —¡Baja un momento, por favor!

Keith se levantó de la cama de mala gana. Sólo necesitaba descansar unos minutos antes de tomar una decisión. Bajó rápidamente la escalera y caminó hasta la sala.

La sorpresa en su rostro fue notable en cuanto vio a Pidge, disfrazada de bruja, junto a Shiro.

—¿Qué haces aquí? — la mirada de ambos se posó en él.

—¿Por qué no me dijiste que te habían invitado a una fiesta? — el pelinegro simplemente se encogió de hombros.

—No estaba seguro de ir.

—¿Por qué no?

—Es de disfraces. — argumentó.

Tan sólo buscaba una excusa; que ambos le dijeran que no debería ir, que era mejor quedarse en casa. Aunque en el fondo tenía muchas ganas de estar en esa fiesta.

—Yo le conseguí uno. — habló la menor. Shiro le dedicó una mirada al pelinegro.

—¿No quieres ir?

—Sí. — admitió por lo bajo. —Sí me gustaría ir.

—Pues ve. No pierdas más tiempo.

—¿Qué hay de la noche de películas?

—Puedo sobrevivir una noche solo, Keith. — le dedicó una mirada paternal. —Ve y diviértete.

—Iré por el disfraz entonces. — se dispuso a volver a su habitación.

Una sonrisa tímida apareció en su rostro, pero la quitó rápidamente. Aún así pudo sentir como su corazón se aceleraba por la emoción.

°°°

Una vez que él y Pidge estuvieron frente a la casa de Lance se arrepintió de haber accedido a ir. Pero ya era demasiado tarde, Hunk ya les estaba abriendo la puerta

𝘿𝙞𝙨𝙖𝙨𝙩𝙚𝙧 |𝖪𝗅𝖺𝗇𝖼𝖾|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora