7 deseos

Control (Jung Hoseok)

Si algo molestaba a Jung Hoseok, era el hecho de que más cosas no estuvieran en su total control, detestaba tener que estar arreglando situaciones que se podrían evitar con un simple acto.

Lo peor del caso es que esta vez, lo que ocasiono que las cosas fueran lejos de su control, fue el mismo, lo que creyó que fue el mejor sexo de su semana, incluso de su año, ahora era una pesadilla vuelta realidad.

La imagen de la chica gimiendo mientras la tomaba en los baños de ese estúpido club, los jadeos de ambos, lo rico que se movía sobre de él, la habilidad de su lengua, el sabor del vodka mezclado con sus labios, el rojo del brillo labial marcado en su ropa, las marcas que había dejado en ella, todo esto ahora era una cruz.

Ya que la chica de la cual había quedado fascinado, estaba justo frente de el luciendo lo mas tierna e inocente posible, siendo presentada como la hija de su nuevo jefe.

Eso es que el universo te joda en grande.

Mas porque al escucharla presentarse con un simple "Buenas noches mi nombre es Alejandra Ross" fue suficiente para que su entrepierna se incomodara, sus labios lucían gruesos y pulcros con ese labial sencillo que iba al tono perfecto de sus labios haciendo que se sintiera la culpabilidad del acto. Vestido largo de color Beige, una coleta alta y un maquillaje tan simple.

No era para nada la chica que ella había conocido, esa mujer de vestido negro ajustado, con la abertura aun lado, tacones negros, cabello suelto y ese labial rojo que te invitaba a probar del sabor de la boca.

—Es un placer al fin conocerlo Señor Hoseok, mi padre nos habló lo mucho que espera de usted.

Ese tono de inocencia le estaba molestando.

—Me da gusto conocer a la familia de la cual el jefe presume, su esposa es bellísima.

Bebió de su copa siguiendo con la conversación vacía que se creaba, quería salir de ahí a tomar el aire fresco, cada vez sentía mas calor, al notar que en el hombro de la joven todavía había una marca rojiza de aquel encuentro.

Pasada la noche salió a fumar para despejar la mente, se apoyo hacia enfrente del barandal de la terraza, disfrutando del fresco de la noche así como del el sabor de la nicotina que se paseaba por sus papilas gustativas.

—¿No le parece una linda coincidencia?

Escucho la voz pero no quiso mirarla, prefirió seguir fumando.

—Me joden las coincidencias —dio una calada a su cigarro —¿Tu padre sabe que eres esa clase de chicas?

—¿Cuál? ¿La que se acuesta con su nuevo asistente? —le quita el cigarro de las manos y le da una calada fuerte para soltar el humo en la cara de Hoseok — Creo que a ninguno de los dos nos conviene que lo sepa —se le acercó al oído —mejor disfrutemos de nuestro pequeño secreto, verlo en traje me ha humedecido por completo.

Y es que Jung Hoseok no era un hombre sencillo, era atractivo de pómulos pequeños, cara perfilada, su cabello negro corto peinado hacia atrás, lo hacia lucir maduro, esos ojos alargados y profundos, con un porte sumamente masculino, en cuanto llego a la pequeña recepción del evento de la compañía había llamado la atención de un sinfín de mujeres. Elocuente y con una sonrisa encantadora.

Sin duda mas de una había pensado en llevárselo a la cama el día de hoy , lástima que la única mujer que se estaba llevando su atención, era una que no debería estar en su menú.

La empresa donde habría logrado conseguir el puesto era una de las más reconocidas en todo el país, esta cada año hacia un evento donde rentaba algunas cabañas para los empleados de más rango, iniciando con un baile. Hoseok trato de controlarse con la linda Alejandra, trataba de no quedar a solas con ella porque sabía que se controlaría.