019. golden hour.

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Milo despertó junto a Aaliyah, abrazando su cintura por dentro del crop top, el chico parpadeó varias veces para acostumbrarse a la luz que entraba por las persianas, el olor a coco que desprendía la piel brillante de Aaliyah, casi hace que quiera hundir su nariz en ese cremoso mar dorado, pero no lo hizo.

Porque no podía.

Ella se giró, acurrucandose en su pecho, Milo suspiró, la barrera definitivamente no era muy efectiva, quiso quedarse ahí con ella en su pecho, pero pensó en su salud mental y lo importante que era dejar de hacerse falsas ilusiones.

Estaban fingiendo, eso era todo. Bueno, el no estaba fingiendo del todo, disfrutaba las pequeñas muestras de afecto que podía darle, los besos en la mejilla, pero sabía que eso era una gran farsa.

Se levantó con cuidado de no despertarla, fue al baño y luego se cambió de ropa para salir, el pasillo estaba vacío, todo en silencio, pensó que la mayoría debían estar durmiendo aún.

Bajó las escaleras hacia el living, en los sillones azules, encontró a Theresa, que al verlo alzó su mano en forma de saludo y se sacó los air pods, dándole una sonrisa.

-Buen día, buen día- tarareó ella- ¿dormiste bien?

-Buenos días, si ¿tu?- Theresa asintió- todos parecen estar dormidos aún.

-Sip- respondió- yo fui a correr temprano y por eso estoy aquí, ¿porqué no te quedaste con Aaliyah en la cama?- movió las cejas sugestiva.

-Sabes que no hacemos nada- dijo rodando los ojos, se acostó en el otro extremo del sillón.

-Eso debe estarte matando- se burló la mayor.

Milo ignoró aquello, señaló el marco que estaba en la mesita ratonera frente suyo:-¿Quien es ella?

-Es la mamá de Aaliyah- respondió con una sonrisa, mientras veía la fotografía- era hermosa eh.

-Si- concordó- parecía muy feliz.

-Lo era- respondió, le hizo señas para que la siguiera, ambos continuaron hasta una de las paredes del segundo piso, estaba lleno de fotos familiares, si ponían una más, seguro que se caían todas- es ella. Ahí se ve mejor.

La mujer estaba sola en la foto, sonreía con el mar de fondo, Theresa acarició la foto con su uña, con una mirada llena de nostalgia.

-¿Ali te ha contado sobre ella?

-No realmente, nunca hemos hablado sobre eso.

Theresa soltó un bufido.

-No le gusta hablar sobre eso, aún le cuesta aceptar que su mamá no está con nosotros- respondió- y es obvio, ¿quien superaría algo así?

-¿Murió cuando ella era muy pequeña?

-Tenia diez años- contó- yo trece, fue el peor día de nuestras vidas... Sofia era todo para nosotros, fue terrible.

Milo asintió, mirando todas las fotos, incluso una Aaliyah pre adolescente apareció, era tan distinta, había cambiado mucho físicamente y se notaba que en personalidad también, Theresa sonrió de lado al ver una foto de ellas tres en la playa.

-¿Que le sucedió?- preguntó dudoso- si no es imprudente preguntar.

-Un imbécil nos la arrebató- apretó su mandíbula- le quitó a mi hermano el amor de su vida, me quitó a mi mejor amiga y a Ali, le quitó su mamá. Ese idiota dice que fue un accidente, pero se subió a ese camión sabiendo que podía dañar a una persona.

Milo asintió.

-Lo siento- murmuró- Ali nunca habla al respecto, pensé que sus padres estaban divorciados o algo por el estilo.

lavender haze (milo manheim) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora