011. Friends.

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Aaliyah despertó, dándose cuenta que estaba enrollada en los brazos de Milo, el chico tenía sus manos por dentro del hoodie, abrazándola por la cintura, ella giró el rostro, encontrándose con la mejilla de Milo contra la suya, luego frunció el ceño, al sentir algo extraño en su trasero.

Abrió mucho los ojos y se apartó rápidamente del chico, rodando bruscamente hasta caer de la cama, soltó un "Auch", Milo se incorporó, despeinado y con los ojos cerrados, se rascó la parte trasera de su cabeza y bostezó.

-¿Que te sucedió?- preguntó al verla en el suelo.

-Oh bueno, que tú tú sabes que se emocionó mucho conmigo- ocultó su rostro en el colchón, Milo miró y se rió bajito- ¿¡de que te ríes!?

-No te lo tomes personal, se despierta así- se encogió de hombros- lo siento.

Aaliyah arrugó su rostro en una mueca, aún en el suelo.

-¿Dormiste bien?

-Realmente así, hasta que me despertó tu cosa- rodó los ojos, haciéndolo reírse de nuevo, le lanzó una almohada- deja de reírte, no soy tu payasa.

-Que agradable despertar contigo, wow. Mucha paz.

El se quedó acostado, mientras bostezaba con los ojos cerrados, ella se puso de pie.

-Iré al baño, luego desayunamos- dijo desapareciendo rápidamente hacia su habitación, respiró profundo, cerró sus ojos intentando calmarse, entró al baño, mirándose en el espejo, se apoyó con sus palmas del mármol del lavabo, y luego se señaló con una mano.

-¿Que te está pasando?- preguntó para si misma, apretó sus ojos- es solo Milo, por Dios- abrió el grifo, tomando una gran cantidad de agua en sus palmas, para luego echarsela en la cara.

Una vez que estuvo lista, salió a la cocina, dónde Milo la esperaba, aún estaba un poco adormilado y su cabello despeinado hacia los lados, ella sonrió internamente, pero no lo demostró, pasó a un lado de el.

-¿Que quieres desayunar?

-Cualquier cosa- dijo el, entonces Aaliyah le lanzó una galleta de arroz, haciéndolo reír, se la lanzó de vuelta y así iniciaron una pelea infantil de lanzarse el paquete de galleta.

Milo pensaba en lo sencillo que era todo con Aaliyah, incluso dormir juntos fue algo fácil, fue algo que se sintió bien y cómodo, para algunos podía llegar a ser incómodo, pues no se conocían tanto, pero con ella, fue algo tan natural, la forma en que sus piernas se entrelazaron y como ella se apoyó de el.

Era tan sencillo y ella no podía verlo.

-Haré yo el desayuno, te va a encantar- dijo el seguro- pero ponme música, esto parece un funeral.

Ella rodó los ojos, viendolo colocarse el delantal, decidió obedecer y poner música, automáticamente una canción de phoebe bridgers comenzó a sonar, la voz de la cantante era perfecta para las mañanas, así que aaliyah la tenía siempre en su playlist mañanera.

La chica comenzó a hacer el café, Milo lo quería caliente y ella por no hacer dos tipos de café, decidió hacer para los dos.

Milo de reojo la veía caminar de aquí allá, con sus botas uggs, su cabello perfectamente recogido en una coleta, y los bordes de encaje de la pijama, que estaba cubierta por su hoodie.

Ambos se sentaron a desayunar, Milo le hizo huevos revueltos "especiales" y unos sandwiches, conversaban en la mesa de la cocina, y Aaliyah lo odió por hacerla reír tanto, por ser agradable, por hacerla sentirse confundida.

lavender haze (milo manheim) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora